El General Alejandro Villagra, citado recientemente a declarar, fue impedido de contar con la asesoría de su abogado defensor, debido a que la ministro Rutherford, estimó que “tal asesoría jurídica está vedada de acuerdo al antiguo sistema de justicia que rige para los militares”.

Ríos de tinta se han utilizado en las últimas décadas para denunciar que la justicia que se aplica a los militares no es imparcial, que las normas del Código de Justicia Militar constituyen letra muerta, que los tribunales que juzgan a militares son ilegales, que las leyes se utilizan con efecto retroactivo, que a 17 millones se les juzga empleando un Código de Procedimiento Penal y a unos pocos miles de chilenos de SEGUNDA CLASE, los militares y policías, se les aplica ilegalmente el Sistema Procesal Antiguo, que se distorsiona y mal usa lo establecido en normas internacionales, que no se respetan Principios Universales del Derecho y todo ello, con el propósito de condenar a militares y policías que el pasado – al derrotar a militares de países extranjeros que operaban clandestinamente en Chile – no sólo salvaron a sus conciudadanos de caer bajo la bota totalitaria del marxismo sino, permitieron que un gobierno integrado por civiles y militares, materializaran las transformaciones más grandes de la historia, que permitieron que el Chile modesto, chato y falto de imaginación de las décadas 60 / 70, se haya transformado en el país moderno y creativo, que hoy trata de igual a igual con los países desarrollados.

El abuso sufrido por el General Villagra es deplorable y no importa que sea culpable o inocente. Lo relevante es que es militar. Es lo habitual que se materializa día a día contra quienes, no importa cuando, vistieron uniforme.

Como Multigremial, siempre hemos sostenido que los militares de ayer, hoy y mañana son un solo cuerpo y una sola alma. Es por ello, que hemos criticado sin contemplaciones, a quienes en el pasado dieron sustento a la inmoral política que establecía que quienes lucharon contra extremistas y guerrilleros, lo hicieron por decisión personal y no cumpliendo órdenes de sus mandos institucionales.

Militares de hoy y de ayer, deben soportar ilegalidades, arbitrariedades e inconstitucionalidades que han sido reiteradamente denunciadas. Infelizmente, los mandos institucionales nunca han evidenciado la menor intención de adoptar acciones consideradas en la Constitución y otra normativa nacional, que permitirían que en Chile vuelva a imperar el Estado de Derecho.

Valparaíso, 8 de Abril de 2019.-

DEPARTAMENTO DE COMUNICACIONES DE MULTIGREMIAL FACIR.