Imposición del Orden y la Seguridad



Imposición del Orden y la Seguridad

Por una vez, digamos verdades La reciente reunión del Consejo de Seguridad Nacional, cuyo texto fue publicado por el gobierno, fue un fraude. En efecto, la ciudadanía creyó que se trataría de la seguridad que les importa a ellos y así lo dejó creer el gobierno. Pero no, el tema era darle más vueltas al manido tema de la “protección de la infraestructura” de servicios por parte de las FFAA.
Del texto quedó claro que el asunto de fondo era constatar que tanto las FFAA como el Gobierno no querían que, durante la existencia de un Estado de Excepción Constitucional específico, éstas se involucraran en la protección de la ciudadanía que vive en áreas urbanas.
Llevamos años dando vuelta al tema de las FFAA en la seguridad interna. El asunto es simple y claro: El responsable y encargado de proveer a los ciudadanos de un entorno seguro en el cual llevar a cabo su vida y actividades es el Gobierno. Todas las Constituciones habidas y por haber así lo establecen. Es el eje del contrato social mediante el cual los ciudadanos entregan parte de su libertad y su dinero al estado, a cambio de la protección de su vida y sus bienes. En Chile, la Constitución entrega esta tarea al Presidente de la República y éste lo lleva a cabo mediante un conjunto de instituciones que la misma Constitución establece.
Para enfrentar situaciones extraordinarias, la Constitución considera la existencia de Estados de Excepción Constitucional que a su vez requieren su confirmación por parte del Congreso. Este Estado de Excepción otorga al Presidente la facultad de determinar la forma y oportunidad del empleo de las FFAA en tareas de orden y seguridad. En breve, la responsabilidad de la conservación del orden y la seguridad es responsabilidad del Presidente en tiempos normales, refrendado por el Congreso en tiempos extraordinarios. Si el poder político (ejecutivo y congreso) quieren eliminar un Estado de Excepción, o modificarlo, es asunto suyo, en el cual los militares no tienen opinión. Es una elección política.
Desde otra perspectiva, la Constitución excluye a las FFAA de las tareas de resguardo del orden y la seguridad pública, pero reconoce que puede haber situaciones “excepcionales” que serán definidas y 2 juzgadas así por el Poder Político; es decir tiene claro que existen situaciones fuera de la normalidad y que se requiere el empleo de medios y recursos de fuerza excepcionales. En este caso, La misma Constitución establece que esas fuerzas son las FFAA, que tienen características de equipamiento, empleo y objetivos específicos derivados también de la misma Constitución. Son fuerzas de combate para la defensa armada y exterior de la República.
Esto nos permite apreciar que si se vive una situación de tal magnitud que el Gobierno declara un Estado de Excepción que lo autoriza a emplear a las FFAA y que éstas son, sin duda, fuerzas de combate, las consecuencias de su empleo son de su exclusiva responsabilidad, ya que el Congreso lo autorizó a emplear los recursos de fuerzas existentes tal y como son. Si quiere otro tipo de capacidades deberá fundar otras instituciones o modificar profundamente las existentes, renunciando a disponer de fuerzas de combate.
Si no era eso lo que quería, debería levantar el Estado de Excepción.
De la misma manera, deberá asumirá que el empleo de las fuerzas tendrá consigo un determinado nivel de eficacia y un probable nivel de bajas. De esta realidad es de donde surge el poder disuasivo del Ejecutivo-a través de sus FFAA- hacia los causantes del caos, que los llevará a desistir de sus empeños violentos o a enfrentar conscientemente los efectos de su elección.
Es absurdo enviar una fuerza de combate con prohibición de emplear sus medios de combate.
Los oponentes, conocedores de esa situación actuarán aún más violentamente. A contrario sensu, su aparición en la escena, estando conscientes que se empeñarán en combate en cualquier momento es, efectivamente disuasivo y las probabilidades que haya un encuentro mayor, decrecen fuertemente. La derrota de las FFAA es el primer paso de la derrota del Estado.
 Por ahora, creo que está establecido, uno, que para un gobierno tomar decisiones a medias es mucho más peligroso de lo que parece y segundo que no debería declarar Estado de Emergencia en una situación que no es tal y que no valida el empleo de fuerzas militares. Tratar de modificar sobre la marcha la naturaleza de una fuerza de combate es tentar al destino y correr riesgos imposibles de cuantificar. ¿En qué condiciones las FFAA pueden actuar con eficiencia en la protección del orden y seguridad pública? ¿Quién asume las responsabilidades políticas y operativas? ¿Quién manda que? 3 En una próxima oportunidad revisaremos estos y otros aspectos críticos de este problema.
Fernando Thauby García
Melosilla, 17 de febrero de 2024

