Derechos Humanos



Derechos Humanos

Los vamos a desaparecer

La situación en cárceles de Venezuela expone amenazas y privaciones contra presos políticos, mientras en Chile surgen denuncias por hostigamiento y condiciones inhumanas hacia internos de Punta Peuco. La justicia debe ser individual, no una herramienta de venganza disfrazada de legalidad.

18 de septiembre de 2025

Imagen: CIPER

El 16 de septiembre de 2025, Infobae reveló desde la cárcel El Rodeo I, en Venezuela, que custodios advirtieron a presos políticos: “Si hay una acción extranjera, los vamos a desaparecer”. El mismo medio denunció, además, la restricción arbitraria de alimentos, práctica ya registrada en otros recintos y que motivó la reacción inmediata de la CIDH. El hambre y la amenaza se han convertido allí en armas de persecución política.

En Chile, sin llegar a ese extremo, el espejo es inquietante. En julio de 2024, la Corte Suprema dejó sin efecto restricciones de Gendarmería en Punta Peuco, señalando que “afectaban la dignidad de personas cuya edad promedio es de 80 años, muchas de ellas con enfermedades terminales” (La Tercera, 10 de julio de 2024). En agosto de 2025, El Mercurio publicó la fotografía de una vianda compuesta por una vienesa y media papa, en el contexto de un recurso de protección de 138 internos, lo que llevó a la Corte de Santiago a ordenar restablecer el ingreso normal de alimentos y artículos básicos (El Mercurio, 13 de agosto de 2025).

Más recientemente, la abogada Carla Fernández Montero, representante de los internos, expuso ante la Corte de Apelaciones de Santiago que las medidas de Gendarmería constituyen una “evidente persecución y hostigamiento carcelario”. En sus presentaciones (Rol Protección N° 17.428-2025), advirtió que se limitaron las visitas a nietos y bisnietos, se redujo arbitrariamente la lista de personas autorizadas a solo 10, se restringió el ingreso de encomiendas a dos horas un solo día de la semana y, además, constató en terreno una emergencia sanitaria: el penal sin agua, alcantarillado rebasado y aguas servidas saliendo en la cocina, situación aún no resuelta.

En su Cuenta Pública del 1 de junio de 2025, el Presidente Gabriel Boric anunció con tono enfático: “Le estamos poniendo fin a Punta Peuco como se le ha conocido”. El reportaje de CIPER Chile (10 de septiembre de 2025) confirmó que ya existen licitaciones para transformar el penal en un recinto común antes de marzo de 2026. Que el propio Jefe de Estado coloque este tema como eje de su discurso ante el Congreso no puede leerse como un hecho administrativo: es una señal política que condiciona a la justicia y habilita a la opinión pública a estigmatizar a un grupo humano específico, compuesto en su mayoría por ancianos enfermos.

Preocupa, además, la doctrina que se ha instalado en ciertos fallos: condenar a militares no por hechos probados, sino por la sola pertenencia a una unidad en la que se cometió un delito. Se castiga por el uniforme, no por la acción. Esto contradice el estándar fijado tras la Segunda Guerra Mundial, cuando en Núremberg, pese a declararse criminal a las SS, cada acusado debió responder personalmente por lo que hizo u ordenó.

La tradición internacional es clara: en Spandau (Alemania), en Sugamo (Japón), en Domingo Arena (Uruguay), en la Diroes (Perú) o en las prisiones militares de España, los uniformados condenados cumplieron penas en recintos diferenciados. La Corte Penal Internacional, bajo el Estatuto de Roma, mantiene la misma práctica: los condenados cumplen en cárceles especiales de Estados colaboradores, nunca mezclados con la delincuencia común.

La responsabilidad penal debe ser individual, nunca colectiva. De lo contrario, bajo la apariencia de justicia, se instala la venganza. Y cuando la venganza se convierte en política de Estado, lo que muere primero es la dignidad humana. No olvidemos que la persecución sistemática contra un grupo específico —sea por lo que hizo o simplemente por lo que representa— ha sido reconocida internacionalmente como crimen de lesa humanidad y, en ciertos contextos, como genocidio. Chile no debiera transitar por ese camino.

