Nuevamente queda al descubierto otra mentira sobre supuestas violaciones a los DD.HH.:



Nuevamente queda al descubierto otra mentira sobre supuestas violaciones a los DD.HH.:

El informe Baquedano: Los detalles de la investigación que descartó la denuncia de “centro de tortura”

Leslie Ayala

A casi seis meses de la denuncia de un estudiante que sindicó la estación del Metro como un presunto centro de tortura post estallido social, peritajes, videos, fotografías y testimonios contenidos en un informe de la Brigada de DD.HH. de la PDI desacreditan penalmente la acusación y la fiscalía se alista para cerrar el caso.

Habían pasado solo cinco días del estallido social cuando la madrugada de ese 23 de octubre un mensaje de WhatsApp se multiplicó de forma incontrolable entre la comunidad de estudiantes de Derecho de la Universidad de Chile.

“Cabros, con mucha tristeza les comento que se supo de un centro de retención Estación Baquedano (tiene “comisaría interna”). Se encontró sangre y amarras. Anoche dos jueces del 7mo. Juzgado de Garantía (cuya jurisdicción es Santiago) dan cuenta de que se torturó gente. Supieron por el relato de un menor de edad”. Mensaje de whatsapp viralizado la madrugada del 23 de octubre.

La situación impactó a los receptores del viralizado chat y cobró aún más fuerza cuando se supo que la profesora del Centro de Derechos Humanos de esa casa de estudios, Myrna Villegas, había presentado un amparo preventivo a favor de quienes supuestamente estaban siendo vejados al interior de la 60° Comisaría que funcionaba al interior de la Estación de Metro Baquedano.

Personalidades del mundo político, como Beatriz Sánchez, no trepidaron en pedir la renuncia del entonces ministro del Interior. “INDH denuncia torturas, sí, torturas en la Estación Baquedano. Simplemente inaceptable. El ministro del Interior, Andrés Chadwick, debe renunciar hoy”, escribió. Sin embargo, una serie de piezas unidas hoy descartarían los hechos.

beatriz sanchez@labeasanchez

 

INDH denuncia torturas, sí, torturas en la Estación Baquedano. Simplemente inaceptable. El Ministro del Interior @andreschadwickp debe renunciar hoy.”

 

La denuncia tenía como origen el relato del joven estudiante Nicolás Lüer Santis, de 22 años, quien -según el recurso presentado ante el Séptimo Juzgado de Garantía- “habría sido llevado por Carabineros en la tarde en la salida de Parque Bustamante, lo habrían tomado de sus cuatro extremidades y golpeado hasta luxarle la rodilla. Según refiere, se encontraba muy conmocionado y shockeado, relatando que en la bajada del Metro Baquedano habría visto a efectivos de Carabineros, quienes habrían mantenido amarrados de las manos a ‘cabros’ y les habrían disparado a quemarropa, desconociendo el tipo de arma utilizada”.

La acción, patrocinada también por el abogado Tomás Ramírez, del denominado “piquete jurídico” de esa Escuela de Derecho, motivó a que de inmediato los jueces Darwin Bratti y Daniel Urrutia se apersonaran en las instalaciones del tren subterráneo. En ese momento había toque de queda, así que ambos magistrados fueron trasladados por personal de la Brigada de Derechos Humanos de la PDI. Una vez en el lugar no se encontraron detenidos, pero enviaron los antecedentes a la Fiscalía Oriente ante la gravedad del hecho indagado. Con esto, se dio inicio a una investigación que ya alista su cierre definitivo.

Jueces que se constituyeron en estación Baquedano ante denuncias de torturas no encontraron detenidos. Enviaron antecedentes a la Fiscalía para que se investigue el hecho.

A casi seis meses de lo que se denominó un “centro de torturas”, un informe realizado por la misma Brigada de Derechos Humanos de la PDI que ese día visitó las instalaciones policiales no logró acreditar las acusaciones de esa jornada. Tras la toma de declaraciones a más de 20 personas, el análisis de todas las cámaras de seguridad del Metro y la comisaría que ahí funcionaba, y peritajes fotográficos, se determinó que “no se logró establecer la veracidad de los hechos denunciados” y que “no se encontraron indicios criminalísticos para acreditar la efectividad del delito denunciado”.

Esta semana, Baquedano fue reabierta en medio de la pandemia del Covid-19, pero solo como estación de combinación. Sus puertas aún no están preparadas para abrirse al exterior.

Incongruencias

“No vi al interior del lugar donde me agredieron sangre o personas heridas, mucho menos precintos plásticos como los que se utilizan para amarrar a las personas, enterándome solo días más tarde que dicho lugar correspondía a una de las entradas de la 60° Comisaría de Carabineros”. Así finaliza la declaración que como testigo prestó Nicolás Lüer ante la PDI el 30 de octubre del año pasado. Luego de eso, nunca quiso denunciar formalmente los hechos ante el Ministerio Público. Tampoco se hizo parte.