CARTA DE HIJA DE FELIPE CUBILLOS

Me indigna que las marchas se hayan convertido en un campo de batalla entre carabineros y encapuchados. Hasta cuando la discusión de quien es el que esta afectando los derechos humanos. Estimados, carabineros responde ante sus amenazas y en protección de aquellos que nada tienen que ver y que constantemente se ven afectados por este tipo de manifestación violenta, en la que no me cabe duda que la mayoría de los estudiantes no tienen nada que ver. Así que anarquistas, les vuelvo a decir, sáquense las mascaras, si quieren pelear háganlo, pero estamos en un estado de derecho aunque no les guste, acepten las consecuencias.

Estoy indignada porque hoy día el egoísmo se tomó las calles mientras la ciudad estaba colapsada. ¿Que pasó con nuestra solidaridad y unión? ¿Acaso necesitamos solo desastres naturales para parecer un país unido? Me indigna porque esta claro que existe un problema en la educación, pero no es el único, y hay situaciones en las que es necesario saber cuando retirarse, y hoy día era una de ellas. Sueño con ese día en que nuestro Chile deje de lado las diferencias de sus habitantes y empiece a avanzar de manera solidaria, con toda la sociedad civil comprometida, como una sola, no como izquierda o derecha, ricos o pobres, si no que por amor a nuestra bandera, estoy segura que esa es la solución.

Me indigna porque entiendo el descontento de los manifestantes. Presidenta Bachelet, esto es culpa suya, las promesas se hacen sabiendo que las va a poder cumplir, no para poder llegar al poder. Usted esta hundiendo este país. Las reformas se piensan, con las personas no se juega, usted esta tratando de lograr algo en Chile que la historia y la realidad ha demostrado que no se puede. Por favor empiece a querer un poco a su Pais y a las personas que en el conviven, porque la situación a la que vamos a llegar si esto sigue así no es favorable para nadie, ya todos nos estamos cansando.

Hago un llamado a toda la sociedad civil. Nuestro país esta tocando fondo, la delincuencia, las promesas, la economía, la pobreza, el desempleo, la educación, etc., empeoran cada vez más. Es ahora cuando nuestro país nos necesita, no más oídos sordos, trabajemos por cambiar desde abajo lo que desde arriba evitan.

Me pongo de pie ante esas fundaciones que día a día trabajan por todo esto, que de manera silenciosa en todos sus años de trabajo han ido logrando enormes cambios, que seguramente pasaran a la historia. Todos tenemos una responsabilidad con nuestra bandera, y en algún minuto se hace necesario hacerse cargo.

En éste contexto adjunto ciertos fragmentos de la columna de mi papá “soy un indignado”, en las que se puede ver como en 5 años, todo sigue exactamente igual.

“Soy un indignado, porque vimos cómo nuestros carabineros evitaban los saqueos en los días posteriores al terremoto, y ahora vemos cómo delincuentes, escondidos entre los estudiantes, los atacan sin piedad en cada protesta.”

“Soy un indignado, porque muchos de los parlamentarios de nuestro país han renunciado al liderazgo y responsabilidad que les otorgamos en las urnas.”

“Soy un indignado, porque no estamos discutiendo las verdaderas y profundas razones de la pésima y desigual educación que les estamos entregando a nuestros jóvenes, quizás porque llevamos años usando a la educación como caballito de batalla de la política de turno.”

“Soy un convencido de que la derrota de la libertad no se debe a la fuerza de sus enemigos, sino que a la debilidad de sus defensores.”

Felipe Cubillos Sigall ¡¡Cuánta falta hacen personas como tú!!.