No nos sorprende la censura impuesta por las comisiones de Salud de ambas Cámaras al señor subsecretario de Salud por la “supuesta participación en el ocultamiento de información de la autopsia (mal llamada) del ex Presidente Eduardo Frei Montalva”, a instancias de la Democracia Cristiana (DC) y respaldada por la oposición.

El año 2003, en mi calidad de decano de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile, entregué a la señora Carmen Frei Ruiz-Tagle, en representación de su familia, toda la documentación que estaba en los archivos del Departamento de Anatomía Patológica desde el año 1982. En cuanto al homicidio, quienes atacan al Dr. Castillo ignoran los informes de expertos internacionales; entre otros, del equipo del doctor Luna (Universidad de Murcia) que concluye que el fallecimiento fue consecuencia de shock séptico, no habiendo alguna sustancia tóxica que por su naturaleza y por sus concentraciones tendría relevancia en la muerte del expresidente Frei Montalva, y descartaron la administración de gas mostaza y la inoculación de talio.

Quien asume como legislador adquiere la obligación de ser un mediador o intérprete de los políticos y el pueblo, canalizando las propuestas con las inquietudes de la sociedad, y sus futuras consecuencias para conseguir un mejor bienestar para el sector que representa, como la ciudadanía en general. Defender los intereses de sus conciudadanos en la ejecución de políticas para mejorar la calidad de vida, la salud pública, la educación y el bienestar social, son las atribuciones de “llamar a la verdad”, la cual en esta censura se ignora totalmente. Además, han generado una condición contraria a sus funciones que hoy representan, ya que dificultan el análisis y discusión de los proyectos de salud pública con el gestor y representante del Poder Ejecutivo sobre los servicios de salud, recursos humanos, materiales e infraestructura.

Soy muy franco y afirmo que esto representa incultura y la necesidad de “reencantar” ante la ciudadanía a quienes cuya popularidad se encuentra muy deteriorada. La ausencia de conocimiento reside en la falta de validez de la información que se maneja y que sustenta esta censura. Por ello, por última vez voy a reiterar los hechos sobre el llamado “ocultamiento”: el año 2000 periodistas llamaron a la oficina de Relaciones Públicas de la universidad solicitando información de la “autopsia realizada al ex Presidente Frei el año 1982 en la Clínica Santa María por patólogos de la Universidad”; el doctor Castillo, director de las Dependencias Docente Asistenciales (no director del hospital), respondió que estaban a disposición de la familia o sus representantes legales los informes de las muestras histológicas tomadas durante el embalsamamiento. La señora Carmen Frei solicitó los informes al decano a través de intermediarios solo a fines del año 2002. Entre el año 2000 y el 2002 ni la familia, ni representantes legales, ni intermediarios se contactaron con las autoridades de la universidad, de la facultad, incluido el doctor Castillo.

Esta situación fuera de toda lógica y de respeto a la verdad nos hace recordar que “el ignorante afirma mientras que el sabio duda y reflexiona (Aristóteles)”. Se lo recuerdo a los señores miembros de las comisiones de Salud del Senado y la Cámara, quienes, a proposición de la directiva de la DC, han acordado impedir la asistencia del señor subsecretario de Salud de Redes Asistenciales, determinación que coincide con el proceso de discusión del proyecto de Presupuesto de la nación del año 2019 elaborado por el Ejecutivo, lo que va en contra del desarrollo y del bien común de nuestro querido país.

Dr. Gonzalo Grebe Barros
Ex decano Facultad de Medicina

Pontificia Universidad Católica de Chile