POLÍTICA Y GOBIERNO:



POLÍTICA Y GOBIERNO:

Así se malgastan los recursos fiscales y con un valor mucho mayor que el del sueldo de Marcela Cubillos pagados por una Universidad privada:

 

 

 

*Encender las Velas y no Maldecir la Oscuridad*


Por Cristián Labbé Galilea

Diciembre trae ambiente de navidad y de término de año. Empieza a respirarse un ánimo de paz, esperanza y expectativas… espíritu de alegría y felicidad que no hace distingo entre unos y otros, jóvenes y viejos, ricos y pobres, campesinos, obreros, mineros, intelectuales, todos se unen en la esperanza de mejores tiempos.

Coincide esta fecha con la instalación de las nuevas autoridades a nivel regional y local. Gobernadores, Cores, Alcaldes y Concejales inician su periodo, y en sus electores surgen pequeños brotes de esperanza en que cumplan sus promesas, que traigan vientos favorables, y que las cosas mejoren.

Nada se pierde con soñar… pero seamos realistas, porque “a grandes esperanzas, grandes desilusiones”, situación que ya hemos vivido. Por eso, sin ser pesimista, la recomendación es manejar las expectativas con prudencia. Nos hemos desengañado tantas veces, cuesta creer que las cosas vayan a cambiar mucho.

Las nuevas autoridades tienen la oportunidad de sacar a nuestra sociedad del oscurantismo y el marasmo en que nos ha sumido el amiguismo, la corrupción, el nepotismo y especialmente la inseguridad de un gobierno inepto e incapaz. Es cierto que a lo imposible nadie está obligado, pero las grandes catedrales se construyeron ladrillo tras ladrillo, desde la base hasta el campanario.

Muchos años en el servicio público le enseñaron a esta pluma que, para que las cosas cambien, basta el trabajo en equipo, la valorización de las personas, la consecuencia, la probidad, y la voluntad de hacer las cosas bien siempre, así como el firme compromiso con los principios y valores de la libertad, el orden, la justicia, la propiedad y el bienestar.

Consecuente con ese aprendizaje, he puesto a disposición de quienes asumen en estos días, y de quienes trabajan en el servicio público o privado, la obra “NI SECRETOS NI MILAGROS”. Guía global -simple y abordable- para conseguir una gestión de excelencia.

Apoyada esta pluma en el viejo refrán “Más vale encender una vela que maldecir la oscuridad”, e inspirada en el espíritu que debe reinar en estos días, le parece oportuno entregar un mensaje de optimismo y buenos deseos a las nuevas autoridades que inician su mandato, en un contexto donde la crítica y la descalificación son el pan nuestro de cada día.

Los recién elegidos enfrentan desafíos significativos y heredan problemas complejos, pero en ellos están puestas nuestras esperanzas. Por ello la referencia a este sabio refrán, que resalta la importancia de actuar, construir, y proponer soluciones, en lugar de enfocarse únicamente en criticar o lamentar las dificultades heredadas… La sociedad está cansada de escuchar lloriqueos políticos.

Por último, esta pluma concluye que las nuevas autoridades deben tener claro que, para ser exitosos, no existen “Secretos ni Milagros”; sólo hay que hacer las cosas bien siempre; y cuando alude a “encender las velas”, se refiere a tomar la iniciativa y a ser un catalizador del cambio… Nada se logra “maldiciendo la oscuridad”, ello sólo conduce al desaliento y la desesperanza.

 

 

 

Doctor sueño

 

Por Rodrigo Ojeda

Tramas tenebrosas, personajes enfrentados y conductas siniestras en el libro y posterior adaptación al cine. Un hotel y una sensación de peligro constante, una lucha entre la vida o la muerte con personas reales y ficticias tras la pluma de Stephen King.

La trama nacional, judicial y mediática está centrada en otro hotel, el Panamericano y la habitación 719, con otros personajes y detalles escabrosos. Al parecer, el doctor Monsalve adormeció a la víctima, al presidente Boric, al gobierno y a varias de sus ministras; al feminismo y a la perspectiva de género.

El letargo del gobierno y del oficialismo es llamativo y cuestionable

La reconstitución del plan Monsalve es sorprendente y siniestro, a ratos sobrepasa lo ficticio. Es que Monsalve utilizó a mansalva todos los recursos disponibles a su antojo, antes y después del hotel. Los distintos testimonios, declaraciones y filtraciones recrean con detalle la cacería humana ejecutada por el formalizado. Un cazador y un plan que sobrepasa cualquier cortejo entre personas adultas y libres.

El cazador vestido de negro había marcado a su presa y víctima previamente.

El doctor sueño utilizó señuelos, antes y después de la habitación 719. Usó a su favor el cargo, jerarquía y confianza más allá de la víctima. El encargado de la seguridad nacional, hoy imputado por la gravedad de los delitos sexuales, dice “no recordar nada”.

