HISTORIA VERDADERA:

Efeméride Revolucionaria a No olvidar:

 

A principios enero de 1967 se crea en La Habana, bajo el auspicio de los hermanos Castro y el gobierno de la ex URRSS la Organización Latinoamericana de Solidaridad- OLAS, dirigida por el Senador Socialista Chileno Salvador Allende y el Che Guevara.Su finalidad era luchar con el imperialismo y alcanzar el desarrollo de los pueblos por la vía armada.

En otras palabras coordinar en toda Sudamérica el levantamiento de guerrillas para alcanzar el poder por la fuerza de las armas e imponer gobiernos marxistas en todo el Continente.

Fiel a ese proyecto comunista revolucionaria caería en la lucha guerrillera, poco después, el Che en Bolivia en octubre de 1967.En todos los países a partir de entonces comienzan a surgir guerrillas marxistas en Sudamérica financiadas y armadas por Cuba como peón de URRSS en el continente.

Asi aparecen las Farc y Eln en Colombia, Tupamaros en Uruguay, Montoneros y ERP en Argentina,  Sandinistas en Nicaragua,  Sendero Luminoso en Perú, otros afines en El Salvador y Guatemala y en Chile el Mir formado por burgueses y aristócratas de izquierda en Concepción .

Todos los anteriores dejaron un reguero de muertos en el continente. Tan es así que USA para contrarrestar está ofensiva revolucionaria en el continente crea la Escuela de las Américas en Panamá.

Solo Sendero Luminoso en Perú mató cerca de 70.000 personas. Hoy algunos de ellos como el Eln Colombiano permanecen activos y se reagrupa Sendero en Peru. Estos no paran ni descansan.. En toda esta coordinación guerrillera marxista Sudamérica fue determinante Salvador Allende, esto se ha borrado de su biografía y se lo intenta hacer aparecer como un democrático Socialdemócrata, en circunstancias que era un marxista convencido, hechos como este reafirman sus convicciones revolucionarias y subversivas.

De hecho cuando cae el Che en Bolivia en octubre de 1967, los guerrilleros que sobreviven huyen a Chile por paso del altiplano y rápidamente los recoge y protege y acompaña en avión al isla de Pascua, para asegurar su huida, el Senador Allende diciendo su famosa frase que eran “Solo jóvenes idealistas”. Allende fue siempre partidario de la fuerza , el poder popular y la Asamblea Constituyente como formas de acción política.

A no olvidar .

ME

 

 

La Vuelta Larga de Piñera.

Por Fernando Thauby García

 El 20 de julio de 2020 Gonzalo Blumel entregó el cargo de Ministro del Interior del segundo gobierno de Sebastián Piñera, luego de la desastrosa gestión de la asonada del 9 de Octubre de 2019 sin poder, hasta el día de hoy, dar una explicación razonable a las causas y motivos que produjeron ese inesperado desastre político nacional.

El prólogo, de Joaquín Fermandois, ensaya una breve explicación bastante mejor que la de Blumel. Al menos transita por la causa basal representada por la muerte del marxismo y la aparición del neo – marxismo, con sus propuestas imposibles y sus exigencias absurdas. Lo increíble es que toda esa ideología enmascara lo de siempre, el afán incansable de la extrema izquierda por asaltar el poder político, en vista a no entregarlo nunca más.

La factibilidad de esa alternativa “revolucionaria” creció al calor de la pelea entre los “auto flagelantes” y los “auto complacientes” de la izquierda que todos querían creer que era la nueva izquierda democrática de Chile. Los autocomplacientes acunados en las prebendas del poder político y disfrutando -vía corrupción desenfrenada- del poder económico del Estado, y los auto flagelantes, mirando y envidiando desde la vereda, llorando la oportunidad que algunos alcanzaron a degustar en su breve e imperdonable gobierno durante la Unidad Popular.

