Días atrás salieron a protestar los más importantes cineastas, productores y también actores de la cinematografía nacional, para manifestar su rechazo a la decisión del BancoEstado, de dejar de aportar los 200 millones de pesos que anualmente entregaba para distribución a una docena de películas chilenas. Películas cuya  gran mayoría con una temática destinada a desprestigiar directa o indirectamente a la derecha y promover las banderas de lucha de los partidos políticos de izquierda. Por lo tanto el BancoEstado, hoy bajo el control de la derecha, no podía seguir pagando para que sus adversarios utilicen ese dinero como medio de propaganda política enemiga. Como el hacer parecer en sus películas a los terroristas de izquierda que actuaron antes y durante el Gobierno Militar, como héroes de la patria y no como lo que fueron asesinos por razones ideológicas de civiles, militares y policías.

 Es un hecho irrefutable que la gran mayoría de los cineastas, actores, artistas y todos los relacionados con las artes y las letras, en Chile y en el mundo son de izquierda. Es más, normalmente también son los más destacados a nivel nacional e internacional y ello debido a que tienen patológicamente una sensibilidad infantil e ingenua alma por lo social, lo que los hace presa fácil de la ideología de izquierda y con especial debilidad por la carnada comunista, que les ofrece entre otras la utopía de la igualdad 100%.

Tan ciegamente asumen la ideología de izquierda estos intelectuales y artistas, que crean obras especiales para ensalzar los dictadores más crueles violadores de los Derechos Humanos del mundo, como por ejemplo Pablo Neruda con loas a  Estalin y Fidel Castro.

La verdad que la decisión tomada por el BancoEstado, es a todas luces política, su directorio de derecha no quiere seguir análogamente entregándole munición al enemigo para que los siga asesinando propagandísticamente. La misma medida debiera tomarla la Corfo, que al año otorga sobre mil millones de pesos para diversos proyectos del área audiovisual.

Finalmente y como sana medida en bien de las artes y las letras, toda ayuda del Estado,deben ser sólo y exclusivamente para obras que contribuyan imparcialmente al bien cultural y la cohesión de los ciudadanos y no como forma subrepticia de propaganda política.  

Dr. Jaime Manuel Ojeda Torrent

Analista Político Militar