¿Porqué la propuesta constitucional es mala?



¿Porqué la propuesta constitucional es mala?

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LA DESTRUCCION DE LA NACION EN CIERNES. XIII.

 

¡Que dice Chile!

Toribio recurre al nombre de un programa de entretención conducido por un personaje del ambiente televisivo y que muy poco o nada aporta a la cultura, como si esta última no pudiese ser entretenida. Lástima que no se aproveche esa estructura con fines de difundir materias que aporten a las artes y a la educación, como por ejemplo de la historia de Chile, cuya enseñanza prácticamente ha desaparecido de la aulas, dando lugar a que personajes encargados de redactar una nueva constitución afirmen que Antofagasta perteneció previamente a Perú; o en igual sentido que dicho puerto fue boliviano de origen, en circunstancias que solo perteneció a Bolivia entre 1866 y 1879, producto de una cesión que hizo Chile a dicha nación en un tratado que esté último posteriormente no cumplió.

Pero eso es harina de otro costal aunque no deja de ser de suma importancia. Esta modesta pluma tampoco abundará en las desacertadas decisiones del mandatario al designar a embajadores entre los miembros de su parranda estudiantil como pago de servicios prestados, en países con los cuales existen estrechos vínculos históricos, de tradición, cultura y comerciales, etc., despreciando a funcionarios de carrera y nombrando en su lugar a chabacanos que se han constituido en el hazmerreír en Argentina, España y una vergüenza para nosotros; de igual modo paso por el alto la ordinariez del mandatario en una conferencia de prensa en Canadá -considerando sí, que su antecesor cayó en lo mismo y con banda presidencial- y su tortuoso diálogo pretendiendo el idioma de Shakespeare. Es lo que hay, pudiendo haber sido mucho mejor.

¿Qué opina Chile? El Mercurio hace unos días hizo una entrevista a diversos personajes acerca del contenido que debería tener un acuerdo político si ganara el Rechazo. Formaron parte de esta consulta dos exministros y un ex subsecretario pertenecientes a la DC; un exministro de Justicia del P.R; un destacado académico y director de empresas que en su juventud militó en el MAPU; un senador de R.N.; dos presidentes de partidos de Chile Vamos; una destacada abogado y expresidente del T.C; y una historiadora independiente del IES. Si bien las preguntas no fueron exactamente iguales, sin embargo, se puede colegir lo siguiente en términos generales:

Existe prácticamente criterio unánime -salvo algunos matices- en concordar si el Rechazo gana, en: 1) buscar un acuerdo político transversal, semejante al del 15 de noviembre de 2019 para elaborar un nuevo proyecto con un plebiscito de salida; 2) reconocimiento de los pueblo originarios sin indigenismo y sin sobre representación; 3) pluriculturalidad; 4) rebajar los quorum para modificar la C.P. vigente; 5) Estado Social de Derechos; 6) la igualdad ante la ley y el derecho a decidir libremente sin que el Estado decida por uno.

Otros de los aspectos mencionados fueron la autonomía y el equilibrio de los tres poderes del Estado; la Independencia de la Justicia, del Tribunal Constitucional, Ministerio Público, Contraloría General de la República, SERVEL y Tribunales Electorales; revisar el sistema de nombramiento de los jueces y la independencia económica del Poder Judicial; obviamente no faltó quien afirmó incluir la perspectiva0 de género; y disminuir el presidencialismo considerando un sistema semipresidencial con un Primer Ministro.

En concordancia con lo anterior los tres presidentes de los partidos de Chile Vamos han dado manifiestas intenciones de buscar ese acuerdo en el caso de triunfar el Rechazo. Por su parte el presidente del Partido Republicano, declaró que es falso plantear que para mejorar las urgencias sociales los cambios necesiten de este proceso constituyente, citando como ejemplo el tema de las pensiones, reafirmando además los deseos de cambios en libertad, cambios para el progreso y si la herramienta en esa dirección es modificar la Constitución, por supuesto que estamos presentes. Luego agregó: Si me dicen que el 5 de septiembre vamos a hacer un acuerdo que implica cambios constitucionales para urgencias sociales, sí, pero no per se.

Lo que los chilenos debemos tener perfectamente claro, es lo que establece la Constitución en su artículo 142. ..Si la cuestión planteada a la ciudadanía en el plebiscito ratificatorio fuere rechazada, continuará vigente la presente Constitución; opción de Toribio, aunque está consciente que la decisión estará en manos de los “señores políticos” que elegimos en las pasadas elecciones.

