GOBIERNO Y POLÍTICA:



GOBIERNO Y POLÍTICA:

¡Que la historia no se olvide¡…


Un 22 agosto de 1973 la Cámara de Diputados acordó representar al Pdte Allende, a sus Ministros y a las Fuerzas Armadas y Carabineros, el grave quebrantamiento del orden constitucional y legal de la República:

https://www.liberalismo.org/articulo/298/60/acuerdo/camara/diputados/

 

 

 

 

 

¿Seguirá Boric cohabitando con el enemigo en casa?

Hoy Boric cuenta con el antagonista que requiere, y esta vez es internacional: Maduro. Con este paso, que yo respaldo, aunque sea tardío, Boric se crea un antagonista nacional y además dentro de La Moneda: el Partido Comunista chileno, que viene apoyando a cuanta dictadura de izquierda haya existido en el planeta desde octubre de 1917.
por Roberto Ampuero24 agosto, 2024
Con sus sucesivas conversiones políticas, el Presidente Boric ha terminado “metiéndole inestabilidad” pero no al país, como lo soñó en algún momento el actual embajador en Brasil, Sebastián Depolo, sino a toda la izquierda chilena. Se trata de una inestabilidad que bien lo puede favorecer si busca un cargo en organismo internacional o regresar a La Moneda, y que asimismo puede beneficiar a la izquierda puesto que su traslación del jacobinismo bolivariano y refundacional (fue admirador del régimen de Caracas y se la jugó por el primer proyecto constitucional) a la postura actual de aires socialdemócratas está desplazando las placas tectónicas del sector, un sismo que encierra peligros y ofrece oportunidades.
Bien observado, desde sus inicios políticos Boric no es un Presidente “hacedor” -como Frei Ruiz-Tagle o Sebastián Piñera- sino un actor agonista, es decir, uno que para perfilarse precisa de un antagonista con quien enfrentarse. Aunque no lo parezca, Boric es una suerte de gladiador. Esto exhala su breve historial político, definido por lo que aspira a destruir, mas no por lo que puede construir. Sabíamos lo que Boric deseaba: convertir a Chile en la tumba del “neoliberalismo”, pero hasta el día de hoy -el déficit de gestión de su administración lo revela- nos preguntamos qué Chile viable desea construir y construye, más allá del que a veces esboza con retórica voluntarista. El Mandatario tiene hoy claro que lo debilita su falta de gestión y de proactividad, y que su fuerte radica no en ser “hacedor” sino “opositor”, por cierto, complejo desde La Moneda. Eso explica en parte que recién ayer definiera al régimen de Maduro como dictadura, algo sobre lo que desde hace años no hay duda en las democracias liberales.
Llama la atención que un político que se apresuró a proyectar al gobierno del Presidente Sebastián Piñera bajo una luz siniestra haya tardado tanto en captar la apariencia y esencia de Maduro. En fin, lo cierto es que hoy Boric cuenta de nuevo con el antagonista que requiere, y esta vez es internacional: Maduro. Con este paso, que yo respaldo, aunque sea tardío, Boric se crea un antagonista nacional y además dentro de La Moneda: el Partido Comunista chileno, que viene apoyando a cuanta dictadura de izquierda haya existido en el planeta desde octubre de 1917, cuando los bolcheviques se adueñaron por siete decenios del poder en Moscú. Será interesante observar cómo maneja el PC la crisis que tiene hoy Lautaro Carmona en sus manos: ¿Condenará las reiteradas injurias contra Boric, ayer llevadas a un clímax por Caracas, o callará sosteniendo que lo que lo une al Mandatario trasciende la política exterior? ¿Respaldará el PC la calificación de “dictadura” con respecto al régimen de Caracas o “pasará” pensando que debe velar primero por los cargos de que vive parte de su militancia?
Al mismo tiempo, las conversiones presidenciales abren una oportunidad dorada para quienes no comparten en el PC la línea de Carmona y consideran que deben desligarse de las dictaduras con que cargan en la mochila desde la fundación partidaria, y que en las sociedades abiertas han llevado a los partidos comunistas a su desprestigio, jibarización o extinción. El PC chileno es una excepción calcificada, una tienda congelada en el pasado, pero es también, y por lejos, el PC más influyente, poderoso y rico del hemisferio occidental, detrás del PC cubano, desde luego.
