CURIOSIDADES DE LOS COMUNISTAS CHILENOS



CURIOSIDADES DE LOS COMUNISTAS CHILENOS

Por  Humberto Julio Reyes

Recientemente la opinión pública se ha enterado de la oposición de los parlamentarios comunistas a que el Congreso Nacional escuche en directo al presidente de Ucrania quien, con toda probabilidad, se referirá a la guerra de agresión que continúa sufriendo su país de parte de la Federación de Rusia.

Antes de entrar al fondo creo que no está de más recordar que esta última se fundó en 1991 al disolverse la Unión Soviética, ese “hermano mayor” tan admirado por nuestro obsecuente partido comunista pero que ya no es el mismo toda vez que su gobierno dejó de declararse marxista leninista.

Sin embargo pareciera que nuestro PC no se ha enterado de este cambio y sigue siéndole leal y apoyando lo que sería su lucha contra el imperialismo representado por la agredida Ucrania y países que le han prestado apoyo en esta desigual lucha.

Ello me recuerda a aquellos chilenos admiradores de la infame República Democrática Alemana que no entendieron para qué lado cayó el muro de Berlín y que parecían creer que se construyó para impedir la fuga hacia el Este de los ciudadanos de la República Federal.

Así, hoy por hoy, advertimos que lo que parecen admirar como modelo nuestros comunistas criollos es la autocracia rusa, hoy personificada en Putin, y sus métodos expansionistas de protegerse de supuestas y poco probables agresiones haciendo gala de un absoluto desprecio por las normas de la convivencia internacional.

Antes lo fueron Lenin Y Stalin; después quienes los sucedieron y ahora es el autócrata de turno quien despierta solidaridad que se expresa en la mentada oposición a escuchar al presidente de un país democrático que, naturalmente, no amenazaba militarmente al coloso ruso pero que constituye un mal ejemplo para quienes soportan un gobierno lejano a lo que se entiende por una moderna democracia.

Asumo que algún paciente lector de estas líneas podría suponerme un injustificado anticomunismo toda vez que el PC Chileno integra la coalición de un gobierno que se declara y pretende ser absolutamente democrático y representativo pero son justamente las habituales declaraciones de sus dirigentes y sus acciones y omisiones las que me llevan a desconfiar profundamente de su declarado respeto por los derechos humanos, por ejemplo, como lo han manifestado al criticar el reciente homenaje al presidente Patricio Aylwin.

El fallecido mandatario, según el PC, habría permitido “la impunidad” como parte de su política de hacer justicia en la medida de lo posible, no bastándole a los admiradores de Allende que transcurrido casi medio siglo continúen los procesos y condenas a quienes tuvieron que enfrentar el extremismo.

Sin embargo los crímenes de lesa humanidad que Rusia sigue cometiendo a diario en Ucrania no les quitan el sueño a nuestros comunistas criollos y hay que negarle al agredido la posibilidad siquiera de ser escuchado.

Pero también es notable que no haya críticas por el rol de don Patricio antes del 11 de septiembre y en fechas posteriores, como lo ha recordado en su blog Hermógenes Pérez de Arce. Un piadoso silencio cubre esos días que los que los vivimos no hemos olvidado.

Curiosidades del PC chileno.

Ello me permita recordar a un distinguido militar recientemente fallecido y que fue incansable en advertirnos prematuramente del peligro gramsciano, versión “civilizada” del bolchevismo soviético y piel de oveja con la que hoy en día se disfraza el lobo.

Me refiero al Coronel José Antonio Quinteros Masdeu quien fundó en la V región la revista “Unofar” en 1995 y la dirigió durante seis años.

Su incansable y ágil pluma está presente en esos años, culminando con la publicación de su libro “El espíritu a la cárcel” el que comentamos en el número 10 de la citada revista, correspondiente al año 2004.

Me permito citar algunos párrafos de dicho comentario:

“Nos referimos al gramscismo como sucesor y sustituto del comunismo para lograr la dominación de la sociedad mediante una sutil e inadvertida estrategia.

Esta es la filosofía de la praxis que hoy permea todo el quehacer de nuestra sociedad, aún si la mayoría, absortos en nuestras propias y personales preocupaciones, no la percibimos cabalmente.”

En el mismo número el General Jorge Court Moock nos advierte en un artículo sobre Gramsci:

“El adversario ya no es el patrón sino el fascista. El fascismo se convierte en la visión histórica del mal. Es fascista el que desea defender los valores de la tradición. Quien otorgará el certificado de antifascismo será el Partido Comunista.”

Yo, habiendo sido anticomunista en mi juventud, asumí en mi madurez que la desaparición de la Unión Soviética permitía relegar definitivamente al comunismo al basurero de la Historia, en palabras de Paul Johnson.

Así, absorto en mis propias preocupaciones no valoré oportunamente las advertencias respecto a este monstruo de muchas cabezas que hoy nos acecha no sólo desde el PC sino también desde otros partidos, antiguos y nuevos, donde su influencia es manifiesta.

Para terminar estas reflexiones, nuevamente recuerdo a Paul Johnson, quien postuló en “Los intelectuales” que el peor mal del siglo XX fueron los políticos de tiempo completo. Yo postulo que, avanzado el siglo XXI, el peor mal son los comunistas y afines. Ya intentaron hace tres años derrocar el gobierno, estemos alertas.