DONDE DICE, LÉASE.



DONDE DICE, LÉASE.

  Por Humberto Julio Reyes

                  Nuevamente una interesante columna dominical de don Carlos Peña, titulada “El caso de Cathy Barriga” me facilita expresar una opinión que puede ayudar a amenizar su vida, estimado y paciente lector.

                  No es que me interese en particular el tema de la persona caída en desgracia ya que la mezcla de farándula y política habitualmente no me motivan, en comparación a tanto grave problema que afecta a nuestra sociedad en general y, por otra parte, no disfruto sumándome a quienes hacen leña del árbol caído.

                  Lo que realmente me interesó son las reflexiones del autor, de las cuales he seleccionado aquellas que perfectamente podrían aplicarse a otra persona de otro sexo y que ha sido elevada a más altas responsabilidades.

                  “Cómo es que ella pudo llegar a alcaldesa a impulsos de un partido? ¿Qué concepción de lo público o de la política pudo tener ese partido o grupo de partidos para considerarla a ella una persona capaz de promover sus ideas en la esfera municipal?

                  “Porque lo llamativo de este caso es que ella no engañó a nadie, ni ejecutó conducta alguna tendiente a esconder su manera distraída y superficial, con la que, al parecer, comprende al mundo y los problemas que en él se anidan.”

                  “La explicación está en una frivolidad peor a la de la propia Cathy Barriga, sin ninguna duda, una frivolidad consistente en concebir la política como un juego puramente electoral, donde ni las ideas, ni el proyecto, ni la seriedad, ni el ridículo importan, salvo, claro, los votos que el personaje, que la exalcaldesa desempeña con talento, era capaz de obtener.”

                  Después del infaltable recurso a Weber, concluye el autor achacándole a Chile Vamos su responsabilidad porque en lugar de seleccionar un liderazgo profesional, decidieron “no hacer cuando vieron en Cathy Barriga a alguien que podía obtener votos y nada más”.

                  Así, “¿qué podía tener de malo administrar el municipio de Maipú como su personalidad a ras de superficie le indicaba?”

                  Ahora estimado lector, le ruego reemplazar, en cada párrafo seleccionado, la exalcaldesa y el perjuicio para Maipú por quien nos gobierna y el perjuicio que ocasiona a nivel nacional.

                  Si está de acuerdo, le sugiero reemplazar el título de la columna por el siguiente:

                  DONDE DICE BARRIGA, LÉASE BORIC.

23 de ene. de 24