En relación con la interesante columna “El Big Bang de los partidos”, del analista político Genaro Arriagada, publicada el 27 de diciembre pasado, conviene hacer una precisión referida al adjetivo “ultra”, de entrada peyorativo, para calificar lo que denomina una fracción de la derecha representada por José Antonio Kast.

La candidatura de José Antonio Kast se fundó en ciertas ideas y principios que resultan doctrinariamente respaldados por el sentido común y que se encarnaron en un programa de gobierno con hondo sentido antropológico, centrado en la persona y su dignidad inviolable.

Así, el respeto, promoción y cuidado de la persona desde la concepción hasta la muerte natural; el matrimonio entre un hombre y una mujer; la familia como garante del desarrollo y plenitud de la persona; la libertad de asociación; la libertad de los padres a elegir la educación de sus hijos; la libertad de emprendimiento; la libertad económica con un fuerte componente ético que rechaza el monopolio, colusión y toda conducta que evite la libre competencia; el derecho de propiedad; la libertad religiosa y de culto; el Estado de Derecho e igualdad ante la ley; la certeza jurídica que da garantía para la innovación y emprendimiento; el rol social del Banco del Estado en orden al apoyo de los pequeños emprendedores; la defensa de los más débiles, niños y ancianos abandonados, mujeres solas que deben sacar a sus hijos adelante, personas sin trabajo, los enfermos; el respeto a la dignidad de los privados de libertad, como una expresión concreta de la justicia social; la promoción de la ciencia y la tecnología como seguros para el desarrollo; la incorporación de los avances científicos y tecnológicos para una mejor gestión del Estado; el cuidado responsable del medio ambiente que articule de manera inteligente la preservación de aquel y su cultivo; la democratización de la sombra y promoción de barrios y ciudades habitables, con rostro humano, etcétera

Visto así, la utilización del adjetivo “ultra” se queda corta. La crisis de los partidos quizás también sea la crisis de los analistas que no terminan de leer, lo que en verdad está ocurriendo en la realidad.

Juan Carlos Aguilera
Jefe Campaña José Antonio Kast