La experiencia histórica chilena aconsejó a los constituyentes de 1980 conferir un papel a las FFAA en el respaldo de las instituciones de la República. En efecto, episodios de la vida política interna entre la revolución de 1891 y el pronunciamiento de 1973, ambos inclusive, específicamente crisis políticas derivadas del incumplimiento de las normas constitucionales por parte de los partidos o sus dirigencias e incluso de determinados gobernantes, hicieron necesaria la interferencia de las FFAA, justificando el que fuesen denominadas garantes de la institucionalidad en la Constitución del 80.

¿Qué varió en Chile, particularmente en estos últimos años, para apartarlas de esa trascendental tarea? ¿No estamos viviendo en la Macrozona Sur un alzamiento de proporciones en manos de grupos terroristas, fuertemente armados, que actúan fuera de la ley? ¿Qué pretenden los que hoy cuestionan el Estado de Excepción Constitucional de Emergencia? ¿Cómo es posible que hoy impere la ley del más fuerte en un territorio soberano, donde la policía no puede ejercer su mandato por falta de respaldo y garantías? ¿No es prudente de una vez por toda enfrentar a esos grupos, donde actúan incluso extranjeros, financiados por el robo de madera, el narcotráfico y ONGs de izquierda extrema?

Hoy estamos viviendo nuevamente situaciones donde el Estado de derecho es atropellado e incumplido por grupos que actúan fuera de la ley (terroristas, delincuentes y narcotraficantes) que sobrepasan a las Fuerzas de Orden y Seguridad y que imponen la presencia activa de las FFAA, únicas preparadas para enfrentarlos. En otras palabras, ante el atropello manifiesto a las normas fundamentales, frente al cual los órganos institucionales aparecen unos sobrepasados y otros capturados, por lo mismo, inoperantes e ineficaces para restablecer las bases del Estado de Derecho; que en la Araucanía incluso afectan seriamente la integridad territorial, las FFAA deben intervenir para ayudar a reestablecer la tranquilidad y la soberanía.

Más de 1.500 atentados se han registrado solo este año, con muertes, heridos graves, quemas de maquinaria, camiones y trenes, toma de predios, cortes de caminos, robos, barricadas y más. Veremos la próxima semana quién es quién cuando se tenga que votar la prórroga del Estado de Excepción Constitucional. Aquellos que la rechacen claramente estarán amparando el terrorismo y la violencia. Tendrán que votar Provoste y Boric y sus aliados. Veamos qué pasa, aun cuando les anticipo que ambos la rechazarán, además de votar a favor del 4to retiro y a favor de la acusación del Presidente. El país les importa un carajo. Se sirven solo de el para sus fines de poder y bienestar.

Nicolás Kipreos Almallotis