Por Roberto Hernández Maturana

Hoy, la izquierda y el mal llamado “mundo progresista”, pone el grito en el cielo, se escandaliza, y monta toda una operación comunicacional contra la postulación presidencial de José Antonio Kast, por pasadas declaraciones del recién electo diputado republicano Johanes Káiser en las que ironizó sobre el voto femenino de la izquierda, diciendo que: “cuando las mujeres dejan de ir al parque a trotar porque tienen miedo de inmigrantes que las pueden violar, pero siguen votando por los mismos partidos que están trayendo a esa gente (por los inmigrantes irregulares), tu realmente te preguntas si el derecho a voto fue una buena idea”.
La ironía de Káiser (por la que se ha disculpado públicamente), ha causado una reacción histérica de la izquierda, que en forma artera ataca a José Antonio Kast, quien no tiene ninguna vela en este entierro, pero olvida y calla convenientemente que existe una acusación contra su candidato Gabriel Boric, por acoso sexual, por  hechos ocurridos en 2012, cuando era presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, y que en su momento fuera ratificada por Emilia Schneider, recién electa diputado transgénero por el Partido Comunes, integrante de la coalición del Frente Amplio, quien planteó que los hechos denunciados “son verdaderos”, lo que le valió dos funas al todavía diputado Boric.
El doble estándar y manoseo de la información al que nos tiene acostumbrados la izquierda, es vomitivo., mirando para el lado cuando hay alguien se sus filas involucrado en hechos deleznables y razgando vestiduras cuando les conviene.