Sin reconocerlo abiertamente, con el cadáver de la URRS aun tibio, el PC se lanzó a “remodelar” las añejas teorías marxistas. Su hombre fue, entre otros innombrables, Ernesto Laclau y su Sra. Chantal Mouffe, “peronistas” afincados en Bélgica, con su propuesta política basada en las carencias de las minorías de todas las layas y clases, exigidas con estridencia -y violencia- muchas de ellas absurdas e imposibles -y por lo misma inmensamente útiles para generar una revuelta civil-.

 Piñera fue objeto del mismo tratamiento dos veces: la revolución Pingüina de 2011 y la Octubrista de 2019, ambas capitaneadas desde las sombras por el PC y en la calle lideradas por los Pingüinos y estudiantes fracasados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile -incluyendo a alguno de sus profesores devenidos luego en diputados, y no aprendió nada.

El fin de la lucha de clases dejó obsoleta a la Central Unitaria de Trabajadores y sus similares desparramadas por toda la administración pública y alguna ramas productivas. Los nuevos “proletarios” serían” los homosexuales, los ambientalistas, las lesbianas, los veganos, los animalistas, y muchos otros, por aparecer capaces de organizarse en un espacio virtual y levantar un petitorio inclaudicable e imposible de satisfacer. No importaba que fueran incompatibles entre si, no se espera que se cumplieran, eran instrumentales.

 Piñera asumió su segunda presidencia con su habitual arrogancia. Y los “errores no forzados”, también habituales en él, comenzaron: Se “le fue la DC”, su alma mater familiar, luego vinieron, entre otros, el caso Catrillanca, que dio excusa para el “estallido vandálico tan intenso como abrupto que incluyeron ataques sorpresivos y furiosos a las estaciones del Metro”1.

La violencia de izquierda se extendió a Concepción, Valparaíso, Viña del Mar y en Santiago, a la plaza General Baquedano (rebautizada “Plaza de la Dignidad”), el FPMR hizo clases de guerrilla urbana en el Instituto Nacional, abiertamente y a escasas cuadras de La Moneda, sin que nadie dijera ni hiciera nada. Los “estudiantes” asesorados por expertos ensayaban y practicaba, pública y notoriamente, asaltos y destrucción de las estaciones del Metro2. El segundo año del Gobierno de Piñera comenzó igual que el de su primer gobierno: mal.

Piñera repitió sus desatinos habituales: llevó a sus hijos a su gira oficial a China. Lanzó la idea de los “medidores inteligentes”, viajó al extranjero mientras la economía decaía. Los “Tiempos Mejores” se habían convertido en “Tiempos Difíciles”. Un informe interno hablaba de “señales de populismo y desborde institucional en el Parlamento”. Surgieron nuevas e inconducentes polémicas. “El invierno también pareció venir de la mano de una lenta pero persistente rearticulación de la calle”3, es decir de creciente pérdida de autoridad del gobierno. Mientras tanto Piñera divagaba pensando en su “legado” en base a una enérgica actividad internacional que incluía las Cumbres de la “COP25” y de la APEC” que, eventualmente, lo llevaría al liderazgo regional.4

 Y llegó el 19 de octubre. La reacción de Blumel, Ministro del Interior y de Piñera, presidente de la República fue penosa5. Sin ninguna experiencia, pese a haber tenido ejercicios similares en su primera administración, no entendían nada, solo veía situaciones parciales sin integrarlas en un concepto estratégico. Ambos “se sienten víctimas de varias situaciones políticas y sociales que habrían evolucionado para mal” en los últimos años, pero cuya responsabilidad no los tocaba, menos aún a hacer las previsiones para evitarlos, controlarlas o reprimirlas y cumplir una de las primeras y más importantes de sus obligaciones constitucionales: mantener el orden público y hacer respetar las leyes.

