El tradicional recogimiento de Semana Santa y la tranquilidad de espíritu que en estos días acompaña a la “Gente de Bien” se ve enrarecido por el sordo clamor de “Viejos Camaradas de las Fuerzas Armadas y Policías en Retiro”, adultos de avanzada edad con enfermedades crónicas y algunos terminales, que sufriendo el aislamiento de su injusta prisión en Punta Peuco y Colina Uno, ven acercarse el peligro de la Pandemia que azota al País y al Mundo, que amenaza de muerte a los adultos mayores de la cuarta edad y cuya única alternativa de eventual salvación es su urgente aislamiento en casa de sus familias y para lo cual esperan con la ansiedad de la desesperación el pronunciamiento del Tribunal Constitucional  respecto de la inconstitucionalidad del Proyecto de Ley promovido por el Ejecutivo y recientemente aprobado por el Congreso, en el que se otorgan beneficios de conmutación de pena a los reos comunes excluyendo a los Militares y Policías en retiro.

Frente a tamaña, grave y deliberada injusticia, quienes nos agrupamos en la Asociación Gremial de Oficiales de la Armada en Retiro (ASOFAR), nos dirigimos y denunciamos a la opinión pública nuestro legítimo reclamo y entregamos el más ferviente apoyo al grupo de decididos Senadores de los partidos de Gobierno que desafiando la nula voluntad política demostrada por el Ejecutivo a lo largo de sus dos Mandatos, se han atrevido a presentar el recurso de Inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional. Apoyamos con mucha fuerza y decisión dicho recurso del cual se han hecho parte la Multigremial del Personal en Retiro de las Fuerzas Armadas, Policías y Montepiadas y el Cuerpo de Generales y Almirantes de la Defensa Nacional, ya que estamos convencidos que este es el único camino para lograr no solo justicia sino también sobrevida para nuestros camaradas Militares Presos Políticos.

En una acción política que no convence a nadie, el Gobierno ha anunciado la tramitación urgente de un viejo proyecto de ley que en su momento pretendió ser una solución humanitaria para presos mayores enfermos, pero que la Oposición se encargó de enterrar por años en el Congreso y frente a su reposición, ya ha anunciado que con su mayoría de votos, terminantemente lo rechazará.

Por consiguiente tenemos la convicción que el Proyecto Humanitario no tiene viabilidad alguna, por lo que el Presidente de la República en uso de sus facultades administrativas puede y debe, por razones humanitarias y sanitarias,en el caso de personas privadas de libertad enfermas terminales o en casos justificados, otorgue el correspondiente indulto pro reo, cuyo es el caso de los Presos Políticos Militares y Policías. En la práctica y en concreto, en once casos de solicitud de indulto ocurridos en este Mandato, los enfermos terminales han resultado fallecidos por negligencia Presidencial y el único otorgado, fue notificado a la familia después de fallecido el afectado.

Luego de numerosas promesas de campaña incumplidas, de la negativa al Indulto Bicentenario del 2010, de los peyorativos ¨cómplices pasivos¨, del bochornoso cierre con publicidad del Penal Cordillera, de la ya descrita negativa a los indultos de enfermos terminales, de la ¨actitud rebelde¨ de sus propios parlamentarios y de mezquinos cálculos políticos, ¿alguien puede confiar en la palabra y promesas del Presidente de la República?

A nombre de la Asociación Gremial de Oficiales de la Armada en Retiro (ASOFAR A.G), solicitamos respetuosamente y con mucha fuerza al Tribunal Constitucional un fallo justo que ponga término a ésta arbitraria, injusta e inconstitucional situación, que vulnera las normas constitucionales, en especial garantías individuales de protección a la vida, la igualdad ante la Ley y la protección de la Salud, los Tratados Internacionales, en particular el Tratado Internacional de Adultos Mayores y los principios generales del derecho, otorgándole a nuestros presos políticos militares y policías un trato similar a la de los reos comunes, como le corresponde a cualquier chileno.

VALPARAISO, 11 DE ABRIL DE 2020

POR EL DIRECTORIO

ALEJANDRO ARMSTRONG DE A. –  PRESIDENTE