El populista usa y abusa de la palabra
El populista usa y abusa de la palabra
Estamos en una era en que la comunicación es global e instantánea. Por lo tanto los mensajes, en este caso de los líderes políticos, cobran importancia. Para la sana convivencia democrática es fundamental cuidar de la forma que adquiere el lenguaje, ya que las falsas promesas, la descalificación personal y las ofensas solo contribuyen al desgaste de la política como sistema.
Los líderes populistas, en tanto privilegian el carisma, elaboran discursos para seducir a las masas plagados de promesas que saben, a ciencia cierta, que no podrán cumplir. En otras ocasiones gastan importantes sumas de los erarios nacionales en “regalos”, tales como bonos injustificados cuyo único objetivo es ganar el favor electoral o revertir a una opinión pública adversa.
La retórica populista busca vincularse a la emoción y necesidades materiales de las personas, sobre todo de las más vulnerables. El discurso político debe estar basado en la lógica racional y en la responsabilidad. Para ello es necesario que los ciudadanos voten en base a programas realistas y centrados en el bien común.
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