Ofertas de la semana y otras yerbas

Toribio afirma que pocas veces habíamos visto en tan corto tiempo a un gobierno ofrecer una variedad tan grande de “jugos.” Sin duda alguna, que el mayor exprimidor ha sido la Cancillería que pese a su experiencia como asesora a diferentes mandatarios y como ex mandamás de la Comisión Interamericana de DD.HH. no ha dado el ancho, y todo parece indicar que solo es una “yes woman.” No vamos a repetir los desaguisados del mandatario largamente conocidos, siendo uno de los últimos el affaire con el embajador de Israel, que ante versiones de sus intentos por tratar de cambiar la absurda resolución del mandatario, en vez de quedarse callada, afirmó que el presidente Boric había hecho lo correcto. Por otra parte, tampoco se ha notado su mano en la designación de embajadores: El hecho de mantener a China y Brasil sin nuestros representantes, y en este último caso esperando -al parecer- que salga Lula elegido como presidente para que se le dé el okey a Sebastián Depolo, otro alumno en práctica y amigo de Boric, célebre por su frase “le vamos a meter inestabilidad al país porque vamos a hacer transformaciones profundas,” derrotado en las elecciones de gobernador en la RM se le dio este funeral de primera clase. Otro ejemplar es la “flamante” embajadora en Argentina, con un historial en la CUT y como parlamentaria, donde no brilló especialmente por sus buenos modales y actitudes tan poco dignas, que parece repetir al presentarse con zapatillas a una reunión.

Pero el “Oscar” se lo lleva nuestro embajador en España, Javier Velasco, que pese a su currículo académico y mérito de ser primera generación de universitario en su familia, ha sido tema desde su presentación personal ante el rey de España y una sucesión de hechos que están lejos de prestigiarlo. Parodiando a un exministro, Velasco parece ser más embajador del Apruebo Dignidad que de nuestro país. Sus controvertidas declaraciones en el Foro de Nueva Economía en Madrid, en el marco de la suscripción de nuestro país al acuerdo con la Unión Europea, concitó la reprobación de la ex Concertación -que ahora es parte del gobierno- en particular del expresidente Lagos, cuando expresó: Pero un estallido de esas dimensiones no es una cuestión baladí. Para que llegáramos a eso se requirieron 30 años de políticas que profundizaron la desigualdad, 30 años de un país percibiendo eso de forma cotidiana.” Declaraciones que sin embargo, el mandatario lejos de criticar, las defendió.

A lo anterior se suman variadas fotos que han sido virales en las redes, subidas por su propio entorno, donde lo muestran comiendo -al parecer langostas- y en otra bailando con una copa en la mano, en la calle, que no tendrían nada de particular, porque muchos lo han hecho; pero de ahí subirlas para que todos se impongan, es como mucho. En particular donde se observa que acaricia los pies a una dama tendida en el asiento trasero de un automóvil -ya como embajador- que han merecido severas críticas -menos de los senadores Desborde y Latorre- y un fuerte llamado de atención a nombre del mandatario hecho por la ministro Urrejola. ¿Cuál fue el afán de publicarlas?  Decir aquí estamos,  hasta donde hemos llegado, me importa un pito lo que digan. Ahora me toca disfrutar. Toribio lo asemeja a aquellos jóvenes que por vez primera tienen un automóvil y andan a gran velocidad, con los vidrios abajo y el volumen de la radio “a todo chancho” y mirando ufanos a sus vecinos en un semáforo e hinchando el pecho como pavos reales; somos los dueños del mundo. Ahora abundan porque no los compran, sino son productos de los portonazos y encerronas.

Si mi querida madre aun viviera habría dicho “son unos pinganillas,” traducido al léxico coloquial, hoy día: picantes, torrantes, flaites u ordinarios, lo que nada tiene que ver con la situación económica social, pues se da en todas las esferas.

            Ojo con la designación de embajadores, es cierto que ha existido siempre una muy mala práctica de designar embajadores políticos, como asegura la Canciller, pero para pagar favores políticos hay que elegirlos con lupa. La Asociación de Diplomáticos de Carrera, ADICA y los diplomáticos de carrera en retiro han hecho fuertes y justificadas críticas al respecto. Por otra parte a José Rodríguez Elizondo, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales, se lo vengo escuchando desde hace muchos años, la necesidad de profesionalizar el servicio diplomático, y una de las formas es valorar a los funcionarios  de carrera en las embajadas más importantes. Los favores políticos -que no deberían existir- háganlo con designaciones que no dañen la imagen país. Hay que terminar con los hechos producto de la falta de la debida consideración y las malas prácticas de la diplomacia profesional, como lo acierta el décano de la prensa en el día de hoy.

Para culminar en esta oportunidad con los personajes que dan jugo, tenemos al “incomparable” ministro de Economía, que suma a su haber, afirmar que no tiene importancia el alza del dólar, porque los chilenos compramos en pesos chilenos y que tampoco afecta la inflación; ahora agrega que no le asusta que se vayan empresarios e inversionistas. Toribio se pregunta -como es mal pensado- si el señor Grau que oficiaba de profesor Universitario ¿Habrá obtenido su título al igual que la supuesta doctora Michel Bachelet?

Sorry, apunta el náufrago, pero no podía dejar de citar la “aventura” de la ministro Tohá que si bien no se arriesgó a recibir balazos en su visita a la Araucanía, tuvo un caluroso “rechazo” e incluyó la reunión con las víctimas, lo que no estaba previsto.

VAMOS POR UN NUEVO RECHAZO

Fernando Hormazábal Díaz

General de Brigada (R)