La Divina Comedia en Chile

               Estoy seguro de que me considerarán exagerada mi analogía al referirme a la situación que afecta a nuestra patria con el infierno de Dante en la Divina Comedia, pero basta analizar brevemente cada uno de los círculos para constatar que hay abundante material para su inclusión en cada uno de ellos o en varios a la vez.

          El Limbo cada día más poblado y recurrente producto del progresismo exacerbado que ha invadido nuestra sociedad contaminada desde el exterior con la pandemia del feminismo, de la descontextualización de los derechos civiles, del homosexualismo y no solo de este, sino con la mayor diversidad sexual que se agota en diversas tipologías haciendo cada vez más extenso el acrónimo, lo que los ha llevado apartarse de Dios y de nuestra tradición judeocristiana.

      En la Lujuria, que se salve quien pueda y no podemos culpar a la externalización, no reconoce sexo y ha estado presente desde la aparición del ser humano y que el poeta identifica en Aquiles, París, Cleopatra y Helena entre otros; no citaremos nombres en la colonia nacional, pero han sido conocidos.

    La Gula y la Ira y Pereza, el tercer y quinto círculo respectivamente, situamos a gran parte de los constituyentes que, “pobrecitos” se lamentan que están pasando hambre y transcurrido un mes de su constitución aún no determinan los procedimientos para escribir la CPE, tanto o más importantes como los aspectos sustantivos, dedicando gran parte de su tiempo a materias ajenas a sus tareas y a dividir a los chilenos con su ideología perversa y antidemocrática. En estos también se incluye en forma abrumadora, a miembros del Congreso, que transversalmente han demostrado una pereza descomunal en sacar proyectos que duermen por meses y hasta años en el Olimpo criollo, gozando de exorbitantes dietas acompañadas de múltiples garantías, las cuales cubren con un manto intocable mientras le exigen al erario nacional -todos los chilenos- más y más, estrujando hasta la última gota que pagarán las futuras generaciones con proyectos populistas e inconstitucionales abusando de la ignorancia de la población; el ideologismo obnubila sus neuronas y presos de la ira han batido todos los récords en acusaciones constitucionales improcedentes restando el tiempo para sus verdaderos cometidos.

            Obviamente que estos círculos dan cabida a fiscales y jueces prevaricadores, temerosos, incompetentes, vengativos e ideologizados, partiendo por el Fiscal Nacional, imposible destetarse de su pasado subversivo.

             La Avaricia, en el 4° se acomodan los empresarios coludidos, los prestamistas informales y formales que abusan de la condición de los más débiles; aquellas empresas constructoras que no solo han engañado a las autoridades, sino en especial a las desafortunadas familias que han visto tronchados sus sueños de gozar de una casa digna y en la cual han depositados los ahorros de toda su vida; los abogados inescrupulosos hábiles en utilizar todas las herramientas que las mismas leyes les proveen para exculpar a delincuentes y aprovechadores, etc., etc., que estarán condenados no solo a cargar pesos de oro, sino de su conciencia por la eternidad.

               La Herejía, aquellos que han cruzado las murallas del Dite y no me refiero en términos religiosos sino a los que han renegado de nuestra bandera nacional y símbolos patrios, a los que han trapeado con ella o la han quemado; a quienes han llamado a desconocerla y trocarla por un paño que no representa a los chilenos; los que han ultrajado nuestro himno patrio incluso en ceremonias oficiales transcendentes, como en la constitución de la Convención; aquellos que han destruido los testimonios que honran a nuestros héroes patrios y el sacrilegio de vandalizar sus lugares de descanso eterno. Todo ello bajo la absoluta permisividad de las diferentes autoridades que los convierte en traidores y cómplices pasivos.

           Cruzando el río “Flegetonte”, La Violencia (7°) ha alcanzado niveles jamás esperados a través de nuestra historia, haciendo excepción de la revolución de 1891, a que parece conducirnos a una situación semejante la ausencia del Estado de derecho en la macrozona zona sur ante el desembozado llamado hecho por el dirigente Llaitul de la CAM, con estrechos vínculos con las FARC y el dictador de Venezuela, sin que las autoridades les pongan atajo, haciéndose cómplice de esta grave situación, convirtiendo esta zona en un verdadero infierno.

          El Fraude, (8°) es como tirar y abrazarse, “mucho pan para rebanar o queque para cortar”. Cobija a rufianes y seductores, como el innombrable y los candidatos que ofrecen el “oro y el moro”; los aduladores, que no escatiman esfuerzos y elogios para recibir compensas de los anteriores; la simonía pero aplicada a lo político; los falsos profetas, como Piñera y otros; los políticos corruptos. En Chile ya hay doctorados, como las facturas ideológicamente falsas, las platas que nunca investigó la fiscal Chang para la campaña de Bachelet; Soquimich, el avión del MEO, las acciones de LAN y el Banco de Talca, etc., etc.; los hipócritas, característica tan acentuada entre los políticos chilenos; los ladrones hoy día convertidos en una especialidad deportiva y los consejeros fraudulentos, como Rafael Garay, Alberto Chang., etc.

           La Traición (9°) corresponde a los traidores, señalando cuatro rondas. Hago referencia a la cuarta, a los que traicionan a sus benefactores, a los que creyeron en sus palabras ofreciendo un programa de gobierno que luego abandonó para entregarlo como Judas a Lucifer, Satanás, representado en el Partido Comunista, en una trinidad perversa: “impotente, ignorante y llena de odiosidad”.

 Fernando Hormazábal Díaz

General de Brigada (R)