La Leyenda de RIP

La Leyenda de RIP
Por Cristián Labbé Galilea
Pensamos todo el año con estar en “modo verano”,
desconectarnos, leer un buen libro, conversar de lo humano y lo divino, cambiar
de aire (si se puede), pero, sí o sí, con “cambiarle ropa al alma”. Afectados
por un sentimiento culposo, nos justificamos: “un poco de verano es lo menos,
después de todo lo vivido…”.
“Con dinero o sin dinero” (como cantaba Pedro
Vargas) es el turno del “dolce far niente”, y también debe ser la oportunidad
para analizar la contingencia desde una perspectiva diferente a la que
escuchamos (y repetimos) a diario: ¡qué horror!… ¿qué va a pasar?… ¿adónde
vamos a llegar?
Se preguntará mi escéptico lector: Si así lo
hiciéramos, ¿van a cambiar las cosas? ¡Claro que no!… ¡las cosas no cambian
solas!…
Muy por el contrario, nuestra responsabilidad es
hacer que las cosas cambien. Para ello lo primero es asumir otra actitud…
salirse de esa nube negra que nos hace ver todo oscuro y que nos ensombrece el
pensamiento con la pesimista sensación de: ¡…no hay mucho que hacer…, en abril
nos lloverá sobre mojado…!
Parece fácil, pero no lo es, porque en
algunos existe la tendencia holgazana de dejarse arrastrar por quienes creen
que todo está resuelto: “el plebiscito será un mero trámite y la nueva
constitución vendrá a solucionar todos los problemas: salud, educación,
pensiones… etcétera, etcétera, etcétera”.
Convencido que una acción vale más que mil
intenciones… sugiero: una sola actitud, ser positivos; un solo ejercicio,
convencer a quien se nos cruce en el camino; una sola opinión, rechazo; un solo
argumento… esto hay que pararlo en abril, si no serán dos años de
incertidumbre.
Mi experiencia en estos estivales días me dice
que: ¡sí se puede! porque “los politizados” no superan el 20%; el resto, el
ciudadano común y corriente, si bien quiere desconectarse y poco se esfuerza
por enterarse de lo que está en juego, después de una corta tertulia playera
reflexiona con sencillez… ¡okey, tenemos que ser positivos… votaremos rechazo!
Intento persuadir a mis veraniegos lectores
recordando el breve y famoso cuento “La leyenda de RIP”, cuyo título original
es: Rip Van Winkle (Washington Irving, Nueva York) que vio la luz en 1819 y que
hoy es un clásico de la literatura norteamericana; el protagonista RIP,
buscando escaparse de una situación crítica, encuentra refugio en una caverna
donde descansa y se duerme, pero al despertar se encuentra en un mundo nuevo y
desconocido. El tiempo le había quitado una vida y le había entregado una
nueva, no mejor que aquella que quiso eludir.
La leyenda de RIP nos sugiere lo que puede
suceder con quienes “se duermen” en un período clave, o no se enteran de lo que
sucede en su entorno; para ellos su futuro podría eventualmente estar RIP, pero
otro RIP más fúnebre: el epitafio latino REQUIESCAT IN PACE que, traducido al
español, significa ‘descansa en paz’.
Que tengan buenas vacaciones, pero recuerden….
¡Una cosa es descansar y otra, entregar el futuro!