El 19 de octubre, con Blumel llegando a su oficina, Boric, (si ese Boric), llama a Blumen por teléfono para comentarle la situación: “Gonzalo, lo que está pasando es serio” -Boric me hizo un pormenorizado análisis de lo que estaba ocurriendo en el Metro, “En esto no está el Frente Amplio , ni siquiera somos capaces de dimensionarlo”. Me dijo: ”Aquí hay algo nuevo, mucho más fuerte y violento”.

1 Blumel, pag 116.

2 El lugar habitual y mas notorio para estas prácticas fue la Estación Moneda, del Metro, a una escasa cuadra del escritorio de Piñera.

3 Blumel, pag 127.

4 Incluían a líderes mundiales que llegarían a Chile en cosa de semanas,

 5 Blumel pgs. 133 a 136.

 El Ministro del Interior comenta para si mismo: “Era como si se aproximase un huracán. Una catástrofe apocalíptica que arrasaría con todo y ante la cual no habría escapatoria posible”.

¡Un líder listo para enfrentar a un enemigo mucho más débil y sin legitimidad alguna, del cual Piñera y su Gobierno lo ignoraban todo!.

 “Blumel: “Seguí con un dejo de impotencia el curso de los acontecimientos. Era poco y nada lo que podía hacer frente a lo que estaba sucediendo” “Mientras revisaba la avalancha de mensajes que inundaban mi teléfono , apareció una imagen de un grupo que compartía con mi equipo de prensa. Era una fotografía del presidente Piñera en un restaurante del sector oriente de la capital. Supuse que era una fake news. O quizás un error. … Al poco rato se confirmó la noticia: “el mal cálculo o a fatalidad hicieron que se ausentara unos momentos de la Moneda para una celebración familiar. Alguien le sacó una foto …. Pocos días después este “mal calculo o fatalidad” hizo que Piñera repitiera este tipo de performances al hacerse fotografiar a los pies del Monumento al General Baquedano, en un momento en que no había vandalismo a su alrededor6. Mas bien parecía una tendencia.

Un somero análisis nos muestra a un Presidente aislado, sin organismos de planificación ni ejecución, a un Ministro del Interior desconocedor y sin la menor experiencia en el tipo de problemas que enfrentaba, pese a que venían ocurriendo desde mucho tiempo antes.

 Se puede apreciar el fenómeno frecuente en líderes poco capaces: negar y dar por inexistente todas las situaciones que los asustan, los confunden o los sacan de sus prejuicios. Todo esto se asemeja a las últimas horas de Hitler en su bunker, solo que a escala subdesarrollada y con actores de tercera. El pobre Blumel recibe de Boric, lo que considera la única información precisa y creíble. Y se la traga completa.

El balance del Ministro del Interior es increíble: “fue devastador, no solo por los heridos, los incendios y el vandalismo. Fue demoledor también por otros dos conceptos . Porque medio país en un a masiva fuga hacia la insensatez para la cual todavía no encuentro explicación, hizo vista gorda de la violencia y, además porque el Estado chileno, en términos prácticos, no pudo o no supo responder con eficacia frente a lo que estaba ocurriendo . En mas de un sentido nos desfondamos”. Twitter, Facebook e Instagram daban cuenta de nuevas convocatorias a manifestaciones y protestas para el sábado. A la consigna de los “treinta pesos”, ahora se unían “las pensiones, la salud, los sueldos, los abusos, a elites, el modelo. Pasamos de un hecho puntual a una verdadera explosión en contra del orden establecido”. “Pero lejos lo más complejo era el desconcierto que la situación estaba produciendo”.

6 Blumel pag. 138

 Nos cuenta que al cruzarse en un pasillo de la Moneda con el General Javier Iturriaga piensa que “no dejaba de agradecer mentalmente que ese tema imposible estuviese fuera de mis atribuciones”. El Ministro del Interior se siente ajeno a la violencia que demanda un estado de emergencia, siente que con la declaración de algún Estado de Excepción Constitucional”, se deshará del problema y lo entregará “a los militares”; a “La Vuelta Corta”.

