1.     El Poder Judicial.

a.      A esta altura de la contingencia, la ciudadanía recién comienza a percibir el comportamiento de algunos jueces -no son pocos- que, aprovechando el sistema garantista del actual sistema procesal, han dado rienda suelta a sus idearios políticos o bien, han sido presa de la monarquía del miedo. Sin embargo, desde que se cambió al actual sistema procesal, discriminando a los miembros de las fuerzas armadas y de orden para ser juzgados por el antiguo, como lo son hasta la fecha, hay demasiadas evidencias, que más que justicia ha imperado la venganza y que la prevaricación ha sido un hecho de la causa, al no observar las normas del debido proceso; hacer uso de ficciones jurídicas como el secuestro permanente; utilizar la presunción de culpabilidad en vez de la inocencia como amerita la ley; no aplicar la ley de amnistía vigente, que si favoreció a todos los subversivos y criminales detenidos durante el gobierno militar; inaplicabilidad de la prescripción penal, etc., etc.

b.      Durante estos treinta años de democracia se ha ido conformando una verdadera dinastía con algunos jueces, que han hecho aspaviento de la cantidad de militares procesados, por cuanto ello constituiría un buen precedente para continuar en el ascenso de su carrera, y los que se mantienen al margen ello, observando estrictamente la ley, aplicando el debido proceso y verdadera justicia, son cuestionados en el Congreso, quienes deben ratificar su nombramiento para optar a la Corte Suprema, como está siendo realidad en la actualidad. Hasta el propio presidente de la Corte Suprema de Justicia aludió en la ceremonia del juramento de los nuevos abogados, a la independencia del poder judicial sujeta a las presiones del entorno, reconociendo así un cáncer enquistado en el poder judicial.

c.      En las últimas semanas ha circulado por las redes sociales una grabación telefónica, acompañada de dos fotografías que supuestamente corresponderían a dos dialogantes, en que queda meridianamente claro las maniobras que realizan algunos magistrados para ocupar un estrado en el máximo tribunal de justicia, técnica habitual que es conocida en el ambiente de los tribunales como el “besa mano”, donde el obispo, papa o también llamado el padrino”, que extendería su mano y daría su aprobación se encuentra en el Congreso. En la grabación se escucha en repetidas oportunidades “habla con el Guido”, o “voy hablar con el Guido” o alguna expresión semejante, pero en ninguna ocasión se menciona el apellido, de manera que los malos pensados que suponen que sea el senador Guido Girardi, no existe tal antecedente, a pesar que sea el único miembro del Senado con ese nombre, pero fácilmente se podría tratar de otra persona, porque no por el hecho que haya estado vinculado en el pasado con el montaje que se hizo del senador Coloma, podemos cargarle la mano de todos los males que acontecen en la Corte Celestial. Dejémoslo hasta ahí no más, sin  perjuicio que el mencionado personaje es un habitué de los medios de comunicación, especialmente en matinales, donde goza como pez en el agua hablando de lo humano y divino, pero siempre con el hacha dispuesta a cercenar la cabeza de algún opositor.

d.      Para muestra un botón. El Senado del Olimpo criollo, en días pasado rechazó el nombramiento del magistrado Raúl Mera, integrante de la quina elaborada por la Corte Suprema y propuesto por el gobierno para integrar el máximo tribunal de justicia de nuestra república, pues no alcanzó los dos tercios exigidos por la ley para obtener su nominación. ¿Cuáles fueron las razones? Ninguna atribuida a sus méritos profesionales, sino un fallo confirmado por todas las instancias judiciales que exoneraban de responsabilidad a Carabineros por una supuesta tortura y asesinato de dos peligrosos subversivos integrantes del FPMR que además de asaltar e incendiar el retén de Los Queñes y asesinar a un miembro del cuerpo policial, huyeron y posteriormente sus cuerpos fueron rescatados del río Tinguiririca. De esta manera el Senado se convierte en un tribunal calificador de todos los jueces del país. Desgraciadamente el juez Mera se resistió a ser parte del “besa mano” y tocar con sus labios el anillo del “padrino, papa u obispo, supuestamente identificado como Guido. Mediante esta corrupta costumbre en el transcurso de los años se ha constituido un tribunal con integrantes que preferentemente, a pesar de no haber encontrados pruebas en casos de derechos humanos, han fallado en contra de presuntos inculpados, lo que constituye un ultraje al Estado de Derecho.

