Como en una película en cámara lenta, vamos viendo perder su firmeza al edificio del Estado de Chile, el cual comienza a inclinarse, debilitada su estructura por la acción incansable de las termitas y el óxido que lo corroe con fiereza. ¿Qué es lo que ha ocurrido para llegar a tan dolorosa conclusión? Demos una rápida mirada a los hechos más relevantes que afectan o han afectado severamente a nuestras instituciones fundamentales, en un orden aleatorio y sin prioridad alguna:

1) El ayer respetado Servicio de Impuestos Internos ha sido despojado de toda confiabilidad, al coartarse sus capacidades de acción ante hechos de corrupción que comprometan a miembros de la “alta política”.

2) El Congreso da para varios capítulos, pero mencionaremos sólo algunas de las desvergüenzas que lo afectan:

1. a) Liviandad en la aprobación de leyes, como la llamada “Ley Lafkenche” que estableció el derecho de cualquier integrante de una etnia originaria, para exigir que se le entregue un “ECMPO”, (espacio costero marítimo para pueblos originarios), sobreponiéndose a cualquier derecho preexistente, como las concesiones portuarias, acuícolas, etc., otorgadas con anterioridad por el Estado de Chile. Así lo hizo un supuesto Lonco Lafkenche en la Región de Los Lagos, poniendo en jaque a las autoridades al exigir la entrega del Seno de Reloncaví completo…
2. b) Viajes de senadores y diputados a supuestas “comisiones de servicio”, absolutamente innecesarias. Para mencionar solo una, recordemos el viaje de algunos diputados a “conocer la realidad del conflicto entre Israel y Palestina”. ¿Alguien me puede explicar qué relación tiene esto con lo que necesitamos que se legisle en Chile?
3. c) Diputados que violan la Constitución Política del Estado al desconocer la separación de poderes, presentando una acusación contra el fallo de un grupo de jueces. ¿Alguien hizo algo al respecto? Porsupuesto que nada, permitiendo que la impunidad conseguida sea un aliciente para seguir cometiendo este tipo de actos.
4. d) Pagos de asesorías y viáticos en total descontrol y en el máximo de secreto, desconociendo la misma Ley de Transparencia aprobada por ellos. ¡El descaro en su máxima expresión!

3) El Contralor General de la República, encargado de asegurar que los actos de la administración pública cumplan con la legalidad, se permite violar la Ley al despedir en forma impropia a una subalterna, siendo reprendido por la Corte Suprema… ¿Quién lo entiende? ¿Y nadie dice nada?…Raro.

4) La Tesorería General de la República favoreciendo al “club de los poderosos” con perdonazos de miles de millones en impuestos, mientras persigue sin dar cuartel a los más débiles. ¿Alguien se ha tomado la molestia de explicar las razones para ello? Nadie, por supuesto, y la vida sigue igual, pero cada vez con menos respeto por la autoridad.

5) Nombramiento “negociado” de Ministros de la Corte Suprema de Justicia, a fin de mantener un supuesto “equilibrio” que “represente las tendencias existentes en la sociedad”…O sea, ¿los jueces deben pertenecer a una corriente política o en caso contrario no sirven? ¿O es que sus cargos se encuentran “al servicio” de determinadas ideologías? ¿Quién mintió cuando dijo que la Justicia era apolítica e imparcial?

6) Un Poder Judicial que se da el lujo de legislar, bypaseando al Congreso y Ejecutivo por medio de un “Auto Acordado” con el que creó la función de los Ministros para casos de DD.HH., instrumento clave para la venganza en contra de los militares. ¿Nadie se enteró de ello? ¿O hubo temor de provocar su furia divina, ejercida por esta nueva casta intocable? Ellos se justifican con la necesidad de “resarcir a la sociedad por los errores cometidos durante la dictadura”. ¿Y cuando los años pasen, no tendrán que resarcir de nuevo a la sociedad por los abusos cometidos en aras de los mal llamados DD.HH.?