 

𝗟𝗮𝘀 𝗰𝗼𝘀𝗮𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝘀𝘂 𝗻𝗼𝗺𝗯𝗿𝗲

GDD Rafael Vilarroel Carmona.

Esta foto muestra a quienes participaron de la reciente reunión del Consejo de Seguridad Nacional.

En conocimiento público del Acta de dicha Sesión se puede concluir que los únicos que saben del tema son los Comandantes en Jefes de las Fuerzas Armadas y el Director General de Carabineros.

Sus certeras y responsables opiniones así lo confirman. Es Obvio que quienes nunca estudiaron y menos reconocen el Concepto de “Seguridad Nacional “, puedan conducir a una solución para un País ,victima del terrorismo, narcotráfico, invadido por delincuentes y asesinos que usan y abusan de la legislación existente y por otra parte la falta de voluntad política para exactamente dar Seguridad y Desarrollo al País.

Nuestros conciudadanos, con los cuales tenemos un contacto diario y estrecho, ven con preocupación que no hay definiciones y menos soluciones, porque por ejemplo, desde el primer momento de la Tragedia de la Quinta Región, definimos la situación como un acto de “Terrorismo Incendiario” , el Gobierno y la Prensa, habla de “Incendios Forestales “, cuando el desastre y las muertes fueron exactamente en el sector Urbano y hay evidencias de inicio de fuegos en las mismas poblaciones atacadas.

Las cosas por su Nombre: Cuando las mismas autoridades de la zona han opinado sobre la participación activa y concertada de esta acción terrorista inédita y con la mayor cantidad de víctimas fallecidas y/o desaparecidas, al igual que con el “Estallido del 2019” y los incendios intencionales y acciones terroristas de la Macrozona Sur, no se reconoce, ni tampoco hay voluntad de aplicar la legislación antiterrorista .

Chile está invadido y como lo definió Piñera en su momento, atacado por Fuerzas organizadas y equipadas, con un claro objetivo de destrucción.

Mientras no se asuma la realidad y se continúe con reuniones sin sentido y palabras para la prensa, nuestro país dificilmente saldrá adelante en todo lo que significa su recuperación económica, superar la cesantía, mejorar la inversión nacional y extranjera, dar pasos certeros en seguridad de su población y territorio, etc.

Lo hemos dicho antes y sólo con el afán de cooperar y aportar experiencias , si no hay Inteligencia de Estado en forma permanente, mal se puede hacer funcionar el Consejo de Seguridad Nacional (Cosena), que tampoco tiene una orgánica ejecutiva permanente y analistas en todas las Áreas (Economía, seguridad interior, relaciones internacionales, cambio climático, inmigración, seguridad fronteriza, sequía y abastecimiento de agua etc..,y todos los aspectos que puedan constituir amenazas a la Seguridad Nacional.

Por último, mientras continuemos con una clase política, que apuesta por votos y posiciones con gritos y revueltas y sin ninguna preparación académica ni experiencias, amparados por un sistema de elecciones que permite lograr escaños con mínima votación y además posiciones en el gobierno por simpatías partidarias, no habrá solución posible.

Para ser Presidente de la República o Parlamentario basta con ser chileno y mayor de edad .
No se exigen experiencias ni currículum de trabajos desarrollado en las Áreas del quehacer nacional cada día mas complejo y exigente .

Las Cosas por su Nombre: No saben que hacer porque nunca hicieron algo ni se prepararon para ello.