Política y Gobierno



Política y Gobierno

 

 

*SER COMUNISTA*
(Nicolás Kipreos)

La Ministra Vallejo, miembro del Partido Comunista, pidió a Chile Vamos, honrar la voluntad de los acuerdos de Piñera y como si fuese poco, hasta se dio el lujo de preguntar si no era ya hora de dejar las mezquindades y salir de ese círculo vicioso donde la oposición le hacía la vida imposible al gobierno.

La verdad, hay que ser muy cara dura, primero para sacar a colación al ex-mandatario fallecido, cuando el Partido Comunista ni siquiera tuvo la delicadeza de asistir al funeral del ex Presidente Piñera, en un claro reflejo que para el partido no hay espacio para gestos de humanidad o respeto republicano, demostrando así que la ideología está por sobre Chile. En segundo lugar, sus declaraciones son francamente impresentables porque el PC lideró no solo una oposición desleal y dañina a Piñera, sino que además quiso derrocarlo.

Este comportamiento no solo subraya la falta de compromiso del PC con los principios básicos de convivencia y respeto mutuo, sino que también alertan sobre las implicaciones que su mayor influencia podría tener para el futuro político y social de nuestro país. Ellos no saben de respeto, de jugar limpio. El mejor ejemplo es la reacción desmedida de Carmen Hertz al discurso de Gabriel Boric en el funeral del ex Presidente Piñera, que pone de manifiesto la coherencia del Partido Comunista con un discurso de odio y división. Hertz, en su fervor, ha logrado ilustrar de manera cruda la postura intransigente de su partido, resaltando cómo, en su esencia, el respeto por los rituales republicanos y la convivencia democrática son sacrificados en el altar de la ideología.

Chile debe estar por sobre las diferencias, pero esto no está dentro de las coordenadas de un partido que no tiene más patria que la socialista, pero Camila Vallejo igual se valió de las circunstancias para retomar la discusión sobre pensiones. La misma que se ausentó del funeral del ex Presidente Piñera, alegando problemas de salud, ahora busca “honrar” la memoria de Sebastián Piñera tergiversando la verdadera voluntad del ex mandatario en materia previsional. Se trata de una maniobra política de la peor calaña que revela que el oportunismo de la ministra vocera de Gobierno no encuentra límites, extendiéndose hasta el punto de desafiar el “ser comunista”.