Seguridad Nacional



Seguridad Nacional

¿Qué hacer con Israel y su embajador?

No queremos ver a Chile desarmado y desprotegido por un conflicto que no es nuestro en un momento en que debemos disponer de todas nuestras capacidades estratégicas producto de las realidades de seguridad nacional que nos apremian.
por Richard Kouyoumdjian13 marzo, 2024
Quizás con justa razón, bastante polémica se ha generado con el hecho de que el Presidente de la República no autorizó la presencia de empresas israelitas en la Fidae del 2024. Han opinado ex ministros de Defensa sobre las supuestas consecuencias estratégicas, parlamentarios de uno y otro lado, destacándose el diputado Winter que pide la expulsión del embajador, y otros que incluso piden se terminen las relaciones diplomáticas con ese país.
Mientras ello sucede, la comunidad palestina local, la que no necesariamente está emparentada con los que actualmente habitan en Gaza, Israel y Cisjordania, disfrutan del mal pasar del embajador de Israel y de las empresas israelitas, y más importante aún, le prestan ropa al Presidente y lo felicitan por la forma en que está manejando las relaciones exteriores de Chile y el interés nacional, en una clara demostración de que el fin justifica los medios.
Tengamos claro que prohibir la presencia de empresas israelitas en la Fidae, llamar en consulta al embajador de Chile en Israel, alegar en la Corte Internacional de Justicia, y no recibir al embajador de Israel en Chile no van a alterar el desarrollo del conflicto entre Israel y Hamas. Pensar que Chile tiene suficiente peso específico como para poder influir es no entender nada de cómo se manejan las cosas a nivel mundial, y no pasan de ser gustitos personales de la persona a quien la Constitución le asigna el manejo de las relaciones exteriores de Chile.
Si Chile no está de acuerdo con la forma en que Israel o Hamas están desarrollando las operaciones militares y las consecuencias de estas sobre la población civil, lo óptimo es manifestar su malestar y preocupación a través de organismos multilaterales, los cuales son un excelente medio para estos fines, y, lo que, es más, si tan preocupado está por la situación de los no combatientes, que mande ayuda humanitaria en la misma forma en que lo están haciendo otros países.
Para que tengamos claro, la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya falló que se debía dar acceso y facilidades para que la ayuda humanitaria llegue a Gaza, y que las operaciones militares debían abstenerse de afectar a la población civil no combatiente. No condenó a Israel de crímenes de lesa humanidad, ni le negó su derecho a defenderse o de eliminar a quienes los atacaron el 7 de octubre de 2023.
He escrito bastante en este medio sobre el conflicto en Gaza, explicando la forma en que Israel se defiende y conduce sus guerras, los cuidados que se deben tener con la población civil y el derecho internacional humanitario, la conducción de operaciones de información o desinformación y otros aspectos propios de lo que es un conflicto de este tipo. Dicho eso, al revisar la prensa es evidente que el mundo pro-palestina y pro-Hamas ha hecho un buen trabajo en los países occidentales en la manipulación de las opiniones públicas de los países en que han estado actuando, pero ello no ha afectado mayormente las acciones militares de Israel o su abastecimiento de armas, pero todo puede tener un límite e Israel sabe que está cerca de ese límite. La eliminación de Hamas o la recuperación de los rehenes no puede ser a cualquier costo y en algún momento pronto el liderazgo israelita deberá revisar los objetivos que se propuso cuando invadió Gaza y evaluar si vale la pena mantener los propósitos originales de sus acciones militares.
Si uno entiende la lógica de la guerra, como se inician, desarrollan y terminan, podrá darse cuenta de que por más que el Presidente de la República tenga una opinión, esa opinión y acciones que la acompañan no van a alterar la conducción de las acciones de las fuerzas armadas de Israel, algo que ni los países vecinos al conflicto o los Estados Unidos de Norteamérica han podido lograr.
Para los israelitas esta es una pelea de vida o muerte, se trata de eliminar a un enemigo que tiene como mandato fundacional el eliminar a los judíos que habitan en Israel, y que el 7 de octubre les dio una muestra de lo que entendían por ello, y que al hacerlo estaban dispuestos a sacrificarse ellos mismos y todos los que habitan en Gaza. Eso no ha cambiado y para cambiar Israel debe eliminar toda posibilidad de que queden con capacidades militares o ganas de volver a realizar algo similar.
Siempre es bueno preguntarse qué haríamos nosotros si algo similar nos pasara. Quizá hora de irse preguntando qué haremos cuando el crimen organizado comience a eliminar civiles inocentes como sucedió recientemente en Rosario Argentina, o si es que siguen muriendo niños producto de enfrentamientos entre bandas rivales. Para juzgar a Israel uno debe colocarse en sus zapatos. De seguro han cometido muy lamentables errores, pero es poco probable que los judíos con su historia, similar a la que conozco como armenio, busquen afectar a la población civil de Gaza. Uno lo podría esperar de otros países con historiales negativos, pero no de ellos.
Volviendo a nuestra tierra y entendiendo lo que he indicado en los párrafos anteriores, ¿qué corresponde hacer a Chile? La presidencia de la república y su ministerio de relaciones exteriores, asumiendo que tienen datos bien fundados, como se dijo en la primera parte puede manifestar sus reparos e inconformidad, pueden unirse a esfuerzos multilaterales o de similar naturaleza, pero lo que no pueden hacer, es realizar acciones que en nada ayuda, que más bien son irrelevantes y de cero consecuencias en el conflicto, y que más aún, nos dejan a nosotros en peores condiciones producto de haber sido faltos de respeto con el embajador, las empresas israelitas proveedoras de sistemas y pertrechos militares, y lo que es más grave aún, con la comunidad judía residente en Chile.
En lo personal no creo que las empresas israelitas vayan a dejar de abastecernos. Somos un cliente importante y saben que al gobierno actual solo le quedan solo un par de años. Ellos saben que no hay mal que dure 100 años y que esto es solo un gustito personal del Presidente de la República.
No estoy preocupado por el embajador. Ha demostrado que sabe defenderse y defender el interés nacional de Israel. Lo que sí me preocupa que es los gustitos personales lleguen más allá y el abastecimiento israelita se enfrié o sea detenido por instrucciones suicidas del Ministerio de Defensa. Esa es mi verdadera preocupación y espero que prime el sentido común. No queremos ver a Chile desarmado y desprotegido por un conflicto que no es nuestro en un momento en que debemos disponer de todas nuestras capacidades estratégicas producto de las realidades de seguridad nacional que nos apremian.