e.      Pero el sistema procesal vigente, en extremo garantista en favor de los inculpados ha sobrepasado todos los límites. Pues la opinión pública ha podido constatar fallos que no resisten mayor análisis, como en el caso de dos jóvenes, Francisco Solar Domínguez  y Mónica Caballero Sepúlveda, que en el pasado, juzgados por colocar bombas en el frontis de la Agencia Nacional de Inteligencia y en otros edificios, incluyendo la Iglesia de los Sacramentinos, fueron absueltos de los cargos por falta de antecedentes probatorios, y compensados con una jugosa indemnización de 100 y 80 millones de pesos respectivamente, que el Estado, es decir todos los chilenos financiamos. Esto les permitió viajar a España, donde fueron juzgados y declarados culpables de colocar una bomba en la basílica de Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza; y condenados a pagar con cárcel solo cumplieron parte de la pena impuesta -4 años- y fueron expulsados. De regreso a Chile, nuevamente se encuentran procesados por el envío de dos encomiendas bombas: A la Comisaría de Carabineros en Huechuraba que hizo explosión con graves daños tanto a la infraestructura como a funcionarios; y la otra, que fue detectada a tiempo enviada a la oficina del exministro de Interior, Rodrigo Hinzpeter.

Otro casos también sorprendentes -y por citar solo aquellos que más han conmocionados- son: en San Antonio, el juez Pablo Flores dejó en libertad a dos individuos que en un control vehicular por Carabineros fueron sorprendidos llevando armas y municiones en la maleta de su vehículo; ante del recurso de queja presentado por el gobierno, fueron juzgados por segunda vez y nuevamente dejados en libertad.

Recordemos la actuación de los tres jueces de la Corte de Apelaciones de Rancagua: Elgueta, Vasquez  y Albornoz acusado de decenas de casos irregulares, como el que investigaba los abusos sexuales y encubrimientos, delitos cometidos por sacerdotes de la iglesia católica; el nombramiento irregular hecho por Vázquez en favor de su hija en el Juzgado de Santa  Cruz; a lo que se sumó una serie de actos ilícitos que los llevaron a la expulsión del poder judicial, tales como el tráfico de influencias, cohecho y nombramientos irregulares.

Todo parece indicar que el sistema procesal no ha dado los frutos que se esperaban, pues la puerta giratoria ha seguido funcionando o definitivamente no existe. Los más recientes y de mayor impacto, han sido los casos de las dos jóvenes violadas, que, ante la tardanza y poca efectividad de la justicia y la falta de apoyo del Estado, optaron por el suicidio. Los chilenos nos preguntamos ¿cuántas jóvenes se espera que sigan suicidándose cuando han sido violadas y la justicia ha resultado además de lenta e incompetente, deja sin medidas precautorias a los presuntos inculpados. Algo huele mal en Dinamarca y no son precisamente los quesos.

f.       Pero la gota que rebasó el vaso y que demuestra el estado catastrófico en que se encuentra nuestro sistema judicial consternando a todo Chile, es el caso de un criminal que, pese a la solicitud del fiscal de cadena perpetua por la gravedad del delito cometido al dar muerte a su conviviente y a su hijo de 9 años, fue condenado el año 2005 a 27 años de prisión. Hugo Bustamante, el asesino del tambor, fue dejado en libertad el año 2016, habiendo cumplido tan solo once años de reclusión, contando con la benevolencia del magistrado Silvana Donoso, pese al informe negativo de Gendarmería; no creo que sea su orientación política haya influido en su decisión, según fotografías que la muestran blandiendo banderas en una manifestación callejera, impropio según mi parecer de un juez de la república. El hecho es que este criminal hace tan solo unos días dio muerte a la hija de su nueva pareja, Ámbar Cornejo, una joven de 16 años y la enterró después de  cercenar su cuerpo, en un sitio cercano a su casa.

       El sistema no solo huele mal, está podrido.

Fernando Hormazábal Díaz

General de Brigada (R).