Derechos Humanos



Derechos Humanos

Respecto a la aparición en Argentina de la “detenida desaparecida” BERNARDITA VERA, que está muy bien de salud, hay que recordar que por su caso fue condenado a prisión el Teniente Coronel HUGO GUERRA JORQUERA, quien falleció encadenado (QEPD), como otros militares condenados a diversos años de prisión, solo en base a supuestos y ninguna prueba, por un juez prevaricador, sicario de la venganza comunista…

El Teniente Coronel Guerra, que fue condenado por este crimen sin pruebas, siempre habló de su inocencia hasta su fallecimiento.

 

Cargos y condenas

  • Fue condenado a 18 años de presidio por su responsabilidad en el secuestro y desaparición de once campesinos en Liquiñe, en la Provincia de Valdivia, Región de Los Ríos / Décima Región, ocurridos en octubre de 1973. redlatt.org+3Cooperativa.cl+3archivochile.cl+3
  • En primera instancia, la sentencia fue dictada por el juez Alejandro Solís.

¿Quien dice algo ahora en el curioso poder judicial que tiene Chile?

¿Habrá una indemnización para la familia de este militar?

¿ No es un crimen la obtención de los jugosos beneficios en dinero que ha recibido todos los meses la familia de la “desaparecida”, ahora resucitada, Bernardita Vera?

¿Tendrá que devolver esos beneficios su familia?

Parece ser que por eso no se investiga en serio sobre los detenidos desaparecidos… saldría la verdad y se perderían jugosas indemnizaciones.

Parte importante de los desaparecidos, han “resucitado”, en diferentes países y algunos incluso siguen viviendo en Chile.

También, una parte importante de los “desaparecidos” están en el Instituto Médico Legal, y existe un blindaje a cualquier intento de individualización de esos restos mortales.

Ha sido un gran negocio para la izquierda el tema de los DDHH.

 

 

*Las Hebras de la Verdad*


Por Cristian Labbé Galilea

La sabiduría popular nos enseña que “la mentira es una verdad coja…”. Esta simple frase, de profundo sentido común, nos confirma que, aunque una mentira pueda disfrazarse y correr libremente, tarde o temprano tropieza; es ahí cuando finalmente la verdad, lenta pero de paso firme, siempre la termina pillando.

La mejor evidencia de lo anterior es lo ocurrido esta semana, tras conocerse que una mujer (Bernarda Vera) figuraba en el listado de detenidos desaparecidos, en circunstancias que está “vivita y coleando” en Argentina, disfrutando junto a su familia de los jugosos beneficios que graciosamente el Estado les otorga.

Por increíble que pueda parecerles a algunos sorprendidos contertulios, casos como el de la reciente (des) “aparecida” terrorista pueden contarse por decenas, aunque carecieron de similar cobertura mediática, por lo que muchos ni siquiera se han dado por enterados.

Sobre este tema, a esta inquieta pluma le surgen innumerables interrogantes: ¿cuántos más casos como el descrito existen? ¿Cuántos militares han sido condenados a prisión por estos casos? ¿Cuántos recursos se están dilapidando en falsas víctimas de los DD. HH?… ¿Cuánto más se deberá saber para terminar con este artero mecanismo para desfalcar al Estado?

Como se ha dicho, la verdad no se muestra de golpe. Aunque ella se esconde enredada en una madeja de hilos confusos, bastaría con tirar la hebra correcta —como el caso que acabamos de conocer — para que todo empiece a desenredarse. Descubrir la verdad sobre el tema de DD. HH es toda una urgencia, pero también es acción que exige tirar los hilos con cuidado, con fuerza y sin soltar; así las mentiras se irán pillando, hasta que se revele toda la verdad enmarañada, oculta tras esta madeja.

Son muchas las madejas que hay que desenredar. Por ejemplo, lo referido a la Comisión Valech, creada en 2003 para identificar a quienes sufrieron persecución política entre los años 1973 y 1990. Se recibieron más de 35.000 testimonios, y por ese solo hecho reciben beneficios como pensiones vitalicias, becas, beneficios habitacionales, etc. Lo curioso es que nadie conoce los antecedentes recopilados por la Comisión… ¿Por qué no tirar esa hebra para saber cuántos de esos testimonios son falsos?

Podemos tirar también la hebra de los “exonerados políticos”, que habrían sido despedidos por el Gobierno Militar debido a motivos políticos, y por ello fueron reconocidos como beneficiarios de una ley que les otorga pensiones de gracia y otros beneficios previsionales. Sobre esta materia, hay evidencias irrefutables que al menos cien mil (2/3) de ellos son falsos exonerados.

