El 26 de Abril de 2020, Sebastian Piñera promulgaba la Ley de Indulto por COVID-19. Dicha Ley, entre sus considerandos, hacía presente que: “ El peligro de contagio por coronavirus se multiplica cuando las personas más vulnerables se encuentran privadas de libertad dentro de recintos penitenciarios”. Sin embargo , excluía de esta norma, a abusadores sexuales, terroristas, tráfico de blancas, y junto con ellos , como para camuflarlos, a militares prisioneros – todos ancianos vulnerables – en el campo de exterminio de Punta Peuco.

Después de año y medio, privados de visitas, con todas las medidas de prevención tomadas disciplinadamente, con sus vacunas al día, curiosamente varios de ellos se han contagiado, han  comenzado  a fallecer, y una decena están hospitalizados. Abandonados tras las líneas adversarias, están siendo sometidos a una violación de DDHH.

Cualquier mal intencionado podría pensar ¿No los querrán hacer desaparecer  ? El demonio que conocemos, mete la cola en cualquier parte. Sr. Piñera, Sr. Larrain , se las dejo dando botes…

Gral (R) Hernán Núñez Manríquez