Con este paso Boric redefine y amplía más su liderazgo en la izquierda chilena. Es decir, separa aguas con los duros que admiran y justifican a dictaduras o bien callan ante ellas, y conquista apoyo en los espacios de aires socialdemócratas nacionales, donde existe un ostensible vacío de liderazgo, salvo el de Michelle Bachelet, quien como Presidenta no se manifestó tajantemente sobre el régimen de Maduro como Boric, simpatizó con la dictadura de los hermanos Castro y mostró simpatías por el régimen comunista de la extinta Alemania oriental, que conoció.   
Lo llamativo es que, al calificar a Venezuela de dictadura, Boric colocó por carambola otro tema sobre la mesa de la izquierda, uno que ha eludido en la medida en que ha podido: Cuba. Si uno concluye honestamente que la de Maduro es una dictadura, la siguiente conclusión honesta es la de que el régimen de los hermanos Castro, que lleva 65 años, también es dictadura y, aunque cueste imaginar, una peor, porque es totalitaria y pertenece a una familia, la Castro Ruz. Mal que mal, el tirano Maduro ha permitido (más bien se vio obligado a permitir) que participe la oposición en las “elecciones”, y ha maquillado de tal forma los resultados de la última que le “confirió” a través de instituciones fachada que controla 42% de la votación al opositor Edmundo González Urrutia, que se empinó por las actas a alrededor del 70%. Por otro lado, la dictadura de los Castro nunca ha permitido que postule un solo opositor en las “elecciones” y las ha ganado todas con el 98% de los votos, una cruel burla de “el faro de América” a la comunidad democrática mundial, que sólo reconocen sus cómplices.
Supongo que Boric está consciente del paso que ha dado, y que el PC está consciente a su vez de lo que significa ceder ante Maduro. Hacerlo es aceptar un aluvión que arrastrará a su paso con sus viejos nexos con partidos comunistas y dictaduras de izquierda, con importantes fuentes de financiamiento y de formación de cuadros, y con la historia elaborado con la ayuda de intelectuales orgánicos, una historia edulcorada que se remonta a la dictadura del proletariado de Karl Marx, el bolchevismo de Lenin y el estalinismo y sus gulags, su identificación irrestricta con los Estados construidos detrás del Muro de Berlín, con su apoyo incondicional al castrismo, el sandinismo y el chavismo-madurismo.                   
Consciente o inconscientemente, al escoger a Maduro como su antagonista internacional favorito, Boric ha servido a su gusto la mesa a la izquierda, y sus consecuencias redefinirán el panorama del sector y su gobierno para el tiempo que le queda. Ante esto surge la pregunta de si el Presidente, después de esta nueva conversión, seguirá cohabitando dentro de La Moneda con el enemigo.
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Roberto Ampuero
Escritor, excanciller, ex ministro de Cultura y ex embajador de Chile en España y México. Profesor Visitante de la Universidad Finis Terrae Más de Roberto Ampuero
 2 Comentarios
  1. Jaime Jankelevichdice:
24 agosto, 2024 en 00:01
Excelente artículo! La pregunta que surge es por qué, si reconoce que el “triunfo” de Maduro es fraudulento y no existe, no reconoce el triunfo de Edmundo González y declara que es el
Legítimo Presidente de Venezuela.
En segundo lugar, Boric dice que la dictadura venezolana no es la izquierda.
Leer a Chávez, a Maduro o a Diosdado Cabello desmienten esa afirmación. Si no es izquierda, ¿cree que es de derecha o de centro? Sería bueno que la prensa
le pida una aclaración al Presidente sobre este punto.
  1. Humberto Julio Reyes dice:
24 agosto, 2024 en 09:16
Voy a hacer una apuesta: Boric va a seguir cohabitando con el PC, al igual como Allende lo hizo con el PS y sus termocéfalos, que se opusieron a cualquier acuerdo para salir de la crisis que habían creado. Boric es tozudo y,si bien ha llegado a lo declarativo como concesión a los socialdemócratas, acepta tranquilamente que Maduro, en la práctica, haya roto relaciones, al expulsar a nuestros diplomáticos, retirar a su embajador y dedicarle continuos insultos.

 

 

La corrupción:

https://youtu.be/gtsZQcdXFsY?si=XdtTeMYPgGIE7HYT

 

Caso Fernando Paulsen:

https://x.com/invermel/status/1827145838306460063?s=08

 

 

 

Un claro y necesario comentario respecto de la historia contemporánea de Chile, la cual la extrema izquierda política de Chile continúa intentado cambiar en su favor: