Apoyados en los recuerdos, inspirados en las tradiciones y comprometidos con el futuro, estos veteranos soldados agradecemos la herencia histórica recibida, y rendimos tributo a nuestra Patria Querida y a su invicto Ejército, en el mes en que se les honra por los laureles alcanzados y por la libertad conquistada.

Patria querida… cómo decirte que: estos viejos y canos hijos tuyos, si bien no con la energía con que te entregamos nuestros mejores años, pero sí con la fuerza que da el ser parte de una tradición de honor y gloria, mantenemos encendida en nuestros corazones la llama que “sella a fuego” el compromiso de servirte… hasta rendir la vida si fuere necesario.

Patria querida… cómo nos duele el ultraje que sufres en este convulsionado presente, y cómo nos hiere ver esas generaciones de jóvenes, vacías de valores, deambular por la vida como “entes sin alma”, queriendo destruirlo todo, sin tomar conciencia que la droga de la anarquía, así como las orgiásticas manifestaciones de violenta rebeldía, terminarán por consumirlos a ellos mismos.

Patria querida… cómo atizar la pequeña luz de esperanza que aún queda en el corazón de esos patriotas que reconocen, muchas veces en actitud pusilánime, que tu grandeza es el fruto del Huaso ladino, del “Verdejo” citadino, del pícaro “Perejil”, “del Jutre y del Roto”, todos ellos remplazados hoy en la mente ciudadana, por la imagen del “joven idealista de la Primera Línea”.

Patria querida… cómo no rendir, en estas fechas, tributo a la mujer chilena, a la Cantinera, a la Candelaria, a doña Inés, a doña Javiera, todas esas hijas de esta tierra que, acompañando a tus soldados, mineros, pescadores y campesinos, ayudaron a escribir las páginas mas gloriosas de tu historia.

Patria querida… son muchas las reflexiones que en estos días se agolpan en la mente de “los viejos soldados” al ver flamear la bandera, al escuchar el himno nacional, al ver a los gallardos militares desfilar marciales a los compases de marchas que relatan en sus notas… historias de valor y entrega.

Patria querida… con la fe puesta en el futuro, invocamos al Dios Todopoderoso y a la Virgen del Carmen, Patrona de Chile, para que en su infinita bondad ilumine a este pueblo que clama por la paz y la unidad necesarias para construir un destino de bienestar y grandeza.

Cristián Labbé Galilea
Presidente
Centro de Coroneles