Por último, no debemos olvidar los miles de «restos esqueletizados» que se encuentran por décadas en el SML, sin ser periciados porque a la izquierda, y en particular al PC, les preocupa que “aparezcan” otros falsos desaparecidos. A pesar de todo, una buena noticia: la Cámara aprobó el proyecto del Diputado Kaiser, que permitirá al SML identificar de oficio las osamentas mencionadas… ¡otra hebra de la verdad que hay que tirar!

 

 

DETENIDA-APARECIDA EN UNA SOCIEDAD ENFERMA

 

Escribe: Hermógenes Pérez de Arce

El interés público despertado por el caso de Bernarda Vera sólo se explica porque nuestra sociedad está enferma de desinformación, de violencia extremista cohonestada y de engaño general generosamente premiado con dinero fiscal.

Lo de “miles de detenidos-desaparecidos” nunca fue verdad, pero aquí fue repetido como un mantra desde la extrema izquierda hasta la centroderecha y la élite entreguistas o piñerismo, hoy agrupado tras Evelyn Matthei.

En esta sociedad enferma, Fabiola Campillai fue elegida senadora con primera mayoría nacional tras haber incitado a “destruirlo y quemarlo todo”. Y tras ella recibir centenares de millones de indemnización por participar en desórdenes, Mientras tanto un carabinero inocente, obligado a reprimir los desórdenes, fue inculpado de haberle lanzado una bomba lacrimógena, lo cual es falso, y purga 12 años de condena por haber sido fiel al mandato de enfrentar la violencia destructiva extremista.

Los que les dieron primera mayoría a Campillai primero y después al promotor de la violencia, Boric, y a la vez mandaron al carabinero hoy preso a enfrentar a quienes destruían y quemaban todo, no fueron marcianos: fueron una mayoría ciudadana. De ella son tan culpables los que votaron por la violencia destructiva como quienes se abstuvieron de votar y dejaron triunfar al mal y a la mentira.

No nos quejemos, entonces, de que nos asalten y hagan encerronas, turbazos y saqueos, porque una mayoría repudió al que mejor combatió todos esos males en Chile con éxito y lo declaró “persona non grata”, “enemigo público número uno”. ¿O no se han dado cuenta de lo que escriben y publican los Boric, los Matamala y, últimamente, la ministra Vallejo, sobre Pinochet, cada vez que son pillados mintiendo?

El Mercurio del 30.09 publicó la lista de otros detenidos-aparecidos: (1) Germán Cofré Martínez, cuyos restos fueron identificados en el patio 29 del Cementerio General, donde yacen sin identificar otros 365 que nadie, en 53 años, ha querido identificar. (2) También Gustavo Soto Peredo, (3) Carlos Rojas Campos, (4) Pedro Millar Márquez, (5) Emperatriz Villagra, (6) Carlos Muñoz Mella y (7) Celso Gutiérrez Lazo. Todos menos una aparecieron diciendo: “No estoy desaparecido”. Notable el caso de esa una, Emperatriz, cuyos parientes acreditaron que había fallecido en 1955 (!). Pero todos se limitaban a salir en el diario y nadie decía nada, a diferencia de ahora. Supongo que esta vez fue la tenacidad periodística lo que más llamó la atención.

El país ha sido tan engañado también en este tema que no ha tomado nota de que los paraderos de los supuestamente detenidos-desaparecidos durante el Gobierno Militar, que eran 674 y no más, fueron TODOS precisados (1) Restos de 365 caídos a raíz de la derrota de la guerrilla a fines de 1973 y que yacen el Cementerio General, con las excepciones del ya visto caso de Germán Cofré y el más famoso de todos, el del norteamericano Charles Horman, descrito como “Missing” en la película del mismo nombre del comunista griego Costa Gavras, pero Horman nunca estuvo “missing”, porque fue su cadáver fue encontrado en 1974 por orden del canciller y almirante Carvajal y devuelto a los Estados Unidos, de donde era originario, por el agente Rafael González (condenado 40 años después “como cómplice de su muerte”, a 5 años y un día –que cumplió– por el ministro sumariante comunista Cepeda). La película se sigue exhibiendo aún hoy en toda su falsedad. Denostar a la Junta sigue siendo gratis y rentable.

Debemos la verdad sobre los supuestos desaparecidos en el Gobierno Militar a una intelectual de derecha francesa, Suzanne Labin, que tuvo menos paciencia y más coraje que los chilenos, en 1978, cuando oyó a a señora de Jimmy Carter, Rosalynn, denunciar “miles de desaparecidos” bajo Pinochet. Suzanne viajó a Santiago y averiguó el número exacto de las denuncias en la Vicaría de la Solidaridad: 651. Y así lo publicó en su libro “Chili: le Crîme de Resister”, página 243. Después, desde 1978 hasta 1990, hubo 23 denuncias adicionales, es decir, menos de dos al año, de acuerdo al Informe Rettig. En total fueron 674.

