Chile, Chile mío como te querré

Que si por vos me pidieran la vida te la daré

Chile, Chile lindo, lindo como un sol

Aquí mismito te dejo hecho un copihue mi corazón

          Así reza el estribillo de la canción que han inmortalizado los Huasos Quincheros y que hoy ya no la tocan en las radios, porque según los seguidores del negacionismo son momios. Pero, independiente de los que la vocalizan, hay que atender a la esencia de su letra. Ese Chile lindo, está siendo opacado por los ideólogos del progresismo, del socialismo del Siglo XXI, partidarios del Globalismo o del nuevo Orden Mundial, como quiera que se llame, pero están al borde de destruir la república, lograda a través de doscientos años con el esfuerzo de todos los chilenos y de inmigrantes, que han aportado a su progreso y desarrollo.  La incertidumbre que reina en el país ha dejado de ser lo que era y ya no podemos repetir No hay otra que se la iguale, aunque la busquen con vela, pues avanzamos lenta pero progresivamente hacia la mimetización con la mediocridad, el caos y el desorden; el deterioro de nuestra economía y quiérase o no, regresar a los índices de pobreza que habíamos superado largamente, desde el nefasto gobierno de la Unidad Popular. Nos han sacado los patines y caminamos a pata pelada.

          No existe respeto alguno, ni siquiera a nivel familiar, menos aún hacia la autoridad de Carabineros, a la que se le agrede, ofende y ataca incluso con armas de fuego, ante la imposibilidad de las fuerzas de hacer uso de sus armas por las limitaciones impuestas por el gobierno, que ha estado pendiente de escuchar y obedecer a los patrones ideológicos de la izquierda, más que a quienes le dieron su triunfo en forma categórica, incrementado con parlamentarios de la derecha que han renunciado a sus principios en un afán propagandístico y populista antes que el bien común de nación. Los memoriales a nuestros héroes son permanentemente envilecidos y los símbolos patrios objeto de acciones destructora y profanadoras. Se ha trapeado con nuestra bandera nacional, quemada en diversas oportunidades y nuestro himno patrio vejado en plazas públicas, sin que a nadie parece importarle, menos a las autoridades competentes que tienen la obligación de cumplir con el artículo 6° de la Ley de Seguridad Interior del estado: Cometen delito contra el orden público: a) Los que provocaren desórdenes o cualquier otro acto de violencia destinado a alterar la tranquilidad pública; b) Los que ultrajaren públicamente la bandera, el escudo, el nombre de la patria o el himno nacional. Pero intendentes y gobernadores están a la altura de quien los ha designado.

       El narcotráfico se ha adueñado de las poblaciones más precarias a lo largo del país, desmintiendo al presidente Aylwin, cuando molesto respondió a pobladoras de Arica que le demandaban medidas para controlar ese flagelo del cual estaban siendo víctimas sus hijos, al asegurar que no pasaría de ser un país de tránsito, pero no consumidor ni productor. Hoy día los narcotraficantes han hecho un milagro: enverdecer el desierto más árido del mundo, el desierto de Atacama con plantaciones de mariguana. Pero no es el invierno florido que en forma natural cubre de belleza las planicies del norte; aquí se trata de verdadera ingeniería y logística ubicada en las alturas de Copiapó, hasta donde es difícil llegar a su control.

          La delincuencia, fraterna del narcotráfico -su hermano mayor- asola nuestras ciudades. Los hogares de los chilenos cada vez más protegidos con cámaras de vigilancia, cierres y cercos eléctricos, condominios con guardias de seguridad, etc., obligando a permanecer encerrados en sus domicilios y los delincuentes libres en las calles producto de jueces corruptos y fiscales incompetentes que dan por superado las investigaciones, en busca del afamado bono de productividad, como si la Policía de Investigaciones y Carabineros recibiera un bono especial por cumplir sus tareas más allá de los horarios de trabajo. ¡Como es posible que anden sueltos en la calle delincuentes que han sido detenidos más de treinta veces e incluso algunos que superan las 100 detenciones!

         En realidad, como dice la letra de la canción no hay otro que se le iguale en cuanto al nivel de fechorías. Un delincuente postula al récord mundial de Guinness con cerca de 160 detenciones y anda libre como Bilz y Pap, disfrutando de la vida al contar con abogados defensores que financiamos todos los chilenos; mientras que las victimas sometidas a un sistema legal en extremo garantista para los violadores de la ley, tienen que recurrir a profesionales pagados por su propio peculio. Señores parlamentarios, en vez de farrearse sus millonarias remuneraciones a costa de nuestros impuestos, dediquen su tiempo a perfeccionar las leyes en vez de jugar a las acusaciones constitucionales o con proyectos que solo traerán más pobrezas para los más necesitados.

