Derechos Humanos en Chile



Derechos Humanos en Chile

CARTA A MARÍA FERNANDA GARCÍA, DIRECTORA DEL MUSEO DE LA MEMORIA.

“… María Fernanda, realizado lo anterior y si aún estoy vivo, por la reconciliación y reencuentro de los chilenos, le prometo que caminaré de rodillas hasta en nuevo Museo de la Verdadera Memoria y me abrazaré con todos los que, por una u otra razón, hayan perdido un familiar en este período de odio y violencia que los políticos, de izquierda y derecha no supieron resolver. Algo que hoy, tristemente, en manos del Presidente Boric y su Gobierno, veo de regreso…”

Carta a María Fernanda García. 

Directora del Museo de la Memoria. 

Presente:

Sería fantástico. Totalmente de acuerdo con su proposición María Fernanda, pero primero habría que agregar en ese museo los cientos de civiles, militares y Carabineros asesinados por grupos terroristas. A las mujeres asesinadas y violadas en las tomas de fundos durante el gobierno de la Unidad Popular y anteriores. A los militares y carabineros asesinados a sangre fría sólo por vestir uniforme, cumplir órdenes superiores o estar de guardia en un recinto militar o custodiando a una autoridad. Agregar también a los civiles que murieron asesinados por grupos paramilitares en asaltos a diferentes bancos, con el objeto de robar dinero para la revolución. Efectuada esa corrección, le correspondería pedir perdón, en primera instancia, a la Cámara de Diputados que inició el Golpe al Estado de Chile cuando declaró, con la mayoría de sus miembros, al Presidente Allende fuera de la Constitución y se sumó a ello al Poder Judicial. Después deberían pedir perdón los Partidos Políticos que, en esa época, a través de sus Presidentes le rogaron a las Fuerzas Armadas y de Orden que intervinieran para evitar una sangrienta revolución o Guerra Civil, debido a que en Chile, en esa época, habían más revolucionarios bien armados, que militares mal vestidos y sin armamento ni municiones.

Seguidamente, debieran pedir perdón, todos los movimientos revolucionarios y algunos de sus integrantes que aún existen, como esos que hoy condenan la violencia, esa misma que ellos abrazaron y justificaron en su juventud. Esos que hoy dicen que sólo se juntaban a escribir y rezar poesías.

Un claro ejemplo de ellos, por no nombrarlos a todos fue el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), una organización política – social marxista leninista y guevarista chilena de ultra izquierda, fundada en agosto de 1965, es decir ocho años antes del Golpe de Estado de la Cámara de Diputados y el posterior pronunciamiento militar de 1973.

Recordemos, eso sí, que el MIR, comenzó a actuar mucho antes y liderado por el médico político Miguel Enríquez, de quien podemos recordar algunas de sus sangrientas acciones:

11 de agosto de 1970: Militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), asesinan a tiros al Cabo de Carabineros de Chile (policía uniformada) Sr. Luis Fuentes,​ quien cumplía servicio de guardia en domicilio del Gobernador del Departamento Pedro Aguirre Cerda, en Santiago. Le roban subametralladora Karl Gustav que portaba

29 de noviembre de 1970: Un número indeterminado de campesinos, aparentemente militantes del Movimiento Campesino Revolucionario (MCR), el “Frente de Masas” del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), se toman el terreno de propiedad de la agricultora de nacionalidad italiana Antonieta Maachel donde fue víctima de abusos sexuales por parte de los ocupantes de su terreno lo que gatilló su posterior suicidio. Violaciones de mujeres que ocurrieron en muchas otras tomas.

24 de mayo de 1971: Un grupo del MIR asalta el supermercado Montemar, en Santiago y en su retirada dan muerte a tiros al Cabo de Carabineros Tomás Gutiérrez Urrutia.

Y así podríamos seguir nombrando decenas de acciones violentas y asesinatos que también ocurrieron en asaltos a bancos y supermercados, obedeciendo a su declaración de principios que copio a continuación :

“El MIR rechaza la teoría de la «vía pacífica» porque desarma políticamente el proletariado y por resultar inaplicable ya que la propia burguesía es la que resistirá, incluso con la dictadura totalitaria y la guerra civil, antes de entregar pacíficamente el poder. Reafirmamos el principio marxista-leninista de que el único camino para derrocar el régimen capitalista es la insurrección popular armada”.