Le sorprende que, a diferencia del 2010, “ahora había críticas e insultos a las FFAA, ahora amarradas con el oportunismo de los dirigentes del PC y el Frente Amplio, como Daniel Jadue o Gabriel Boric”. “Y la noche del 19 de octubre terminó con el general Iturriaga decretando toque de queda, el primero después de 30 años que no tuvo por motivo un desastre natural. El Estado de Emergencia se extendió a otras regiones del país, manteniéndose así hasta el 27 de octubre, incluyendo siete noches de toque de queda” En su ¿ignorancia? se cree responsable solo del “manejo político” de la crisis, entendiendo por político el regateo con sus pares de otros partidos políticos. Del manejo del problema entre la Clase Política y el Gobierno.

Para él, esa es “La Vuelta Larga” que se ufana de haber manejado con éxito, y el punto de quiebre fue el radical cambio de opinión de Piñera cuando luego de estar dispuesto a decretar el estado de emergencia, conversa con el Comandante en jefe del Ejército, General Ricardo Martínez, quien le plantea claramente: “Necesitamos que nos indique con claridad lo que espera del Ejército en estas circunstancias” “en cualquier caso, Presidente; vamos a cumplir lo que se disponga”.

 Piñera “lo medita” y decide no decretar estado de emergencia constitucional y en cadena nacional, informa que cede a la exigencia de los sublevados y que acepta el Acuerdo por la Paz, la Justicia, y por una Nueva Constitución para Chile. La izquierda revolucionaria y violenta, reunida en una fementida Mesa de Unidad Social emergió como la cara visible del Partido Comunista y del Frente Amplio y de los elementos más violentos y golpistas del socialismo que de inmediato llama a una “huelga general” y se da comienzo a la curiosa zaga de una constitución que tiene al país dividido, atascado y en decadencia paralizante hasta hoy, fines de noviembre de 2023, dando una interminable La Vuelta Larga.

Según Blumel, “la Vuelta Corta consistía en eludir el problema político para conseguir antes que nada, el restablecimiento del orden público, al precio que fuera, apelando a los estados de excepción y al uso de la fuerza encargando el manejo de la crisis a las FFAA” y la Vuelta Larga consistió en la búsqueda de una salida política sobre la base de un acuerdo ampliamente consensuado”. El consenso, en su punto más crítico del plebiscito de entrada y del quorum para los acuerdos de la Convención, fue negociado entre el Ministro del Interior y Boric, presidente del partido mas extremista de la izquierda y de mas escasa representatividad política real.

No se consiguió la paz social, el vandalismo continuaría por muchos tiempo mas, y lo peor, el Gobierno dejó de exigir e imponer el cumplimiento de la ley, que se reflejó y continúa reflejándose en una grave depreciación de la legalidad en beneficio de los delincuentes y en pérdida para los ciudadanos. Si alguien cree que los vándalos del “Estallido” están en compartimentos separados de los traficantes de drogas, sicarios, asesinos, secuestradores y corruptos está equivocado y la realidad nacional así lo confirma.

 Blumel muestra un grave y políticamente conveniente error de concepto, completamente inaceptable en un funcionario estatal de ese nivel: Durante los Estados de Excepción, el uso de la fuerza sigue siendo de responsabilidad suya, ella no se transfiere a ningún jefe militar. La conservación del orden y la seguridad es tarea del Gobierno, que es apoyado por los militares o otros organismos del estado, para el manejo integral de la crisis”. La responsabilidad NUNCA se delega. Sus pensamiento tranquilizadores al cruzarse con el General Iturriaga de que “no dejaba de agradecer mentalmente que ese tema imposible estuviese fuera de mis atribuciones” eran y fueron siempre infundados e irresponsables. En esta línea, también reclama que “debieron asumir que estaban operando casi a ciegas. Los informes de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) no solo no previeron el 18 de octubre sino que abundaban en generalidades y lugares comunes”. Antes del 19 de Octubre, Piñera fue presidente de Chile durante seis años, cuatro en su primer período y dos en el segundo. Cabe preguntarse ¿cómo ejerció el mando de la República completamente a ciegas?. ¿Por qué no corrigió este grave déficit?.