Un poderoso que previo a dejar el cargo en el palacio tomó decisiones y movilizó recursos públicos en su favor. Un encantador de serpientes que cambió versiones mezcladas con amnesias ante sus jefaturas; ahora dicen que el encargado de la seguridad expuso al palacio, pero cuesta creer que no existan filtros adecuados ni servicios de inteligencia a la altura de los desafíos y crisis actuales.

Los propios protocolos de perspectiva y de acompañamiento laboral quedaron en el papel y en las buenas intenciones, en lo concreto en el palacio hay incompetencias, contradicciones y un posible encubrimiento (red de apoyo).

El “amiga yo te creo” es letra muerta, un fósil sociológico del progresismo y feminismo

¿Cómo hubiese actuado el frenteamplismo y el comunismo ante un caso similar con el gobierno anterior? Una pista, con marchas, pañuelos, alertas y puños en alto. Universidades en paro, tomas, claustros y otras presiones sociales. Marchas con banderas palestinas y dedos culpando a la estrella de David. Diciendo que hay que detener el avance del patriarcado y el fascismo. El libreto trasnochado de siempre.

El dicho “pueblo chico, infierno grande” aplica al Palacio de La Moneda

En sus pasillos y oficinas se escuchó, previo a la denuncia formal, lo sucedido con trascendidos y reuniones privadas. Varios asesores y funcionarios (con sueldos millonarios) conocieron el “caso Monsalve”. Hoy, se ofenden al escuchar que al parecer existió un “pacto de silencio” y eventual encubrimiento.

Es de esperar que la comisión investigadora de los diputados recopilé información y que el trillado “caiga quien caiga” se cumpla con los involucrados por acción u omisión. Que no sólo despidan a mujeres.

Gracias a la prensa libre, que tanto molesta a algunos en la izquierda vociferante, varios recordamos que “la prensa debe incomodar al poder”. Tras la publicación vespertina el poderoso Monsalve quedó expuesto, formalizado y considerado un peligro para la sociedad sujeto a prisión preventiva.

El autodenominado gobierno feminista navega sin rumbo, sus motores son la soberbia e indolencia; no supieron manejar política ni comunicacionalmente el huracán Monsalve y ni siquiera se sonrojan, olvidaron la perspectiva de género y culparon al empedrado.

La ministra del ministerio de la verdad y vocera ha recobrado la voz y pide no sacar ventajas políticas ni utilizar el caso del exsubsecretario, dice que hay límites y que en “política no todo vale”. Un insulto a la memoria y a la sensatez de la ciudadanía, son los mismos que llamaron a refundar (quemar) todo y hoy nos piden que confiemos en ellos y en las instituciones.

En paralelo, el presidente Boric dice que “en Chile nadie está por sobre la ley”, pero de alguna forma el “Colectivo Las Tesis” tuvo razón con su “hay un violador en tu camino” y el “macho opresor”. Las vueltas de la vida, la culpa no fue de ella, ni de la comida peruana ni de su vestimenta, ya que el riesgo estaba en el propio palacio.

La crisis de seguridad y de confianza que se vive en Chile llegó hasta La Moneda. Por ahora, la perspectiva de género quedó en las caletas, en instructivos, capacitaciones y demases, pero nadie la aplicó en la cuadra más custodiada del país. Un palacio con modorra entrampado entre el “no recuerdo nada” y el “voy a responder todas las preguntas”.

La trama continúa…

 

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por Arca News el martes 26 de noviembre de 2024.

 

 

 

La rana atemperada

 

Por Pilar Molina 

La rana que se mete al agua tibia que se va calentando gradualmente, hasta causarle la muerte es la metáfora que mejor interpreta la situación de Chile. Hay innumerables situaciones que revelan que las condiciones se deterioran progresivamente y no hay ninguna reacción para detener el peligro, que puede terminar siendo mortal.

Los países no mueren, pero se convierten en Estados fallidos y ejemplos tenemos varios a la mano, de agonía permanente sin nunca fenecer, lo que es peor, porque impide a esas naciones apostar por una refundación.

Es lo que ha pasado con la seguridad en Chile. Nos hemos ido adaptando al deterioro progresivo de las condiciones de vida cambiando rutinas y tomando resguardos, pero el problema de fondo sigue intacto: que hoy el crimen organizado y el narcotráfico se han apoderado de este país, de la mano de extranjeros violentos y de próceres que apoyaron la violencia para llegar al poder.

Pero el agua atemperándose peligrosamente está también con las políticas erráticas que desalientan la inversión, el crecimiento y, consecuentemente, el empleo. Hemos retrocedido 10 años, creciendo bajo el promedio mundial desde el segundo gobierno de Bachelet y esta administración tendrá incluso un resultado peor al de la Presidenta socialista, que era el más malo. Pero hay una parte de Chile que tiene el poder para impedir retomar el crecimiento, aunque sea inmoral porque ellos no lo necesitan. Tienen ingresos asegurados en el aparataje político, pero los más vulnerables, sí y desesperadamente.