Christian Slater Escanilla

 

 

 

18 de ptiembre 2025

  Boletín Cren N° 34

 

Una cruda y brutal realidad

www.ongcren.cl

 

 

     Compartimos lgunos antecedentes demostrables sobre Alvaro Mesa Latorre ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos, Temuco, Valdivia, P.Montt y Coyhaique, que complementaremos para que pueda formese su propia opinión.

En numerosas causa ha dictado condenas a altísimas penas, basadas en presunciones no fundadas, al margen del debido proceso, igualdad ante la ley y reglas judiciales.

Está querellado por presunto delito de Prevaricación, caso que se alegará el martes 23 de sept en la Corte Suprema.

 

 

El abogado Jorge García Yates, relata lo que está Carlos Oviedo en forma detallada, por espacio compartimos un extracto, que le permitirá formarse su propia idea

 

Está -condenado en segunda instancia- por un delito que no cometió y que a mi entender es sólo producto de la falta de integridad de quienes lo han juzgado, el caso me lo hizo llegar un amigo para demostrarme hasta donde hemos llegado, si la Justicia que debiera ser la reserva moral del país, llega a estos extremos.

Esto es la confirmación de que el país no da para más y se requieren cambios radicales.   La verdad y el sentido común se transformaron en un grito de auxilio, contra el abuso y la arbitrariedad, y esto se ve agravado cuando los fallos involucran a militares.

Las arbitrariedades son las que hacen colapsar los estados de derecho.

 

‘’    El año 1973 Carlos Oviedo A, siendo subteniente estaba destinado en el Regimiento Tucapel de Temuco, desempeñándose como comandante de sección en la Compañía Andina.

En octubre la Compañía Andina con todos sus efectivos fue comisionada para dar resguardo y seguridad al canal 7 (TVN), permaneciendo en Santiago hasta días previos a la navidad.

Mediante, bando el Intendente Militar de Temuco, se dio a conocer a la prensa, la que le dio amplia difusión, que la noche del 10 de noviembre de 1973, fueron abatidos por centinelas, siete personas, señaladas como extremistas que actuaron con la intención de apoderarse de armamento y munición.”, el subteniente Oviedo, se enteró de estos hechos estando en dependencias de TVN en Santiago.

El 2003,  fue presentada una querella por familiares de los fallecidos, que dio origen a la causa Rol 113.089 de la Corte Apelaciones Temuco, conocida como “Asalto al Polvorín”, orientada a investigar los hechos y a determinar responsabilidades, designándose al ministro Fernando Carreño, quien realizó diversas diligencias, interrogó a Oviedo sobre lo  acontecido la noche del 10 de noviembre de 1973, quién declaró que se encontraba en Santiago en  instalaciones de TVN en Bellavista, junto al comandante de Compañía Andina, suboficiales y soldados, posteriormente  fue requerido nuevamente por el ministro Carreño, ocasión en que  ratificó la declaración inicial sin aportar nuevos antecedentes.

En el año 2010, el ministro Carreño resolvió procesar solo a un oficial que no era Oviedo, posteriormente el ministro fue trasladado de jurisdicción y asumió la investigación el ministro Álvaro Mesa.

De manera insólita, el 8 de noviembre 2013, este ministro sin haber mediado nuevos antecedentes a los aportados, citó a un grupo de personas entre ellas, Oviedo, notificándolos que estaban procesados, en su mayoría como: “autores de los delitos de homicidio calificado de 7 personas, perpetrados en la Comuna de Temuco el 10 de noviembre de 1973; y como cómplices de los delitos de apremios ilegítimos…

Esto es ‘’kafkiano’’, resulta que Carlos Oviedo nunca fue interrogado, careado o cualquier otra diligencia por parte del ministro. Álvaro Mesa, siendo que se encuentra acreditado que no estuvo en el lugar de los hechos.

