Desigualdad e injusticia

Durante la semana recién pasada quedó en evidencia que un ex integrante de la organización criminal con estructura paramilitar Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) es el asesino de un guardia privado del Banco Estado de San Bernardo y esto al menos permite deducir algunas realidades:

En Chile existieron estas estructuras subversivas que utilizaron como expresión de su actuar la violencia delictual con armamento de diverso calibre, portado por individuos entrenados para matar.

Entre los uniformados procesados y ahora condenados, se encuentran varios mozalbetes en aquellos años que recibiendo órdenes ineludibles enfrentaron y derrotaron a estos mal denominados “jóvenes idealistas”.

La mayoría de los fallos no consideran esta verdad indesmentible ni tampoco el contexto en que se dieron aquellos hechos, entre otras razones por la torcida actuación de algunos jueces y la poderosa propaganda instalada en nuestro país por las fuerzas de izquierda, sumado al beneplácito, la complacencia o falta de valor de la gran mayoría de los representantes de la derecha política criolla, que de seguro fueron los más favorecidos con las acciones de quienes ahora están recluidos.

Por último, la mayoría de los integrantes de los medios de comunicación en Chile y el mundo sufren de un marcado sesgo cuando se trata de denunciar actos o acciones repudiables que provienen de ciertos individuos que profesan ideologías de izquierda, tal como fue en este caso. Lo lamentable es que este hecho no es la primera vez que ocurre ni será el último, entre otras cosas porque el silencio mediático cómplice es un buen aliado.

José Plutarco Dinamarca V.

Ingeniero