Alberto Mayol se enoja conmigo porque motejé a Marx como un timador. Pero aunque Marx haya creído, y fervientemente como fue su caso, su equivocada interpretación de las leyes de la historia, no por eso dejó de engañar a la gente.

Hace falta cierta dureza de los términos porque aquí no se trata de un saber o conocimiento inofensivo de la filosofía o sociología. Bajo la inspiración de Marx se han instalado las dictaduras más terribles del siglo XX, con algunos apéndices en el siglo XXI, basadas en el odio asesino de clases, con la promesa de que al final la clase obrera iba a terminar nadando en la abundancia. Y lo cierto es que la única dictadura comunista que está en camino de lograrlo, China, es aquella que en la práctica dejó, hace 50 años, botado el comunismo de Marx y adhirió al capitalismo.

Con su habitual humildad científica, Einstein decía que bastaría que uno de los físicos detractores de sus teorías demostrase que estaba equivocado, para que él se retractara. En el caso de Marx, son muchísimas más las demostraciones de su error. Siguiendo a Mayol, diría que hay dos tipos de ignorancia. El que simplemente no sabe, y el que no sabe pero cree que sabe.

Enrique Goldfarb