FFAA y Carab
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01/12/2023
El general Juan Emilio Cheyre, un general único en su clase
En febrero del 2006, a instancias de Cheyre, se modificó la ordenanza general del Ejército de Chile, reemplazando entre otras cosas la obediencia absoluta, por el concepto de la obediencia reflexiva.
por Richard Kouyoumdjian29 noviembre, 2023
Debo reconocer que le tengo buena al general Cheyre y lamento lo mal que lo ha pasado en tiempos recientes. Tengo la impresión de que siempre ha actuado buscando el bien de Chile y de su Ejército, y que no se aprovechó del sistema como es el caso de otro general que no estuvo a la altura de las circunstancias.
El general Cheyre en el uso y costumbre de otros oficiales generales en condición de retiro, con la ayuda de Alejandro San Francisco, publicó sus propias memorias llamadas “Para que nunca más”, libro que será formalmente presentado en sociedad el 6 de diciembre de 2023, estando ya disponible en librerías para quienes lo quieran leer. A diferencia del caso del general Martínez, no tengo reparos en que el general Cheyre publique sus memorias ya que han pasado casi 20 años desde que entregó la comandancia en jefe a Oscar Izurieta, por lo que no debiera ser una complicación para el general Iturriaga, que busca hacer su trabajo en paz y tranquilidad, evitando el ruido que genera su antecesor y su búsqueda de figuración.
El general Cheyre es de esos caballeros que se desplazan con dignidad, al que el paso de los años ha tratado bien, y que hasta el día de hoy trasmiten autoridad y don de mando, que no buscan demostrar nada ya que todos saben cuánto calan, y por, sobre todo, saben de sus capacidades intelectuales, las que siempre hicieron que sobresaliera al resto de los oficiales de Ejército, siendo quizás, el más inteligente y político de los generales de su época, algo que hasta Augusto Pinochet tenía claro, sabía y respetaba.
Ya el general Cheyre había sido claro cuando, como Comandante en Jefe en el 2006, se arriesgó con su nunca más, incomprendido por muchos que no querían ver las cosas como son, y ahora se arriesga nuevamente al dejar claro que hubo mandos militares que en el 73 no estuvieron a la altura del honor militar, no reconociendo sus responsabilidades y asignándolas a sus subalternos, muchos de los cuales son los chivos expiatorios de las culpas de otros.
Reconociendo el problema originado que causó la definición de obediencia, propia de otra época y otro contexto, en febrero del 2006 a instancias de Cheyre se modificó la ordenanza general del Ejército de Chile, reemplazando entre otras cosas la obediencia absoluta, por el concepto de la obediencia reflexiva que está en el artículo 58 de la ordenanza, y que permite al subalterno hacer presente a su superior lo incorrecta, lo injusta y lo ilegal de una orden, y que exige a los oficiales determinar si las ordenes que van a dar son legales, morales y éticas.
Juan Emilio Cheyre es mucho más que un nunca más, es el general que tuvo que asumir la responsabilidad por la “Tragedia de Antuco”, pero también es el general que inicio la modernización más relevante que ha tenido el Ejército de Chile en tiempos recientes, adaptándolo a las realidades tecnológicas y estratégicas de los tiempos actuales, dejándolo por lejos como el más moderno de la región, algo que aún persiste hasta el día de hoy y a pesar de la falta de apoyo del Ejecutivo para la mantención de esas capacidades.
Cheyre, hijo de un general que le hizo ver en su minuto lo inconveniente de seguir la carrera militar, reconocido por ser justo a la vez que muy exigente, al que los mediocres tenían susto, y que lideraba con el ejemplo, ahora en su hora más compleja, enfrenta a la justicia por haber sido un joven teniente en el Regimiento “Arica” de la Serena en octubre de 1973, ya que se le asignan responsabilidades que corresponden a los que lideraban la “Carava de la Muerte”, siendo su único pecado el haber estado en ese regimiento en el momento incorrecto, en lo que es uno de esos absurdos propios con que Chile paga a sus mejores, y que puede implicar que termine sus días en la cárcel.
Obviamente recomiendo leer las memorias del general de Ejército Juan Emilio Cheyre escritas por el historiador Alejandro San Francisco. Es uno de esos libros que agregan valor, permiten conocer a la persona, entender sus motivaciones, y las razones por las cuales tomó sus decisiones, y junto con ello, repasar y entender una parte compleja de la historia del Chile reciente, de la que necesitó un “Nunca más”.
Carabineros: la lealtad con Chile
Por Gonzalo Ibáñez S.M.
El fallecimiento del general Rodolfo Stange de Carabineros no puede pasar desapercibido. En 1985 le correspondió asumir la Dirección General de Carabineros en reemplazo del General César Mendoza y, por lo mismo, reemplazó a este en la Junta de Gobierno de entonces. Este último cargo lo ocupó hasta 1990 cuando asumió Patricio Aylwin como presidente de la República. Pero, en la Dirección General, permaneció hasta 1995. Posteriormente, sería elegido senador por un período.
Larga y fructífera carrera al servicio del país, como también lo había hecho su antecesor, el general Mendoza. Entre ambos, durante casi 25 años, infundieron en Carabineros de Chile un especial espíritu de fidelidad y servicio a la Patria que ha quedado en evidencia en el papel que a esa Institución le ha correspondido cumplir en los duros momentos que ha enfrentado nuestro país en los últimos cinco años. Sin Carabineros, Chile hubiera desaparecido como nación civilizada. Y tanto ha sido su aporte, y tanta la necesidad que se tiene de ellos que, incluso los que lo injuriaban durante esos años, hoy piden una mayor presencia de ellos en todo el territorio de la República.
El recuerdo de estos dos generales permanece precisamente en lo que es Carabineros hoy día. Recuerdo que ha sido renovado por el largo número de funcionarios que han ido a engrosar la lista de los mártires de la institución. A todos ellos les agradecemos que Carabineros siga constituyendo una de las bases fundamentales del país y, junto con las Fuerzas Armadas y de Seguridad, sea efectivamente la columna vertebral de Chile.
Nota: Este artículo fue publicado originalmente por el autor en su cuenta de Facebook
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