“Como Venezolano Residente en Chile, y en representación de la Comunidad Venezolana, manifiesto TOTAL repudio, por el mounstroso asesinato de Sofia, por lo cual; enviamos nuestras condolencias, y más sentido pésame a los familiares, de este angelito.

Es INACEPTABLE este tipo de crímenes, nos encontramos frente a un Estado indolente, mientras nuestros niños son ultrajados, maltratados, lastimados, violados y asesinados, el Estado se preocupa de darle prioridad con carácter de emergencia, a Leyes de Género, para satisfacer los deseos caprichosos de una minoría, cuando el deber mismo es velar por la seguridad social de todos los habitantes, el Estado debe garantizar el DERECHO a la vida de sus connacionales, y todos en general, sin embargo; miran al lado cuando esté tipo de actos atroces son cometidos por enfermos Pedófilos. Es lamentable que ONG como MOVILH, Bajo la Dirección, del Sr. Rolando Jiménez, no tengan la más mínima intención de pronunciarse al respecto, siendo ellos precisamente los primeros en jactarse de ser una ONG en pro de los DDHH.

En una entrevista realizada por Canal 13 a Jiménez, este menciona como referencia y fuente a Alfred Kinsey, un Pionero en la investigación de la sexualidad humana, quien realizaba violaciones a bebés de un orfanato en búsqueda del máximo placer y goce sexual. Cabe bien la pregunta; ¿Porque tanto énfasis de Rolando Jiménez en derogar el artículo 365 del Codigo Penal? El Sr. Rolando Jiménez fue activista en la Organización NAMBLA en los años ’90 misma Organización encargada de luchar por los supuestos DDHH de los Pederastas y Pedófilos.

¿Realmente Rolando Jiménez tiene la moral para hablar de DDHH y promover Leyes de género? Que hay detrás de toda esta emergencia para aprobar la mencionada Ley? Esperamos que los Senadores y Diputados que se burlaron del Pueblo que los eligió y que dieron un golpe en el hígado al mismo Soberano al Votar por esta Ley, tengan el estomago de hierro para después de saber todo lo que sufrió Sofia, puedan seguir durmiendo tranquilos.

Por Luis Andrés L.