Carta al Presidente de la República
Carta al Presidente de la República
CENTRO DE GENERALES DE EJÉRCITO
CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
Santiago, 7 de septiembre de 2022
Con ocasión del amplio rechazo al proyecto de Constitución Política, S.E., el Presidente de la República, calificó el resultado como un “desafío histórico” que nos brinda la oportunidad de recoger lo mejor de nuestra historia para fortalecernos como país, añadiendo que “Ya antes hemos superado divisiones difíciles y heridas profundas. Lo hicimos en 1818, 1859 y en 1891. Lo hicimos también en 1925, después de años turbulentos. Nos reencontramos en 1988 después de años de enfrentamiento y oscuridad. Hoy lo volveremos a hacer. No tengo ninguna duda de ello.”
La omisión de la crisis de 1973 por parte del Presidente, es susceptible de ser calificada como un silencio elocuente, que permite concluir, que S.E. no la considera superada, sino por el contrario, la asume implícitamente en el período que él califica como “años de enfrentamiento y oscuridad”, tras el cual “nos reencontramos en 1988”, infiriéndose que la referencia corresponde al plebiscito que culminó con el rechazo a la propuesta del Gobierno Militar y dio paso al retorno a la democracia. De ese hito, que denomina “reencuentro”, no considera que un altísimo porcentaje de los electores sostuvo una posición contraria y que, en consecuencia, no hubo “reencuentro” entre todos los chilenos sino persistencia de la división que se prolonga hasta el día de hoy.
Precisamente, en este tipo de hechos radica el fracaso del reciente proceso constituyente, como el de otras iniciativas que le precedieron, toda vez que permite mantener abiertas las heridas del pasado, cuestión que, tras medio siglo de historia, resulta moralmente repudiable y políticamente se contrapone con el propósito manifestado por el Presidente en orden a “recoger lo mejor de nuestra historia para fortalecernos como país”.
Tras el retorno a la democracia y transcurrido casi 50 años de los hechos que culminaron el 11 de septiembre de 1973, un sector importante de la población sufre, hasta el día de hoy, las consecuencias del desenlace que, en modo alguno les pudo ser imputable, máxime si a su ocurrencia se trataba de jóvenes militares y policías que, en virtud de la obediencia debida y al estado de excepción imperante, debieron cumplir órdenes impartidas por superiores que ya no están para asumir sus responsabilidades de mando. Estamos conscientes que esta tragedia, afecta de igual modo, a las familias de muchos civiles, que también sufrieron las consecuencias de esta lamentable crisis.
En cárceles de nuestro país se extingue dolorosamente la vida de hombres y mujeres, mayoritariamente ancianos y enfermos, y ni recurso, petición o ruego alguno, para que se les brinde un tratamiento humanitario, ha prosperado. De público conocimiento son las motivaciones que han condicionado tanto las sentencias condenatorias como la denegación de beneficios carcelarios que a todo reo son aplicables. Ahondar en el debate resulta, a todas luces, inoficioso.
Sin embargo, el esperanzador mensaje de S.E. el Presidente de la República constituye, efectivamente, una ocasión propicia para recoger lo mejor de nuestra historia, superando divisiones difíciles y heridas profundas, después de medio siglo de enfrentamientos y oscuridad y reencontrarnos, no sólo entre quienes conforman una mayoría, generalmente ocasional, sino entre todos los chilenos, fortaleciéndonos como país y comunidad.
Septiembre, el mes de la Patria, el de las Glorias del Ejército de Chile; institución fundamental de la República y patrimonio, desde siempre y por siempre, de todos los chilenos, constituye la ocasión propicia para dar ese paso que selle, definitivamente, el rencuentro y la paz que todos anhelamos.
En la mano de S.E., el Presidente de la República, está la facultad de hacerlo, y por ello, los militares en retiro le solicitamos este magnánimo gesto.
Enrique Slater Escanilla. General de Brigada, Pdte. Centro de Generales de Ejército en Retiro.