No nos debiera llamar mayormente la atención, que siempre sea el mismo sector político, el que se oponga a que se apruebe una nueva ley antiterrorista, la que realmente inhiba a estos delincuentes, quienes son identificados como los más crueles criminales del mundo. Además que por esencia, son reconocidos internacionalmente, como claros violadores de los Derechos Humanos, pero menos en Chile, que duda cabe.

Hay que reconocer que esta conducta pro impunidad terrorista, deriva de tres hechos fundamentales, el primero, que históricamente este mismo sector eligió el terrorismo con fines políticos durante el Régimen Militar o es heredero de estos delincuentes, segundo, que los terroristas que han actuado en democracia, pertenecen a este mismo sector político o adhieren a su ideología e incluso reciben su protección legal y apoyo logístico, y tercero, que los terroristas no tiene a sus militantes como objetivo político criminal. 

Es muy posible que la nueva ley antiterrorista se aprobará pero con limitaciones, siempre y cuando un dirigente de este sector sea asesinado por un terrorista, que es la hipótesis menos factible. Mientras tanto los terroristas continuaran libres o condenados a penas de cárcel irrisorias.

Dr,Jaime Manuel Ojeda Torrent

Analista Político Militar