         Hace un par de día fue detenido un ciudadano colombiano con residencia irregular, que en una jornada maratónica de madrugada de tan solo algunas horas asesinó a cinco personas en situación de calle. Pero la señorita Bachelet nos llenó de inmigrantes y el señor Piñera ha hecho prácticamente casi lo mismo, sin haber filtrados los ingresos, sin ningún tipo de restricción, en especial de los ilegales.

        Hasta llego a ponerme mal pensado. Es un hecho que ambos mandatarios se han sacado fotos con George Soros -algún día espero referirme a este siniestro personaje- y que una foto no dice nada, o casi nada, pero es absolutamente conocido a nivel mundial que este multimillonario, que está entre los más ricos del mundo, patrocina el globalismo y el nuevo orden mundial.

         Ha financiado campañas presidenciales en Estados Unidos como la de Hilary Clinton y la de Joe Biden, incluso en EE.UU se llega a decir que el partido Demócrata y Soros es un silogismo; Soros está detrás del grupo anarquista Antifa, promotor de los graves disturbios en USA, países de Europa y América, alcanzando el nuestro, como lo demostraron algunas pancartas durante las protestas de Octubre 2019; es el magnate de la industria del aborto en EE.UU; se le ha vinculado en migraciones desde África a Europa y las masivas caravanas organizadas y apoyadas logísticamente en centroamericana para ingresar a EEUU a través de la frontera mexicana, con resultados fallidos, desconociéndose la situación actual de dichas familias; ha metido las manos e influencias en los mas importantes rotativos de Norteamérica e incluso se dice que aquí en Chile han llegado sus largos tentáculos cargados de dineros a ciertos medios digitales. Obvio que él no actúa personalmente, pero lo hace a través de fundaciones, ONG e interpósitas personas.

         Y en la cresta de la ola de lo que una vez fue nuestro bien amado Chile lindo, está el terrorismo, que desde hace décadas causa estragos en la macrozona sur del país con asesinatos, incendios, robos de madera y abigeatos descontrolados, pese al Estado Excepcional impuesto que de nada sirve si a los organismos encargados de la seguridad se les tiene atados de manos y con la guillotina puesta sobre sus cabezas, bajo el imperio de una justicia y un ministerio público absolutamente inoperantes.

        El ciudadano Piñera que en teoría ocupa la presidencia de la nación, visitó hace unos días dicha región acompañado de los ministros del Interior y de Desarrollo Social, y como parte de su tránsito por los caminos del diálogo, se reunió con gremios, víctimas de los atentados y con la viuda del carabinero vilmente asesinado por los terroristas. El ciudadano Piñera aún no percibe que ya nadie le cree en el país, como tampoco nadie le cumple, a excepción de las Fuerzas Armadas y de ambas policías, a las que se resiste a emplear conforme a las atribuciones que le otorga CPE por un complejo que lo supera y que forma parte de su megalomanía extrema, por cuyo trastorno de personalidad pagamos la consecuencia todos los chilenos.

Los esfuerzos que estamos haciendo en seguridad y orden público en la macrozona sur pueden actuar en forma coordinada y unitaria, y mejorar la capacidad de los chilenos que queremos vivir en paz, que queremos orden público, que queremos Estado de Derecho”, dijo después de visitar a la viuda del cabo Naín.

¡De que esfuerzos está hablando ciudadano Piñera!, como tiene el tupé de decir algo semejante. De que le sirvió el anterior e inútil coordinador de seguridad designado por UD., que ahora hace un nuevo anuncio, que dependerá del ministro del Interior y va a buscar a coordinarse con todos los que puedan aportar a esta solución. Está creando un nuevo órgano sin tener claro cuáles serán sus funciones, porque se están definiendo, como también el plan, según declaró el novel ministro Delgado.

Ciudadano Piñera, ministro Delgado, el que coordina es el que manda, y me permito recordarles a ambos con todo respeto que el país está bajo el Estado de Excepción de Catástrofe y de acuerdo a la ley 18415, Art.6°, declarado dicho estado, las facultades conferidas al Presidente de la República podrán ser delegadas, total o parcialmente, en los jefes de la Defensa Nacional que él designe. De manera que aquí no corren ni intendentes, ni gobernadores, ni menos pseudos coordinadores de seguridad, ni ministros en campaña, limítese a cumplir con la CPE y la ley; otorgue todas las potestades que correspondan a los jefes que Ud. designe, los que le responderán a Ud. directamente, sin intermediarios. Basta de palabrería hueca y proceda como anhelan todos los chilenos, si es que le quedan aires de grandeza para cumplir con el mandato constitucional y podamos cantar al unísono No hay otra que se la iguale, aunque la busquen con vela,

Fernando Hormazábal Díaz

General de Brigada (R)