A raíz de la libertad condicional concedida a algunos de los condenados por violaciones a los derechos humanos, ha resurgido el tema de si los delitos de lesa humanidad -en tanto crímenes atroces- merecen o no aquella garantía. Al respecto, en esta discusión se omite un aspecto fundamental, cual es, si objetivamente ha existido un debido proceso que de manera fehaciente haya determinado que los reclusos cometieron crímenes tan atroces que merezcan calificarse de “lesa humanidad”.
Lamentablemente no existe tal certeza, puesto que todos han sido juzgados bajo el antiguo sistema procesal penal, suprimido en Chile hace más de diez años, precisamente, por arbitrario. En los fundamentos a las condenas de los militares abundan las presunciones y pruebas que serían inaceptables en un debido proceso; y, además, se pretende que se arrepientan de crímenes que jamás han cometido.
Las múltiples ilegalidades en los procesos contra los militares han sido debidamente documentadas en tres libros escritos por un abogado-marino, pero eso a nadie le interesa. Es más fácil y reditúa mucho más, centrarse en quienes gritan “no a la impunidad”.

Miguel A. Vergara Villalobos