Nada me Sorprende… Nada me Interesa

Nada me Sorprende… Nada me Interesa
Por Cristián Labbé Galilea
En esta época existe una marcada predisposición
a compartir… “una buena conversa”, mucho mejor si es “con buenos amigos y
buenos mostos”. Estando o no de vacaciones, prima en verano una natural
tendencia a “la buena onda”… donde “los tontos graves” tienen poca cabida.
Por lo mismo, llama la atención que este año la
cosa no sea tan así. Algo especial se respira en el ambiente que nos dice:
“…estamos viviendo una extraña contradicción, una suerte de paradoja, que
contraviene el sentido común y que se nos revela con meridiana claridad…” ¡Oh
paradoja! Por un lado se percibe un “estado de normalidad”… y al mismo tiempo,
se percibe un estado de “angustia latente”.
Explicarse esta curiosa paradoja y tratar de
responder la pregunta que todos se hacen… ¿qué va a pasar en marzo?, o intentar
“profetizar” los próximos meses… no es algo fácil; es una compleja tarea,
incluso para los más aventajados analistas y los más visionarios augures; es
como tratar de armar un complicado rompecabezas donde cada pieza es, a su vez,
otro rompecabezas… donde faltan piezas claves, sobran difíciles acertijos y
complicados enigmas.
El Festival de Viña del Mar -y lo que ocurra en
sus cinco noches- es, sin dudas, una de las piezas clave en este confuso puzle.
Unos pesimistas presagian el caos total: “hay que ver lo que ha pasado en otros
festivales, lo que pasó en el recital del estadio de la Florida, lo que las
redes sociales anuncian para la noche de Mon Laferte… etc., etc”.
Otros, algo más optimistas, apoyados en ejemplos
como la PSU, la carrera de autos “Formula E”, piensan que se producirán incidentes,
pero que al final de cuentas “…el Festival se realizará con relativa
normalidad…”.
Se complican los pronósticos ante la dificultad
de descifrar el “acertijo”: ¿cuál será la actitud de la oposición frente a los
hechos de violencia que se sucedan en marzo? Esto porque, así como hay algunos
de ellos que piensan que los actos de terrorismo terminan favoreciendo la
opción “Rechazo”, también hay quienes los promueven y quienes creen que hay que
mantener el doble estándar:… ¡unos los condenan y otros los apoyan….!
Otro gran “enigma político”, para armar este
rompecabezas, es saber si la opinión pública terminará acostumbrándose a estos
actos vandálicos, asumiendo que son… “algo con lo que hay que aprender a vivir”
y, por lo tanto, pasen a formar parte de su frágil normalidad…. ¡cosa que, en
parte, ya sucede! (si tiene dudas… piense en la Araucanía).
Después de intentar descifrar este rompecabezas
y de escuchar este verano, con cierta normalidad y angustia, ¡ya nada me
sorprende…! Advierto a mis fieles y preocupados lectores que no es lo mismo
decir “¡nada me sorprende!” que decir “¡nada me interesa!”.
Por lo tanto… ¡es hora de interesarse…! Nadie,
por compleja que sea la situación, tiene el derecho de eximirse de su
responsabilidad política y, con ello, sepultar para siempre la Libertad que
tanto nos costó construir…