 

Sin embargo, por arte de magia el 15 septiembre de 2023, después de más de 20 años de iniciada la investigación, el ministro Álvaro Mesa dictó sentencia, condenando en el caso de Carlos Oviedo: “la calidad de “COMPLICE, de 7 homicidios calificados a la pena de presidio perpetuo, y por apremios ilegítimos y  a la pena de 427 días de prisión”, siendo  el único integrante de la Compañía Andina condenado.

Esto es simplemente una persecución, no hay más vuelta de hoja, añoro volver a vivir en un país donde se haga carne los aforismos llenos de Sabiduría que señalan:

Ya en el Antiguo Testamento, Moisés señala : ‘’ iendo Juez no hagas injusticia, ni en favor del pobre por compasión, ni por respeto, reverencia ni temor, al rico’’

Tremendo lo que estamos viviendo y que impotencia más grande!

 

Para ampliar su difusión compártelo y coméntalo.

Contacto y artículos: boletin@ongcren.cl

 

 

 

*Oración por los Batallones Olvidados*

Por Cristián Labbé Galilea

Estas líneas están cargadas de emoción. La tinta de esta pluma está más diluida de lo normal porque algunas lágrimas han caído sobre ella. Vivimos el mes de la patria, y extraña las casas embanderadas y que se impongan costumbres sin relación con lo que somos: una nación única, libre, soberana, y orgullosa de su pasado.

Me encantan el terremoto, los anticuchos y los choripanes, bailo cumbia y salsa, pero cuando la patria está de fiesta quiero escuchar una buena cueca, ver a una linda china bailar con su enagua asomada bajo un vestido colorinche, y con sus trenzas tomadas… Ni qué hablar de ese huaso entaquillado.

Es cierto, el mundo ha cambiado, ya no tomamos mistela ni bailamos resbalosa, pero una cosa es actualizarse y otra olvidar el sentido de la celebración. No me imagino celebrando el cumpleaños de una octogenaria abuelita con luces de neón, o reggaetón a todo volumen, ni menos tomando un “combinado” enriquecido con estupefacientes.

En estos días la patria está de fiesta, y reconoce a sus soldados que le dieron libertad, soberanía y grandeza. De allí la Parada Militar, que se remonta a una vieja tradición española de pasear el estandarte Real por las calles de la ciudad. Luego, con la llegada de los instructores alemanes en 1895, se actualizaron las paradas conservando sus características esenciales.

Así, la Parada de 1910, llamada “Del Centenario”, marcó un hito en la historia. El país había sufrido la pérdida del primer mandatario don Pedro Montt Montt, y, días más tarde, del vicepresidente Elías Fernández; sin embargo, el compromiso del Ejército con la patria hizo posible una de las paradas más espectaculares de la historia.

Luego, en 1915 se declaró feriado el 19 de septiembre en honor a “Las Glorias del Ejército”, y desde entonces la Parada Militar ha conservado la misma estructura y el mismo espíritu…. la íntima comunión espiritual del Ejército con el pueblo y con las tradiciones de nuestra historia.

Confieso que es la historia la que se expresa a través de esta pluma, que hoy se duele y deja caer sobre esta página una lágrima de dolor, al ver que el camino recorrido por nuestro Ejército se resume en un feriado, en un trago, en un baile o en algo inocuo… en circunstancias que hay una historia de honor y gloria y, lo más triste, que hoy existe un batallón de octogenarios veteranos soldados privados de libertad, condenados a morir en cautiverio.

Vivimos el mes de la patria, celebramos las Glorias del Ejercito… pero con el corazón partido recordamos a esos batallones olvidados sin conseguir dejar de pensar que… “Cuando el peligro llega, Dios es aclamado y el soldado es venerado; cuando el peligro ha pasado… Dios es olvidado y el soldado despreciado”.

En estos días en que la patria celebra su libertad e independencia, esta pluma levanta una oración al Dios todopoderoso para que se haga justicia con esos soldados “prisioneros del pasado”.