También en ese mal llamado museo de la memoria, donde sólo se escribe una parte de la historia, podríamos agregar las víctimas y asesinatos cometidos por el VOP. Me refiero al la Vanguardia Organizada del Pueblo (VOP). Un grupo armado de ultraizquierda que representaba la vía insurreccional al socialismo. Fue formado en agosto de 1968​ por Ronald Rivera Calderón, expulsado de las Juventudes Comunistas de Chile y del MIR por sus críticas a estos partidos, a los que consideraba aburguesados.

El 8 de junio de 1971 un comando de la VOP, formado por los hermanos Rivera Calderón y el ex-Carabinero Heriberto Salazar,​ asesinó a balazos a Edmundo Pérez Zujovic, exministro del Interior del expresidente Eduardo Frei Montalva, como venganza por la masacre de Puerto Montt (1969), donde once personas habían sido muertas durante la desocupación de una toma ilegal. Allende ordenó a la policía atrapar a los integrantes de la VOP, siendo este asesinato piedra angular para la desarticulación del grupo.

La investigación concluyó con la localización del grupo en el sector de Vivaceta el 13 de junio de 1971, cuando algunos integrantes fueron cercados por la policía. Ese mismo día Ronald Rivera murió acribillado y su hermano Arturo se suicidó. Como represalia, Heriberto Salazar preparó un ataque suicida contra el cuartel de la policía de Investigaciones el 16 de junio, cuando hizo explotar un cartucho de dinamita que mató a tres policías.

Insisto, creo que sería muy bueno lo que usted propone como Directora de un Museo, que hasta ahora, sólo hace referencia a la Mala Memoria.

Del mismo modo, no nos podemos perder esta oportunidad para recordar todos los crímenes cometidos durante el Gobierno de Salvador Allende, como por ejemplo los siguientes:

21 de septiembre de 1970: Un comando mirista asesina a Cabo de Carabineros Armando Cofré López, cuando este trató de repelerlos durante el asalto a la sucursal de Avenida Irarrázabal del Banco Panamericano, en Santiago. Le sustraen su revólver de servicio y la subametralladora.

30 de agosto de 1972: Miembros de la estructura militar del Partido Socialista parapetados en la sede de esa colectividad política, en la ciudad de Concepción, disparan contra un furgón de Carabineros, Asesinando al Cabo Exequiel Aroca Cuevas.

29 de agosto de 1973: Un grupo de ultra izquierda, liderados por el mexicano Jorge Sosa Gil, asesinan al Subteniente de Ejército Héctor Lacrampette, en la comuna de Providencia, en Santiago.

Para ser justos, también le propongo  María Fernanda, que recordemos en ese museo de la Mala Memoria, el asesinato, en manos de grupos de extrema derecha, del Edecán del Presidente Allende, el Capitán de Navío Arturo Araya y el asesinato del ex Comandante en Jefe del Ejército de Chile, General René Schneider.

Del mismo modo, sería una muy buena oportunidad para buscar la reparación económica de los familiares de las inocentes víctimas que fueron asesinadas en manos de movimientos de extrema izquierda y derecha, como también, para revisar todas las condenas de civiles y ex uniformados detenidos por temas de Derechos Humanos, pero esta vez aplicando la Justicia Actual y con jueces imparciales, no prevaricadores y que no busquen el beneplácito de la izquierda para alcanzar un cargo en la Corte Suprema.

María Fernanda, realizado lo anterior y si aún estoy vivo, por la reconciliación y reencuentro de los chilenos, le juro y prometo que caminaré de rodillas hasta el nuevo Museo de la Verdadera Memoria y me abrazaré con todos los que, por una u otra razón, hayan perdido un familiar en este período de odio y violencia que los políticos, de izquierda y derecha no supieron resolver. Algo que hoy, tristemente, en manos del Presidente Gabriel Boric y su Gobierno, veo de regreso.

Atentamente,

Christian Slater Escanilla.

Coronel (R) del Ejército de Chile.