El Suicidio Asistido de Chile
El Suicidio Asistido de Chile
El manotazo estatal a las AFP y los fondos previsionales, la reforma tributaria confiscatoria, la nueva Constitución impulsada por el comunismo, la prensa y los empresarios (¡todos de acuerdo!) y la quiebra de las isapres, provocada por la misma justicia roja que encubre usurpaciones de tierras y prevarica para apresar exmilitares, son causas del suicidio asistido de Chile. Lo peor: es asistido por casi todos. El Chile anterior a todo eso morirá. ¿Te vas a quedar a verlo fallecer?
Anoche oí una conferencia en Concepción de Tomás Mosciatti, sobre lo mismo. Lo llama “anomia”, palabra de doble significado: no llamar a las cosas por su nombre y no respetar ninguna norma. Dice que el “acuerdo constituyente” es “una mascarada”. Otro periodista muy oído, Fernando Villegas, coincide conmigo en que el único propósito de dicho acuerdo es borrar el nombre de Pinochet (ver mi blog de anteayer).
Ya nos pasó Panamá en América Latina y ocupó el primer lugar. Muy luego nos aventajará Uruguay. En 2023 seremos el país que más decrecerá en el hemisferio, como en 1973. Pero entonces quedaba una “reserva moral” que hoy no se ve por ninguna parte. Yo vendería todo y me iría a Uruguay, donde los impuestos son más bajos y le permiten a uno tener inversiones en paraísos fiscales. Allá no hay encerronas, saqueos, portonazos, incendios, guerrilla de la CAM ni reinado de los narcos. Y son mejores para el fútbol. Pero no soy yo solo. Tengo cónyuge, cuatro hijos, 16 nietos, muchas casadas, 18 bisnietos. Estoy resignado a compartir con ellos el triste destino de chileno de hoy.
La justicia acá no existe, no es tal, es parte del problema. Todo lo que se refiere a fallos sobre el pasado es falso. Ver mi blog de ayer sobre el actor, exsubversivo, al cual le han regalado $120 millones del erario. Todo mentira lo de sus “torturas” y “exilio”. Al erario le están robando dinero como nunca antes se había visto y con impunidad. Nadie defiende al Estado. Al contrario, se le esquilma con aplauso general.
Y los cerebros de todos han sido tan lavados que el otro día un hijo mío me dijo: “Yo creo que Pinochet ordenó las muertes de la comitiva de Arellano”. Precisamente lo contrario de lo que pruebo en mi libro más vendido, “La Verdad del Juicio a Pinochet”. Íbamos en auto y le advertí que me iba a lanzar al camino, cosa que por supuesto no iba a hacer. Pero eso me lo dijo todo.
El próximo año y con plata nuestra se va a desarrollar la más gigantesca campaña de mentiras sobre los 50 años del golpe y de nuevo vamos a ver al comunismo, los empresarios, los diarios y la TV repitiendo falsedades igual que hoy lo hacen para forzar la mascarada constituyente.
Si puedes irte, hazlo. Así no tendrás que compartir el suicidio asistido de Chile.