En Chile, pese a que por primera vez y después de cinco años fueron condenados como terroristas, sólo tres de los numerosos procesados por el caso Luchsinger Mackay y que implícitamente, se ha reconocido legalmente, que lo que ha existido y existe en la Araucanía, es terrorismo puro, aún se continúa  viviendo una verdadera discriminación legal o prevaricación política, respecto del trato moral y legal de los diferentes movimientos terroristas chilenos.

Es así como los terroristas de izquierda, que actuaron cruelmente, desde el gobierno comunista de Allende, hasta el primer Gobierno de la Concertación, concluyendo sus acciones con el cruel y alevoso asesinato del Senador Jaime Guzmán, son considerados verdaderos héroes y víctimas de los Derechos Humanos y disfrutando por ello en plena libertad,  las más que millonarias indemnizaciones del Estado, que graciosamente les otorgan los jueces progresistas de izquierda.

Muchos chilenos no recuerdan y otros por desinformación o parecer políticamente correctos, desconocen las acciones y banderas de lucha que tenían los  movimientos terroristas de izquierda, las que eran expresadas gráficamente en sus macabros slogan, como  el siguiente  ” Los momios al paredón y las momias al colchón”, es decir si se tomaban el poder, sus opositores de derecha serían fusilados y sus esposas violadas. Sin duda que gracias a los que los combatieron y neutralizaron, muchos de ellos hoy presos en Punta Peuco y Colina, pudieron  nacer y criarse en paz en un acomodado ambiente familiar, entre otros los  jóvenes Diputados Felipe Kast y Jaime Bellolio.

Dr.Jaime Manuel Ojeda Torrent

PHD.Universidad Libre de Bruselas