El peligro a que nos enfrentaremos los chilenos de triunfar el Apruebo, no tan solo radica en el tipo de Estado en que nos transformaremos: plurinacional, indigenista, desigual, con distintos sistemas de justicia, racista, desprecio absoluto al derecho de propiedad y a la libertad de elegir, etc., etc., que la pluma de Toribio ha denunciado en columnas de anteriores; sino en una que ha sido muy poco comentada y desconocida, incluso por convencionales que la aprobaron: La eliminación del Estado Excepcional de Emergencia, que dará luz verde sin ninguna restricción al terrorismo desatado que se podrá extender a lo largo de todo el país, no descartando que surjan nuevos movimientos subversivos, incluso entre las mismas comunidades mapuches que disputarán sus trofeos de guerra. Será como tirar y abrazarse, recurriendo a la jerga futbolística cuando el arco esta desguarnecido. Pero los chilenos que gozamos de cierta comodidad y seguridad en la RM, Valparaíso y otras grandes ciudades, no reaccionaremos hasta que seamos presos de la violencia a la que hemos contribuido con nuestra pasividad y silencio, emulando a Piñera mientras degustaba pizzas con sus nietos y ardía Santiago en llamas.

  Fernando Hormazábal Díaz

Si estimas de interés ruego difundir

 

 

LA PRECUELA DE LA PESADILLA …

Dos líderes comunistas discutían hace tiempo acerca de cómo liquidar el “modelo chileno”. Uno le decía al otro:
“Tenemos que convencerlos de que es un fracaso, que provoca desigualdad y crea pobreza”. El otro le replicaba:
“Pero si ha reducido la desigualdad de 0,58 a 0, 48 según el índice Gini y ha reducido la pobreza de 60 % a 8 %. Si no son imbéciles.”
“Sí, son imbéciles” replicaba el otro. “Si les repetimos suficientemente y a voz en cuello que su modelo ha creado desigualdad y pobreza, te lo van a creer. Como decía el camarada Lenin, si los hechos contradicen lo que nosotros decimos, peor para los hechos”.
“Pero si el modelo los ha puesto a la cabeza de América Latina y viven en paz y prosperidad. No van a querer cambiarlo por otro como los de Venezuela o Cuba. No son tan imbéciles”
“Sí, son tan imbéciles. Verás: si nosotros les sumimos el país en la violencia, destruimos e incendiamos todo ¿tú crees que van a seguir tan felices con su modelo?”
“Pero es que tienen buenas y caras Fuerzas Armadas y Carabineros y los usarían para aplastar nuestra violencia. Si no son imbéciles”.
“Es que sí son imbéciles”, le replicaba el otro. “Si los convencemos de que usar las armas contra nosotros es un atropello a los derechos humanos, no las podrán usar y los derrotaremos. Nuestra violencia se impondrá y de puro miedo te entregarán hasta la Constitución, para que hagamos otra a nuestro gusto. Y además crearemos el Ministerio de DD. HH. y el Instituto de DD. HH., y los pagarán ellos y sólo servirán para defender a los nuestros y condenarlos a ellos. Dime si no serán imbéciles. Y después desmantelaremos a sus Carabineros y a sus Fuerzas Armadas hasta que hagan lo que nosotros decimos”.
“¿Cómo puedes creer que se van a auto condenar y que van a financiar organismos para anular a sus propias fuerzas armadas para combatir la violencia? ¿Tan imbéciles los crees?”
“Por supuesto. Es que lo son. Mira, repitiéndoselo suficientemente los podemos convencer de que, si se defienden, serán acusados como violadores de derechos humanos, igual que Pinochet”.
“¿Y cómo los vas a convencer de eso?”
“Pues, proclamándolo en coro hasta el cansancio y en todos los lugares donde se junte gente, hasta en los estadios. Si unos pocos lo cantan, al poco rato lo cantarán todos. Mira, si a esta gente le repites suficientemente algo, terminan por creérselo y se ponen a repetirlo ellos hasta en sus diarios”.
“Pero es que no pueden ser tan imbéciles”.
“Sí, pueden. El recordado compañero Luis Corvalán siempre decía: ‘Presiónenlos, presiónenlos, hasta que hagan lo que nosotros decimos’. Él siempre supo que eran imbéciles. Por eso fue un ‘grande de la historia de Chile’, como decía ¡uno de ellos! cuando se murió Volodia Teitelboim”.
“Con eso sí que me convenciste: tienen que ser realmente imbéciles.”