 “Una de las pruebas más evidentes de lo despistadas que estaban nuestras agencias de inteligencia fueron los reportes sobre la participación de agentes extranjeros”. ¿En qué se afirma esa descalificación?, es evidente que no había agentes extranjeros desfilando con uniformes en la Alameda, estaban muy ocupados en las redes sociales y en la provisión de recursos financieros a grupos delictuales que operaban en conjunto con gente del PC y del Frente Amplio, en el financiamiento del vandalismo y comprando “soldados” entre el lumpen y apoyo político en Chile y en el extranjero.

 Pero tal vez lo más grave, ¿dónde estaban los “analistas políticos” financiados generosamente con fondos reservados a fundaciones, institutos y asesores que no tomaron nota del radical cambio de estrategia del PC y sus aliados, cambiando a Lenin por Laclau?. ¿Es que Blumel no sabe nada de las ideologías y estrategias políticas de sus enemigos auto declarados?.

 Continúa: “El punto que mayor desmoralización causaba en el aparato de seguridad pública era la falta de herramientas legales para combatir el vandalismo y los desórdenes públicos”. Increíble. No se da por aludido de las expresiones de Lagos, ministro de Obras Públicas, cuando aprobaba la primera, inicial e impune destrucción de los bienes públicos de la Plaza de Armas alegando que “hay que dejar que los muchachos se expresen”. O la increíble Bachelet con su “cuando la izquierda sale a la calle la derecha tiembla”.

Respecto a la incuria y corruptela generalizada en el Poder Judicial, ensalzando su persecución perruna contra las FFAA, e ignorando su asociación obvia y evidente con los próceres políticos y empresariales para cubrir una corrupción que todo Chile conocía.

  Piñera y su extrema largueza en la provisión de personal y recursos a los Organismos de Derechos Humanos, controlados por la izquierda y asociados a los medios de televisión en forma obscena, son una pequeña confirmación de su incompetencia como líder político nacional, que terminó pagando caro.

 El penoso espectáculo de su primer gobierno arrinconado por los estudiantes secundarios dirigidos por Boric y otros de su jaez, que posteriormente sería el más contundente asesor de Blumel en la crisis de Octubre y el triste show de la Prueba de Aptitud Académica de 2019, en que el Ejecutivo hizo el ridículo más patético, negociando y siendo transformado en el hazmerreír de los niños de secundaria

El entrenamiento y ensayos terrorista previos al 19 de Octubre, a pocas cuadras del escritorio de Piñera en La Moneda, con fotos de Boric, el líder de parte de la Revuelta, pasando bajo un torniquete y la consiguiente leyenda : Evadir es Combatir, algo debieron decirle a alguien que confía tanto en su soberbia, su inteligencia, su libretita y sus lápices rojo y azul. La Vuelta Larga había comenzado mucho tiempo antes.

La Vuelta Corta, la imposición de la ley en todo tiempo y circunstancia, a todo actor nacional, grande o chico, pobre o rico, es la base imprescindible de la función estatal. Es la garantía de la existencia del pacto social, sin el cual el Ejecutivo pierde toda su respetabilidad y autoridad. Puede ser complementado o seguido por la Vuelta Larga en que la Clase Política estiba la carga y renegocia sus prebendas y acuerdos legales y los otros no tanto, pero la segunda nunca podrá ser llevada a cabo desde la debilidad, complicidad o impotencia del Estado frente a sus enemigos.

 Melosilla, 26 de Noviembre de 2023

 

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