7) Partidos políticos trasformados en empresas de inversión, aprovechando los jugosos recursos puestos a su disposición por las políticas de reparación, como el caso del Partido Socialista con acciones en SQM, la empresa controlada por el yerno del “dictador”.

8) Degradación de la confianza en la Presidencia de la República, salpicada por groseros actos de corrupción familiar y con serias dudas acerca del financiamiento de campañas jamás investigadas o inversiones oportunistas, llevadas a cabo mediante el uso de información privilegiada.

9) Terrorismo en la Región de la Araucanía, con incontables indicativos que demuestran hasta al más ignorante, que estamos ante un intento de segregación de nuestro territorio nacional, para instalarnos un enclave étnico, en un conflicto alimentado y apoyado por fuerzas externas. O sea, estamos frente a una agresión o al menos una grave amenaza, mientras nuestros gobernantes se mantienen en el limbo, haciendo oídos sordos al clamor popular que exige una solución drástica. ¿O acaso creerán que no nos damos cuenta que cada gobierno ha dejado pasar el problema, para que afecte a su sucesor?

10) Avalancha migratoria planeada y llevada a cabo por el desgobierno anterior, causando graves problemas sociales y aumentando el desempleo en la tambaleante economía que nos dejaron…Como si se tratara de “sacarnos los patines” para impedir que el desarrollo siga aumentando. ¿Alguien ha escuchado la explicación oficial de los aviones LOW llegando a Pudahuel con cientos de haitianos, todos con sobres idénticos y lugares de alojamiento preestablecidos? La inmoral responsable de ello felizmente ya no está en Chile, pero nadie se atreve a escarbar en las cenizas de su “legado” para descubrir la verdad.

11) Carabineros en manos de las hienas que destrozan cada paso que dan, atados de manos y pies por las debilidades del gobierno. Ello, junto a un Ejército acorralado por actos de corrupción y otros que ꟷsiendo idénticos a los cometidos por toda la administración públicaꟷ les son imputados solo a ellos. ¿Acaso puede el Estado de Chile funcionar sin Carabineros o Ejército? ¿O acaso están tratando de subordinar sus mentes a la ideología de turno, como en los países socialistas?

12) Un Estado sin el escudo protector de un verdadero servicio de inteligencia, mientras es amenazado por los fogueados agentes cubanos y venezolanos, interesados en que Chile regrese a su esfera de influencia política y estratégica, tras la derrota del odiado modelo de desarrollo basado en el libre mercado.

En fin, falta papel para escribir todas las muestras de la degradación sufrida por un Estado que navega en aguas turbulentas, guiado por un capitán timorato y vivaracho, al que acompaña una pésima tripulación y rodean miles de piratas, ávidos de agarrar su parte de lo que quede del tesoro. Todo ello, mientras nadie pone atención a las vías de agua que comienzan a inundar las bodegas y los pasajeros ꟷcándidamente satisfechos con su endeudado bienestar económicoꟷ juegan en cubierta, desentendidos de lo que pueda ocurrir con la nave.

Ya está bueno de seguir soportando la laxitud de unos y la furia anárquica de los otros. Ya está bueno de tener que ver cada día como se roban nuestro patrimonio social, histórico, cultural y económico, en sus estúpidas luchas por el poder. Ya está bueno de seguir soportando una clase política llena de incapaces e inmorales, sin la menor intención de velar por el Bien Común. Si no nos tomamos en serio y ponemos fin a esta corruptela desatada, podemos pensar en el fin de nuestro Estado de Chile, manipulado hasta caer en lo más bajo, como Cuba, Venezuela, Nicaragua y tantos otros “modelos” revolucionarios. ¡Comencemos de una vez a exigir a nuestras autoridades y políticos el respeto y dignidad que perdieron hace tiempo! ¡Salvemos el edificio, si es que aún es posible enderezarlo! ¡Busquemos los verdaderos líderes que nos libren de quienes nos llevan al precipicio!

06 de Diciembre de 2018

Por CARPÓFORO