El Ministro de Justicia adelantó que al regreso de su gira por el Asia, el Presidente de la República zanjará la nueva carta para el máximo tribunal de justicia, y uno de los candidatos que tiene menos posibilidades de ser elegido como Ministro de la Corte Suprema, es el juez Javier Moya, debido a que presenta una clara particularidad ética, que es muy mal mirada y no practicada por la izquierda parlamentaria, la que deberá participar en la elección del nuevo Supremo.

La clara particularidad ética del  juez Moya, es que fue preso político durante el régimen militar y, por probidad en su función pública, éticamente se ha inhabilitado en casos vinculados a las violaciones de los Derechos Humanos, argumentando una suerte de conflicto de interés.

El  estándar ético legal del juez Moya, lo enaltece ante la ciudadanía y frente a sus pares, a diferencia de jueces que  por sus fallos y comentarios, expresan su posición política  en materia de DD.HH. o denotan su odiosidad ideológica  para con policías y militares, del Régimen Militar.

La verdad, que este estándar ético, de inhabilitarse cuando hay conflicto de interés político, tampoco  está presente en los Senadores y Diputados pertenecientes a Partidos y organizaciones que practicaron el terrorismo, antes, durante y después de la Dictadura. Es así como interpelan, acusan constitucionalmente y votan leyes relacionadas con los Derechos Humanos. Esta conducta fue patética en la interpelación del Ministro de Justicia y en la acusación constitucional en contra de los jueces Supremos que fallaron en contra de sus intereses políticos.

Dr. Jaime Manuel Ojeda Torrent

PhD.Universidad Libre de Bruselas