Al ver hincado al dictador de Corea del Norte ante Donald Trump, los norteamericanos, verdaderamente  norteamericanos, deben haber experimentado una gran satisfacción y un legítimo orgullo por su Presidente, ya que les está devolviendo la dignidad a su país,  le gusta a quien le guste o moleste a quien le moleste. Trump ha demostrado que cumple su única y gran promesa, ” EE.UU., primero y por sobre todos”  y para ello aplica los principios de la guerra, utilizables también en la paz por cualquier empresa, sin importar su dimensión, desde una PyME., hasta un país, como los EE.UU. principios como : iniciativa, sorpresa, libertad de acción,  ataque, sorpresa y centro de gravedad, logrando imponerse con dignidad valentía frente a naciones, zánganos de su país como México y algunos países europeos o que eran temidos o una amenaza como China, Rusia y Corea del Norte.

A Trump no le manejan la agenda,  por respeto a quienes lo eligieron, jamás los traicionará permitiendo que los partidos de oposición le impongan condiciones, ni menos les rendirá homenajes a notables personajes de la oposición. Nunca lo veremos en un panel, respondiendo, lo que estima quiere escuchar el opositor que lo interroga. Tampoco saldrá de la Casa Blanca a tirar bolas de nieves con su esposa, para que lo vean más cercano, ya que sabe que la gente no es tonta y se dan cuenta que está actuando, él no está para ridiculeces.

Trump no es un presidente veleta o que está donde calienta el sol. Jamás habría perdido territorio de su país y tampoco habría permitido ser basureado por un Presidente de otro país por demanda de territorio. Donald Trump no entregará nunca la autonomía legal de su país a organismos internacionales como la Haya. Que envidia no tener un Presidente como Donald Trump, recordemos que el nuestro para congraciarse elecionariamente con la izquierda, habló pestes de él y ahora no haya la hora de que lo invite a la Casa Blanca con que cara digo yo.

Finalmente una faceta muy particular, él siempre ha tenido un gran respeto y admiración por sus Fuerzas Armadas, ya que las conoció siendo un militar más y tiene una especial consideración por la familia militar, pero muy especial con  los veteranos de guerra.

Dr. Jaime Manuel Ojeda Torrent

PhD.Universidad Libre de Bruselas