Carta de un médico patriota que dice lo que muchos callan



Carta de un médico patriota que dice lo que muchos callan

Posiblemente mi caso no tenga mucha significación ; soy médico, 64 años e hipertenso. Estoy hospitalizado por neumonía por COVID; estoy en tratamiento y posiblemente mejore, pero tengo un riesgo de morir y dado ello creo justo hacer una reflexiones, que espero usted publique porque innumerables cartas mías han sido desechadas.
Mi caso no moverá a la prensa sensiblera con conductores con falsas lágrimas y cariacontecidos y no preocupará a los profetas del odio, quienes se solazarán si soy un número más en la lista de muertos, ya que así tendrán cómo atacar al gobierno.
Desde octubre del año pasado hemos visto a la izquierda mostrar su verdadera cara: odio y resentimiento. Han hecho todo lo posible por destruir y ojalá derrocar al gobierno. No tienen proyecto ni idea buena, solo destruir para intentar quedarse con el poder. En algo son buenos: el adoctrinamiento y lavado de cerebro que hicieron de los jóvenes es formidable y la captura de prensa y justicia incomparable. Estoy cierto que escribir esto me expone a funas; en este país solo se puede decir lo que la izquierda autoriza. Pero, cómo puede ser que profesionales y técnicos que se han esforzado, estudiado y trabajado ahora sean monstruos capitalistas, mientras que “progresistas” parlamentarios de escaso trabajo sigan sentados en mullidos sillones sigan recibiendo su millonario sueldo a costa de quienes trabajamos arriesgando nuestra vida y la de nuestras familias, como yo que me contagié y el abnegado personal que ahora me cuida.
Atentamente
Carlos Regonesi