Llama la atención que salvo muy escasas excepciones, los jueces elegidos para fallar materias relacionadas con los Derechos Humanos, no consideran como agravante la condición de terrorista de la supuesta víctima o que cuando ocurrieron los hechos o dentro el contexto histórico, éstas pertenecían a organizaciones extremistas o Partidos Políticos, que tenían como medio para lograr sus objetivos, el terrorismo. Y por lo contrario, los militares y policías que cumplieron misiones antiterroristas, los condenan a altas penas de cárcel, sin considerar como atenuante o eximente la condición de terrorista de su supuesta víctima.

En relación con lo anterior, es oportuno destacar, que recientemente la segunda Sala de la Corte Suprema, absolvió al oficial del Ejército Fernando Torres León, acusado de matar en noviembre de 1974 al mirista Claudio Rodriguez, quien le lanzó una granada explosiva. Pero el Ministro Mario Carroza previamente lo había condenado por homicidio calificado a 5 años de presidio menor  en su grado máximo y a continuación la Corte de Apelaciones lo condenó por homicidio simple.

Este somero relato, es sólo para destacar y demostrar la total falta de justicia para con los militares y policías en causas por los Derechos Humanos, en que el antecedente de terrorista del delincuente para los jueces, no es un agravante, pero sí merecedor de una millonaria indemnización y el antecedente de antiterrorista de militar y policía, no es un atenuante o eximente, pero sí merecedor a altas penas de cárcel..

Dr. Jaime Manuel Ojeda Torrent

PhD.Universidad Libre de Bruselas