POPURRI NEFASTO. Parte 3

Semanas de Infierno
  1. Boric y su antisemitismo.
         A pesar que la muñeca de la SEGOB diga lo contrario ─hace tiempo que perdió credibilidad, si es que alguna vez la tuvo, consecuente con la praxis comunista─ el muchachito que nos deshonra en el sillón de O’Higgins siempre ha demostrado una especial simpatía por la causa Palestina y una abierta antipatía hacia el pueblo judío, no obstante, que ambas colonias residentes en nuestro país se han desarrollado y respetado en plena armonía, lo que consta a Toribio por razones personales. Lamentablemente, el ciudadano presidente con su actitud está extrapolando un problema internacional a Chile, lo que Toribio ha visto reflejado en una serie de mensajes y correos provenientes del mundo árabe; como también, detalles de la escalofriante y atroz excursión de Hamas, imposibles de reproducir en este texto y que obviamente los medios no los han dado a conocer.
          Es bueno traer a la memoria que siendo diputado junto con otros parlamentarios en 2018 visitó Cisjordania invitado por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), y desde el inicio de su Gobierno expresó el interés por estrechar lazos con Palestina, incluyendo la apertura de una embajada, lo que no se discute. Incluso, antes que llegara a la presidencia dio muestras de ello, cuando la Comunidad Judía le obsequió un frasco de miel y el respondió que le dijeran al Estado de Israel que devolviera los territorios ocupados. Tan pronto como ascendió al poder el primer y grave desaire fue negarse a recibir abruptamente las credenciales del nuevo embajador, Gil Artzyeli, lo que hizo dos semanas más tarde ─corroborando su desprolijidad diplomática ya observada con el Rey Felipe VI─; luego, descontinuando la tradicional celebración del Janucá que se hace en el mes de diciembre en La Moneda, designó al ministro Elizalde en su representación. Reaccionó en forma tardía, el 31 de octubre, a los hechos sucedidos en la franja de Gaza, el 7 de octubre, condenando tanto al movimiento Hamás como al Estado de Israel, sin embargo, llamó a consulta al embajador de este país, donde según la Comunidad Judía residen 10.000 chilenos y quien hasta la fecha no ha regresado a sus funciones, pero no haciendo lo mismo con el embajador en Palestina. En el mes de febrero Chile planteó ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que Israel ha ejercido “violaciones sistemáticas” al derecho internacional en su relación con Palestina, en el marco de una “opinión consultiva” solicitada por la Asamblea General de la (ONU).
       La gota que ha rebasado el vaso fue la decisión de negar la participación en la FIDAE 2024 de las empresas israelitas. Según afirmó el señor Boric, era coherente con la política internacional de Chile. Pero Toribio no cree que desconozca tanto él como su séquito que lo secunda en el ministerio de Defensa, en manos del Partido Comunista, que las fuerzas armadas chilenas están dotadas de variados sistemas de armas y de equipos procedentes de Israel, por un largo tiempo en sus relaciones como proveedores. Israel fue casi el único proveedor que no nos dio la espalda producto de la enmienda Kennedy cuando nuestro país vivió una aguda crisis de seguridad con nuestros vecinos en la pasada década del 70. En consecuencia no puede ser más acertado lo afirmado por Anthena Lab, al afirmar que la anterior medida constituye una profunda preocupación: “Lo que se adquiere es una relación estratégica con el país de origen, porque asociado viene el tema del mantenimiento y repuestos. La línea de repuestos a futuro se prevé a 10, 20 o 30 años. Luego, vienen las modernizaciones de los equipos y los reentrenamientos. Entonces, se genera incluso una calculada relación de dependencia.
            Por otra parte, el embajador Artzley declaró que la decisión “perjudica aún más las relaciones bilaterales de más de 70 años no sólo en defensa y seguridad sino también en otras áreas como el manejo de recursos hídricos, la agricultura, salud, intercambio académico, ciencia y tecnología”
            Toribio espera que Israel no vaya por el camino de las represalias, como asimismo, que el Canciller ─que hasta el momento goza de gran prestigio─ no se deje arrastrar por los caprichos ideológicos del mandatario y asuma un rol más preponderante conforme a una política de Estado, y no caiga en peleas chicas con el embajador y justificaciones que mayormente no convencen.
            Veremos cuál será a futuro la reacción ante la Expo Naval. Y no dea la guinda de la torta.
Fernando Hormazábal Díaz
General de Brigada (R)