LAS 400 ENMIENDAS



LAS 400 ENMIENDAS

Por Humberto Julio Reyes

Sigo pensando que la constitución que actualmente nos rige debiera ser modificada, cuando ello se acuerde y tal como se ha hecho en innúmeras ocasiones, en conformidad a las normas previstas en su texto.

Por lo tanto, no es el texto que se nos proponga en el plebiscito de diciembre una de mis principales preocupaciones.

Sin embargo, me considero razonablemente informado, justamente para votar con conocimiento de causa, sin tener que recurrir al consejo de personas que seguramente tienen un mayor compromiso con el resultado final.

Es en este orden de ideas que he participado adhiriendo a diez iniciativas populares de norma, donde mi manera de pensar se siente representada, esperando naturalmente que ellas en alguna forma queden incorporadas en el texto definitivo.

Por eso me ha llamado la atención la oposición a cualquier cambio en el anteproyecto elaborado por los expertos quienes, al representar a los partidos políticos y no la voluntad expresada el 4 de septiembre, replican el relativo equilibrio existente en el parlamento.

Especialmente curioso es que, habiéndose presentado más de 1000 enmiendas, entre las cuales se cuentan aquellas iniciativas populares que cumplieron con los requisitos para ser analizadas, han sido las 400 enmiendas presentadas por el Partido Republicano las más criticadas.

Hemos podido ver que en esa crítica coinciden desde una figura con alta adhesión como posible candidata presidencial hasta un locutor de CNN que le pone las palabras en la boca justamente a uno de los que se oponen en representación del oficialismo.

Parodiando el titulo de una antigua película: disparen sobre las 400 enmiendas.

¿Y qué pasa con las restantes más de 600? ¿Esas no implicarían modificaciones al anteproyecto de los expertos? ¿O esas sí tenían mérito para ser analizadas?

Por ello y sin pretender dar consejo no pedido, considero conveniente dejar que los consejeros trabajen tranquilos y sin presiones a fin puedan llegar al mejor texto posible.

Después, usted y yo estimado lector, junto a todos quienes cumplan con su deber ciudadano, decidiremos.

5 de ago. de 23