Por José Francisco Cuevas Vila

Nuestro país los últimos 15 años, con mayor intensidad durante el gobierno anterior perdió el norte. Dejó de preocuparse de lo urgente, y se empezó a llevar al país a un camino sin retorno. 

La verdad de lo ocurrido en Chile entre el año 1967 y 1973, ha sido desvirtuado por la conveniencia y supuesta supremacía moral de partidos de izquierda y centro izquierda. Generando mayores grados de división entre los Chilenos. Aquí no se busca dar a conocer la realidad de lo acontecido, sino buscar la ventaja política y el monopolio de la defensa de la dignidad y cuidado de la vida por parte de la izquierda.

Pero la realidad que veo a diario es una izquierda que busca el aborto libre, que se cuadra con cualquier dictadura de izquierda como Cuba o Venezuela, y no tiene el más mínimo compromiso con los DDHH, cuando no se trata de sacar una ventaja política. Ellos sólo cuestionan el gobierno militar de Pinochet.

Lo ocurrido en el Sename, la muerte  de al menos 1.313 niños y adolescentes al cuidado del Estado, tampoco lo crítico y castigo la izquierda cuando eran gobierno. Se preocuparon más se blindar a una inepta Ministra de Justicia, como Javiera Blanco.

Este claro doble estándar, no ha sido combatido ideológicamente por los políticos de derecha, los cuales son igual de culpables por dar esta supremacía a la izquierda. Con una silencio y pasividad intolerante. 

También se ha empezado a sacar o censurar a quienes piensen distinto, aplicando un totalitarismo ideológico, donde oponerse a las ideas, criticar gobiernos o simplemente ser un adversario, es casi una incitación al odio, las casos más expuestos, son el de Fernando Villegas, Patricia Maldonado y Sergio Melnick. 

Yo defiendo valores y principios que alguna vez defendió la derecha con fuerza. Entre ellos están el derecho a nacer, el derecho preferente de los padres a educar a sus hijos, la importancia de la familia y la iniciativa privada, sobre todo a las microempresas y pymes, quienes sufren de condiciones abusivas diariamente, en un mercado concentrado y poco competitivo. Ahora si esto es ser facho o de ultra derecha, es solo un síntoma más de lo transnochado que esta nuestro país. Es simplemente sentido común.

Para terminar es importante que se justifique la existencia del Estado, quien debe cumplir un rol mínimo, garantizar seguridad y justicia. Ahora la izquierda se ha puesto al servicio de la defensa de los delincuentes y no de los ciudadanos pacíficos. Con lo cual su supremacía moral, no sólo es cuestionable sino inexistente. 

José Francisco Cuevas V.