Lo que hoy vemos en Chile, principalmente en la Región Metropolitana y también en la Región de la Araucanía, no es otra cosa que el resultado de la acción intimidatoria de un Gobierno que, sistemáticamente, ha descalificado, entorpecido y reprimido la autoridad de Carabineros de Chile, dejándolos en la indefensión jurídica que impide su efectivo empleo en el control del delito.

La desconfianza en el necesario y efectivo apoyo de la autoridad política, no deja márgenes de acción a aquellos carabineros que deben enfrentar, día a día y prácticamente sin armas, a los delincuentes. Los hechos están a la vista. No arriesgarán su carrera, ni su jubilación, ni a su familia, ni su propia integridad, en el cumplimiento de su deber. Ellos, han entrado a una justa y necesaria etapa de sobrevivencia, frente a un Gobierno que ha fallado en sus políticas públicas y  una sociedad impávida, cobarde que no es capaz de exigir sus derechos y cuidar sus propias instituciones.

Una populista decisión política del actual Gobierno, cuya irresponsabilidad es exclusivamente del Ejecutivo y del Ministro del Interior. Ellos son los únicos responsables de este espiral de violencia que cada día aumenta descontroladamente, frente a los ojos de Chile y del mundo. Peor aún, cuando estamos a las puertas de la Conferencia de las Partes (COP 25) de las Naciones Unidas cuya cumbre, sobre el cambio climático, se realizará entre el 2 y el 13 de diciembre próximo, aquí en Santiago. Una nueva tarea, en este caos actual y que, con un esfuerzo sobre humano, deberá asumir Carabineros de Chile y la desconocida, ineficiente y casi inexistente, Agencia Nacional de Inteligencia. Un dato para ellos: En Twitter estaban todas las estaciones del Metro que serían intervenidas por los estudiantes.

Dios nos pille confesados.


Christian Slater Escanilla.
Coronel de Ejército.