Pero los paraderos de todos ellos han sido precisados, es decir, NO HAY detenidos-desaparecidos durante el Gobierno Militar: (1) restos que hay en el Cementerio General, 365; (2) desenterrados en Cuesta de Barriga, luego de la Mesa de Diálogo: 153; (3) personas que viajaron fuera del país, según el Departamento de Extranjería, 33; (4) personas que no tienen existencia legal, según el Registro Civil, 26; (5) los que fueron vistos con vida según declaraciones juradas ante notario, 4; (6) restos depositados en el Instituto Médico Legal, 96. Total 677. Es decir, no hay hoy detenidos-desaparecidos durante el Gobierno Militar, denunciados bajo su gobierno.

Después de 1990, naturalmente, los apetitos económicos desataron una fiebre por crear nuevos casos, pero al Gobierno Militar no es lícito imputarle situaciones que aparecieron después de su término en 1990. Pero no tiene quién lo defienda y sí tiene muchos que lo traicionan. Sobre todo en un país en que, según averigûé en la página de internet de Carabineros en 2006, a raíz de uno de mis libros, cada año desaparecen más de 2.500 personas (diferencia entre las “denuncias por presunta desgracia” y las efectivamente encontradas en el año).

Pero el mito ha prevalecido: “miles de desaparecidos”. Tal como el otro mito: “miles de exiliados”, pues el Gobierno Militar expulsó a menos de diez personas (todos casos notorios: Eugenio Velasco Letelier, Renán Fuentealba, Manuel Bustos, Jorge Zalaquett, Jaime Castillo Velasco y, transitoriamente, impidió reingresar a Andrés Zaldívar, lo que le sirvió para ser, por un tiempo, presidente mundial de la DC).

Es que las mentiras propaladas diariamente por Radio Moscú eran tan poderosas que obligaron a The Economist a cambiar diametralmente de posición tras elogiar la toma del poder del 11 de septiembre de 1973 por los militares y recibir el castigo mundial de la izquierda: entonces viró de posición desde la semana siguiente.

Es tan poderosa la propaganda izquierdista mundial que, durante un período, el New York Times publicó 66 editoriales contra la Junta chilena, que tuvo 3 mil muertos en todo su cometido, mientras que dedicó tan solo 4 artículos contra el comunista Pol Pot de Camboya, cuyo régimen mató a un millón y medio de una población de 7 millones.

Por eso, testimoniando “La Decadencia de Occidente” anticipada por Oswald Spengler, los Estados Unidos (“Enmienda Kennedy”) y Europa Occidental (suspensión de ayudas e inversiones en Chile y subsidio a medios opositores) se alinearon con el marxismo contra la Junta que nos salvó del comunismo. En lugar de agradecerle haber evitado otro Vietnam, en que los EE. UU. perdieron 55 mil hombres y gastaron más de 500 mil millones de dólares, sólo para ser derrotados y entregar Vietnam del Sur al comunismo. ¡Nos castigaron por salvar a Chile!

El decadente y entreguista Occidente culminó esa vil tarea cohechando a parte del electorado chileno y posibilitando el triunfo del “No” el 5 de octubre de 1988, con el millonario “Endowment for Democracy”, que además implicaba un engaño, porque iba a haber la misma democracia si triunfaba el “Sí” o el “No”, bajo el articulado permanente de la Constitución. La misma que rige hoy, si bien empeorada por la izquierda y la centroderecha entreguista. Y todo sobre la base de una mentira: que iba a continuar un gobierno militar si salía elegido Pinochet.

No hay que dar las gracias a Bernarda Vera, que nunca se allanó a confesar su engaño, con gran beneficio pecuniario para su familia. Pero ya sabemos cómo se miente; el otro día todos vimos en la televisión a una chileno-israelí declarando que no poda volver a Chile, pese a los bombardeos de allá, porque era detenida-desaparecida y su familia perdería sus beneficios.

El caso Vera ha servido, al menos, para recapitular acerca de cuán enfermo está Occidente en general y, en particular, cuánto lo está nuestra sociedad inmersa, ya por más de 35 años, en un clima de engaño y falsedad.

 

 

 

Partido Nacional Libertario presenta querella contra ministro Cordero por caso de Bernarda Vera – La Tercera

https://www.latercera.com/politica/noticia/partido-nacional-libertario-presenta-querella-contra-ministro-cordero-por-caso-de-bernarda-vera/

Aún queda la duda de que información tenía al respecto el ministro Álvaro Mesa Latorre de la Corte de Apelaciones de Temuco.