UNA GRAN AMENAZA PENDE SOBRE CARABINEROS



UNA GRAN AMENAZA PENDE SOBRE CARABINEROS

Si formalizaran al general director Ricardo Yáñez, ¿qué motivación podría tener la oficialidad y los carabineros para actuar cuando se requiera, si pende sobre sus cabezas el riesgo de ser acusados de violadores de DD.HH. y perderlo todo?

por Jaime Jankelevich7 enero, 2024

Partió el año con un sismo noticioso, cuál es la solicitud de formalización del general director de Carabineros Ricardo Yánez, por su eventual responsabilidad en el delito de omisión “de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves y homicidio” durante su gestión como encargado de Orden y Seguridad durante la revolución de octubre. Además, el fiscal Xavier Armendáriz pidió formalizar también al exgeneral director Mario Rozas y el exsubdirector, el general Diego Olate, ambos retirados.

Las interrogantes que esta acción de la fiscalía genera son múltiples porque han pasado 51 meses desde el 18-O y cabe preguntarnos por qué ahora se les ocurre intentar formalizar a estos oficiales y al general director en ejercicio; un general que está en buena sintonía con el gobierno, cuenta con el apoyo formal del Presidente y la institución está en buen pie y tiene mucha confianza ciudadana.

Es difícil encontrar justificaciones a esta formalización porque no debemos olvidar que la izquierda, a través de Baltazar Garzón, la Comisión Chilena de DD.HH. más otros juristas, presentaron un escrito en marzo de 2021 a la CPI, pidiéndole a la Corte  que  investigue, acuse e inicie un juicio al Presidente Sebastián Piñera y a sus colaboradores civiles, militares y policiales, por “crímenes de lesa humanidad” que habrían sido “cometidos de manera generalizada y sistemática” desde octubre de 2019.

Esto muy acorde con la posición que tenía el entonces diputado Gabriel Boric, quien en TV  y en un debate con Jadue para las primarias, emplazó directamente al Presidente Piñera, diciéndole: “Es insólito que a cuatro exministros de Estado de un gobierno que ha violado los derechos humanos en democracia, de manera brutal, no se le haya hecho ninguna acusación con respecto a eso”, agregando: “Sepan que a quienes sean responsable vamos a perseguir nacional e internacionalmente con todas las vías de la ley, así es que señor Piñera, está avisado”.

Pero no les resultó lo que querían, porque nueve meses más tarde, en diciembre de 2021, la misma Corte Penal Internacional desestimó la acusación por presuntos delitos de lesa humanidad, y explícitamente señaló en esa ocasión que “la oficina del fiscal, después de evaluar todos los antecedentes disponibles, descarta fundadamente que existan antecedentes sobre situaciones que puedan ser consideradas delitos sobre los que la Corte Penal Internacional tenga jurisdicción, concluyendo que las situaciones que le han sido comunicadas carecen del mérito necesario para abrir un examen preliminar de las mismas”.

Si la CPI desechó esas acusaciones, cuyo máximo propósito era intentar “pinochetizar” al Presidente Piñera y su gobierno, a los oficiales de las FF.AA. y Carabineros y a la derecha, por el tema DD.HH. y reforzar así lo de los 30 años ¿por qué insistir en lo mismo ahora, presentando acusaciones que guardan similitud a las que presentaron Garzón et al?

Se explica porque la izquierda radical -el FA y el PC- desean terminar con Carabineros tal como es hoy y harán todo lo posible para lograr su objetivo. Lo expresaron reiterada y claramente durante el octubrismo. ¿Se acuerdan del Perro Matapacos, de los ACAB, de la refundación institucional, de las bombas molotov contra su personal?  Y si se defendían, ¡estaban violando los DD.HH. de las personas pues! No es raro entonces, que los querellantes que presentaron la causa contra el general Yáñez, como lo publicó el viernes El Líbero, sean abogados cercanos al oficialismo e incluso una de ellas es una actual funcionaria del Ministerio del Interior.

Si formalizaran finalmente al general director, ¿qué motivación podría tener la oficialidad y los Carabineros para actuar cuando se requiera, si pendiera sobre sus cabezas el riesgo de ser acusados de violadores de DD.HH. y crímenes de lesa humanidad por quienes quieren terminar con la institución? ¿Estarán dispuestos a actuar, si de hacerlo pueden perder su carrera, su futuro, incluso ser destituidos de inmediato, aún sin comprobar su responsabilidad?

Y de ocurrir la formalización, ¿podría el general Yáñez seguir al mando de la Institución?

Esta situación es de las que mayores consecuencias podría causarle a Carabineros y a todo el país, en la peor crisis de seguridad de nuestra historia. No se entiende el afán de la Fiscalía en insistir en un tema que la izquierda ha tratado de demostrar hasta el cansancio en las más altas instancias mundiales, sin lograrlo.

¿Por qué tanta inquina contra una institución que en tres años más celebrará sus 100 años de existencia? ¿Es un nuevo intento de la izquierda radical para refundarla, quitarles su presupuesto y limitar su accionar?

Si lo lograran, todo Chile lo va a lamentar y el crimen organizado va a festejar.

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JAIME JANKELEVICH

Bioquímico y consultor Más de Jaime Jankelevich

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 2 Comentarios

  1. Carlos Souper Quinterosdice:

7 enero, 2024 en 02:26

Muy de acuerdo en el fondo de lo planteado. Sin embargo, dos acotaciones, existe el DELITO de responsabilidad de mando??? Código, ley, artículo porfa, para no seguir repitiendo slogan y estupideces de zurdos subversivos. Y la segunda, hay un dicho que dice, como pecas pagas, este General Director ha liderado la política de dar de baja inmediata, aún no habiendo ni siquiera una mera formalizacion…..

  1. Humberto Julio Reyesdice:

7 enero, 2024 en 09:57

Acertado análisis el de don Jaime. Quisiera agregar que esto comenzó hace años, siendo evidente que, más allá de castigar eventuales violaciones a los derechos humanos y otorgar cuantiosas reparaciones, se evidencia el propósito de inhibir «a futuro», lo que en gran medida se ha ido logrando con el paso de los años y que quedó en evidencia durante la asonada octubrista cuando el personal que debió defender con sus armas los asaltos a los cuarteles, no lo hizo. Lamentable pero así estamos.