Un Chile más justo y más humano
Un Chile más justo y más humano
Hoy 2 de septiembre de 2022, se cumplen 11 años desde que mi papá, Felipe Cubillos se subía a ese CASA 212 rumbo a Juan Fernández, convencido del poder de la sociedad civil en la solución de problemas públicos. Cae viernes, igual que ese día que nos dimos el último abrazo, y que cambió mi vida para siempre. Es complicado explicar lo duro que es perder a un papá a los 16 años, porque la verdad es que nunca lo perdí, si no que su trascendencia me permitió seguir conociéndolo todos estos años, y especialmente, motivándome a lograr nuestro sueño común, un Chile más justo y más humano.
Sería muy difícil explicarle el Chile actual, es muy distinto a ese país unido que presenció el 27 de febrero de 2010. Diferentes circunstancias nos llevaron a los chilenos a ver las cosas de maneras muy distintas, tanto así que en dos días más nos veremos en las urnas, obligados a elegir entre dos opciones que plantean definir como debemos relacionarnos como sociedad. Y tal como una vez nos dijo, soy una convencida de que la derrota de la libertad no se debe a la fuerza de sus detractores, si no que, a la debilidad de sus los defensores; y por eso hoy, en este día que para mí representa tantas cosas, me permito escribir esta publicación, sin pretender apropiarme de cual sería su opinión.
Vivimos en un país tan polarizado, que dar nuestras opiniones nos acobarda por el miedo a ser cancelados, pero creo que nuestro nuevo Chile tiene que ser capaz de aceptar opiniones contrarias para así encontrarnos en nuestras diferencias. Por eso, estoy convencida de que un país más pacífico, libre, justo, sostenible con más oportunidades, es posible, con diálogo, respeto y esfuerzo. Lamentablemente, creo que esto no se logra con la propuesta de constitución que se busca aprobar este domingo. A pesar de su origen democrático, la Convención Constituyente no estuvo a la altura. Se prometió la casa de todos, y fue solo la casa de algunos, sin perjuicio de que existan ciertos artículos que podrían recogerse en una constitución posterior, interpretada armónicamente, creo firmemente que significa un gran retroceso para nuestro país.
Estoy convencida de que Chile no se puede conformar, y que nuestro amor a la bandera nos obliga a defender nuestras convicciones, por eso, independientemente de lo que pase en el plebiscito, sin triunfalismo ni revanchismo, tenemos que seguir trabajando por una Constitución que nos una, con mínimos comunes que nos permitan crecer en tolerancia, paz, con oportunidades, de manera sostenible y con un estado de derecho sólido.
Un abrazo al cielo papá, aquí seguiremos trabajando para lograr ese Chile que tanto soñaste, tu único sueño pendiente.
Florencia Cubillos Toro
Abogada
Fecha de publicación: 2 de sept. de 2022