En la Hora Más Oscura



En la Hora Más Oscura

Veo el video de la votación del senador Kenneth Pugh (RN, exalmirante) diciendo que siempre estuvo y votó en contra de una nueva Constitución y ahora volvía a estarlo y votar “no”. Me reconforta y coincido con él. Pero hoy en El Mercurio no aparece entre los cuatro que, se informa, votaron en contra de satisfacer ese oscuro deseo de los comunistas: cambiar la Constitución para agigantar el Estado (que ellos manejan) y reducir  nuestras libertades..

 

Aparece la última encuesta CEP y revela que ese tema, “una nueva Constitución”, no se encuentra entre los 15 principales que son de preocupación para los chilenos. Y que, entre todas las instituciones, las peor evaluadas son los partidos políticos. ¿Y qué muestra la realidad?  Que el Senado se dedica de lleno a ese no-tema, el cual, sin embargo, puede delinear un futuro sin libertad. Y que quienes lo manejan son los peor evaluados. Ergo, hay crisis debido a que los problemas son otros y los chilenos tienen miedo frente a ellos. Y la derogación de la Constitución agrava la incertidumbre general.

 

Esas actuales tinieblas chilenas me recuerdan “la hora más oscura” de Churchill. Los entreguistas de Chamberlain (los Macaya y Chahuán de entonces, partidarios de ceder) eran mayoría política aparente. Churchill no quería rendirse ante Hitler. Camino al Parlamento, se baja repentinamente del auto y se sube al metro. La gente lo reconoce y él les pregunta: “¿Qué debo hacer?”. Y la gente, jóvenes, viejos, le dicen “No se rinda, no se entregue jamás”. Llega al Parlamento reconfortado, reafirmado. Lo dice en su discurso y es aclamado. Los entreguistas son finalmente derrotados. Y en la guerra termina venciendo a Hitler y obteniendo la victoria final.

 

Lo que le dijo entonces a él el pueblo inglés es lo mismo que nos dice el pueblo chileno a través de la CEP. No a la rendición ante el comunismo, que quiere cambiar la Constitución. Esto no es tema para la gente. Sus problemas son otros. Que los entreguistas no se salgan con la suya. Los partidos políticos evitan ilícitamente el plebiscito de entrada, porque saben que lo van a perder. Entonces el pueblo mayoritario les ganará el de salida, Cambian ilícitamente el art. 142 para ocultar el significado del triunfo del 62 %. Quedan impunes. Pero, entretanto, los que no queremos otra Constitución nunca dejaremos de luchar. Y ahora bregaremos por un plebiscito revocatorio del mandato del principal destructor del país y generador de sus reales problemas, el presidente de la República. Tiene 24 % de apoyo y 61 % de rechazo. en la CEP. Traducción a la realidad: los más repudiados, los partidos políticos en general y los comunistas en particular (el peor evaluado de la encuesta es Teillier) no pueden arrogarse el derecho a delinear nuestro futuro. La nueva Constitución no es tema actual.

 

No nos entregaremos, como lo hacen los partidos y las élites, Ya que nos dejan sin alternativa por la cual votar, (lo que, de paso, es inconstitucional) ganaremos el plebiscito de salida. Y, si podemos, terminaremos anticipadamente el mandato del principal destructor de la prosperidad nacional que manda hoy en el país.

Hermógenes Pérez de Arce