Vemos aguas ganando temperatura y acercándose al punto de ebullición en situaciones puntuales sólo de la última semana. Al martes hubo una escalada de encerronas en cuatro comunas que terminaron con tres personas asesinadas y un cuarto baleado en el tórax y el brazo. El miércoles balearon en el rostro a una niña que iba en auto con su madre y asesinaron a un adolescente en Peñalolén. Nada extraordinario para un país que ya se adaptó a suspender las clases cuando hay narcos funerales y donde las personas, adaptadas a los turbazos, portonazos y asaltos, sólo aspiran a que no les disparen y los asesinen.

Algo muy parecido ocurre en La Araucanía y otras tres regiones del sur. Hemos ignorado que son cientos de miles los afectados por un agua quemante que les quitó la paz. La crítica situación la hemos enfrentado con estado de excepción, sabiendo que no es ninguna solución porque los militares que patrullan ciertas carreteras no están operativos para enfrentar el narcotráfico y el crimen organizado para el robo de madera que reemplazó las reivindicaciones territoriales. Hasta el Presidente Boric ha calificado de terrorismo los delitos en la zona que incluyen asesinar a tres carabineros y luego quemarlos. Pero el gobierno busca que nos conformemos con que el estado de excepción (lo ha decretado 30 meses) han disminuido los atentados y los agricultores conviertan en costumbre sembrar con Plan Siembra y a cosechar con Plan Cosecha para evitar que indeseables extorsionen de locales. Esta administración exige a las forestales hacerse responsable de los incendios deliberados per se y a los subcontratistas asumir como parte del escenario diario un atentado imprevisto que los puede dejar en la calle.

Tampoco hay ninguna reacción de fondo para impedir de una vez los ingresos clandestinos y masivos que suman 120 mil desde el inicio de este gobierno y que van gradualmente deteriorando las condiciones de los chilenos. Aquí el curso de la temperatura la deciden los ilegales y los chilenos se adaptan a 1 millón 600 mil extranjeros, muchos de ellos delincuentes, que no pueden ser reconducidos a los países limítrofes, por decisión de Boric, y tampoco a Venezuela, por responsabilidad de Maduro, y las expulsiones son marginales. La ley en trámite en el Congreso no va a sustituir la falta de convicción para enfrentar el problema y el peligro creciente de una nueva oleada venezolana cuando Trump asuma en Estados Unidos y endurezca las restricciones porque en Chile no se castiga el ingreso ilegal, se puede trabajar sin papeles e incluso legalizarse. Esa era y es la política del Frente Amplio que nos recordó hace unos días el jefe de sus diputados, Felipe Sáez, y por eso nadie se sorprendió cuando Boric le quitó la urgencia al proyecto, que tuvo que reponerla ante la crítica incluso de sus aliados del socialismo democrático.

Donde la rana ya se quemó literalmente es en educación. La temperatura del agua fue subiendo lentamente a costa de movilizaciones violentas desde 2011 que la izquierda defendió con el slogan de “no criminalizar la protesta social”. Y entró en fase de ebullición en los ex liceos emblemáticos con las reformas de Bachelet 2.  En vez de mejorar sus resultados (“gratuita y de calidad”) se consagraron como escuelas de violencia, destrucción de infraestructura y fábricas de molotov para enfrentar a carabineros. Mientras se recuperan los 35 heridos del INBA con los juguetes combustibles que almacenaban al interior del colegio, la comisión de Educación realizó una sesión extraordinaria el martes para analizarlos hechos, pero estamos tan acostumbrados a la violencia de los overoles blancos, los lanzamientos de bencina a los rectores y las rectorías, que se excusaron de asistir los ministros de Educación y de Salud.

Por supuesto que, con la violencia estudiantil naturalizada, la izquierda votó en contra la indicación que aprobaron 73 diputados para que los alumnos que sean sancionados por la Ley del Aula Segura, por actos graves en la etapa escolar, no puedan beneficiarse de la gratuidad de la educación superior el año siguiente a su egreso.

¿Tendrá un punto final de deterioro el Transantiago?  Parece que no porque esta semana conocimos que respecto a 2009, sus costos aumentan 185%, los subsidios suben 87%, pero los usuarios caen en un 51,2%. Hay menos de la mitad de pasajeros, mientras la evasión se dispara al 42,8%, desde 15%, en 14 años. Claro que podía mejorarse, pero las autoridades han elegido el peligroso camino de la conformidad de la rana.

No puedo terminar la columna sin dejar de mencionar la permisología, donde también normalizamos que es lícito impedir que Chile sea desarrollado torpedeando todos los proyectos. Los buenos y los malos por igual. No hacemos nada por cambiar que después de la ardua tramitación ambiental los jugadores sean devueltos al casillero cero, para hacer consultas indígenas no solicitadas antes o para empezar el juego en otro tablero, el judicial.

Como nos vamos hundiendo lentamente en diferentes sectores, buscando flotar en condiciones que empeoran en forma gradual sin remedio, el peligro inminente es que el agua empiece a hervir sin que podamos saltar fuera.

 

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por El Líbero el sábado 23 noviembre de 2024.